Luego de que el ex gobernador de Tabasco, Andrés Granier presumiera poseer 1,000 camisas y 400 pares de zapatos, y de que las autoridades hallaran 88.5 millones de pesos en efectivo en sus oficinas, el antes funcionario será aprehendido bajo la figura de arraigo.   Reuters   Un juez de México ordenó el viernes detener al ex gobernador del estado de Tabasco, Andrés Granier, quien está acusado de desvío de millones de pesos de fondos públicos, en un escándalo de supuesta corrupción que salpica al partido del presidente Enrique Peña Nieto. Granier estaba citado para comparecer la tarde del viernes ante la fiscalía estatal, pero en la mañana, en vez de dirigirse al estado, en el sur del país, acudió a un hospital por un dolor en el pecho tras lo cual quedó internado, informó su abogado. El ex gobernador, quien presumió en una grabación de poseer 1,000 camisas y 400 pares de zapatos, será detenido bajo la figura judicial del arraigo -para realizar investigaciones- por un plazo de 30 días, informó la fiscalía de Tabasco. “A petición de la fiscalía de Tabasco, Granier será trasladado ante un juez de Tabasco, según su estado de su salud”, dijo a Reuters una fuente de la fiscalía federal, explicando que no hay una fecha precisa para que el ex gobernador sea llevado a su estado. La detención ocurre semanas después de que fueran hallados 88.5 millones de pesos (unos 7 millones de dólares) en efectivo en una oficina de su ex secretario de finanzas, quien fue detenido el fin de semana pasado. El caso de Granier, que pertenece al gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), está poniendo a prueba la promesa de Peña de combatir con todo la corrupción en México y dejar atrás el pasado de su partido, que gobernó hasta el 2000 por 71 años seguidos acusado a menudo de abusos de poder. La Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía federal) informó que fue reforzada la vigilancia en el centro de salud donde está internado, en la Ciudad de México, y señaló que los cargos contra Granier son ejercicio indebido del servicio público y peculado en perjuicio del erario de Tabasco. Granier, quien gobernó Tabasco entre 2006 y 2012, está acusado por su sucesor, Arturo Núñez, del desvío de 1,900 millones de pesos (150 millones de dólares) y de dejar deudas sin justificar por 20,000 millones de pesos. Su abogado, Eduardo Luengo, dijo que la detención es inconstitucional y violatoria de las garantías porque Granier no quiso evadir a la justicia y regresó el martes desde Miami, donde estaba residiendo, para declarar ante la fiscalía federal. En los últimos años, varios gobernadores han sido acusados de corrupción, abusos de poder e incluso de vínculos con los cárteles del narcotráfico, pero muy pocos ha sido condenados. Hace poco el ex gobernador del noroccidental estado de Aguascalientes, Luis Reynoso Femat, fue arraigado por peculado por la compra de un tomógrafo durante su Gobierno que nunca llegó al hospital al que estaba asignado. Por ser un delito no grave seguirá su proceso en libertad, pero el viernes la PGR abrió una investigación tras hallar en las cuentas de un hijo del ex mandatario regional 58 millones de pesos cuyo origen no está claro. La mayoría de los gobernadores acusados de corrupción pertenecen al PRI, que gobierna la mayoría de los 31 estados del país, pero también han enfrentado escándalos gobernadores del conservador Partido Acción Nacional (PAN), como Reynoso, o del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD).

 

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