- Hay quienes defienden los microcréditos como la única forma de que la gente pobre o que ha salido del sistema bancario tradicional por un mal historial crediticio consiga efectivo.
- Los detractores que critican la realidad de que varios prestamistas envuelven a los clientes en una espiral de deuda de la cual es difícil –y a veces hasta imposible– salir.
Los préstamos inmediatos ¿son terribles demonios o un mal necesario?
Por sus altos intereses, los préstamos inmediatos en ocasiones son considerados predatorios, pero hay un problema de fondo que es difícil ignorar: la demanda es mucha.
De julio del año pasado a la fecha, casi 30 millones de mexicanos pidieron un préstamo (formal o informal), según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2015, publicada la semana pasada. Si bien el reporte no especifica cuántas de esas personas solicitaron un préstamo inmediato, el 20% eligió una opción igualmente controversial: el empeño.
En Estados Unidos hay al menos 12 millones de usuarios de los llamados payday loans, de acuerdo con un reporte de 2012 de Pew Charitable Trusts. Recientemente, dos situaciones encendieron el debate público sobre este tipo de préstamos en ese país: que a partir de julio Google dejará de publicar anuncios de payday loans en su plataforma AdWords, y que el Congreso discute formas de regularlo para evitar el sobrendeudamiento (hasta ahora, las regulaciones en este tema eran a nivel estatal).
La discusión tiene dos frentes claros: