La promesa de no más gasolinazos del presidente electo Andrés Manuel López Obrador tiene matices y sus colaboradores han dado mensajes en diversos sentidos, por lo que han levantado dudas sobre si subirá o no –y qué tanto– el precio de la gasolina. Desde la campaña electoral y tras su victoria el 1 de julio, López Obrador aseguró que al inicio de su sexenio los precios de los combustibles no subirían en términos reales (es decir, sí habrá incrementos en el precio en términos nominales) al menos por tres años, durante los cuales se modernizarán las refinerías de Pemex y se construirá una nueva. Además dijo, que después, en la segunda parte del sexenio, bajaría el precio de los combustibles No te pierdas: Nueva refinería en México genera interés mundial: Rocío Nahle “De entrada, ya no va a aumentar ninguno de estos energéticos, se van a congelar estos precios, ya no van a haber estos aumentos, en términos reales de combustibles, ya no va a haber gasolinazos, para que estén ustedes tranquilos”, afirmó el entonces candidato presidencial en abril en un mitin en Nayarit. ¿Qué quiso decir con “términos reales”? El propio AMLO lo detalló el 9 de julio ante empresarios industriales. “No va haber gasolinazos, ese es el compromiso. Vamos a que la gasolina no aumente de precio en términos reales, esto es que se mantenga en términos reales, con los mismos precios, que nada más se descuente lo que es inflación, porque si no sería bajar. Tenemos que mantener los precios, considerando inflación”, indicó. Asimismo, reiteró que a partir del cuarto año de su gobierno podrán bajar los precios porque se dejará de comprar la gasolina en el extranjero, ya que se producirán en las refinerías del país. Carlos Urzúa, propuesto para encabezar la Secretaría de Hacienda en la administración que inicia el 1 de diciembre, ha sostenido la misma postura: los precios de los combustibles SÍ aumentarán, pero solo lo que suba la inflación. En diferentes foros, el eventual secretario ha señalado que las previsiones a futuro permiten sostener la promesa de que no habrá gasolinazos. “Nosotros creemos que no puede haber movimientos abruptos en la gasolina. Estamos pensando en incrementar cada año, por la inflación; en términos reales no se va a incrementar, pero en nominales sí”, mencionó Urzúa en entrevista en el noticiero Despierta con Loret, días después de la elección presidencial. Con ello se puede hacer un ejemplo: si el precio de la gasolina magna es de 20 pesos, al inicio del 2018, y la inflación es de 4.8% en el mismo año, para 2019 la gasolina costaría prácticamente 21 pesos. Además, Urzúa explicó que la forma en la que se controlaría el precio sería la misma que utiliza actualmente el gobierno de Enrique Peña Nieto. “En este momento está controlado el precio de la gasolina, no parece, pero sí, porque el gobierno federal lo que está haciendo es bajar o subir el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), es lo mismo que haríamos nosotros”, dijo. Romo descarta control  Ayer, Alfonso Romo, designado por AMLO como próximo jefe de la oficina de la Presidencia, rechazó que vaya a haber un control de los precios. “En 18 meses nunca se ha hablado de control”, aseguró el también empresario en el marco del Foro Económico México 2018, del Instituto de Finanzas Internacionales.

“Vamos a seguir con la política actual, no vamos a subsidiar, no vamos a controlar, no vamos a hacer nada que no sea de mercado, todo es de mercado”, aseguró en entrevista tras participar en el Foro Económico México 2018, organizado por el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés).

Esto choca con lo que comentó Urzúa, pues el próximo secretario de hacienda sí mencionó la palabra “control”.

Si bien descartó subsidios, Romo confirmó que el gobierno lopezobradorista seguirá con la política actual de estímulos a los combustibles por medio de disminuir el IEPS, es decir, no contradijo a Urzúa.

No vamos a quitar contratos ni a controlar el precio de la gasolina: Romo

Resulta contradictorio que mientras el presidente electo hable de congelar los precios, su jefe de oficina diga que se seguirá la lógica de mercado.

Ahora queda la duda de si la administración de AMLO usará con mayor agresividad este instrumento fiscal que utiliza el actual gobierno, o no, aunque con ello no se haya evitado que los precios de las gasolinas suban sin freno, y que la gasolina Magna ya rebase los 20 pesos.

 

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