Luis Raúl González, el nuevo ombudsman de México
Luis Raúl González juró ante el Senado como presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Reuters
El Senado mexicano eligió el jueves a un nuevo ombudsman, la autoridad a cargo del organismo nacional de derechos humanos, quien deberá enfrentar las críticas a la gestión de la institución y cumplir su tarea en medio de la fuerte violencia que golpea al país.
Momentos después de recibir la aprobación de la Cámara alta, Luis Raúl González, quien era abogado de la mayor universidad pública del país, la UNAM, juró ante el Senado como presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), cargo que asumirá el lunes para el período 2014-2019.
El nuevo ombudsman había postulado anteriormente para presidir a la CNDH, de la que fue fundador, y ha ocupado cargos en la fiscalía federal y la Secretaría de Gobernación (Interior).
González fue fiscal especial en el caso del asesinato del candidato a la presidencia del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) Luis Donaldo Colosio, ocurrido en 1994.
“Las víctimas tienen que tener en la propia comisión una cercanía imprescindible para que puedan resarcir sus derechos”, dijo la senadora opositora, Angélica de la Peña, a la cadena MVS.
“Va a tener que integrar todas estas denuncias, reclamos, solicitudes para que se inicie una nueva era de la comisión”, añadió.
México vive una etapa de gran violencia relacionada con los cárteles de la droga, que además de traficar con estupefacientes han diversificado sus operaciones a secuestros y extorsiones.
La violencia del narcotráfico ha dejado unos 100,000 muertos desde que el ex presidente Felipe Calderón inició una lucha frontal contra los cárteles de la droga en el 2006, pero no ha menguado tras la llegada al poder de Enrique Peña Nieto a finales del 2012.
En un caso que ha llamado la atención internacional sobre la violencia que azota al país, 43 alumnos de una humilde escuela rural del sureño estado de Guerrero permanecen desaparecidos desde fines de septiembre tras ser entregados por policías corruptos a sicarios, en un caso que involucró al ex alcalde de la ciudad.
Las autoridades han dicho que las investigaciones apuntan a que los estudiantes fueron masacrados y sus restos habrían sido calcinados y arrojados a las aguas de un río.
El incidente, junto con la presunta ejecución extrajudicial de varios supuestos delincuentes por parte del Ejército en el Estado de México, vecino de la capital y estado natal de Peña Nieto, se han convertido en un dolor de cabeza para el mandatario.
González también tendrá como desafío el drama que cada año viven miles de migrantes indocumentados de Centroamérica que cruzan el país buscando llegar a Estados Unidos, en un peligroso viaje donde suelen ser víctimas de autoridades corruptas y bandas criminales.
González ocupará el cargo que dejará Raúl Plascencia, quien buscaba su reelección, pero fue desechada por los legisladores en medio de fuertes críticas de organizaciones civiles y activistas a su gestión.
