- Recorre las posibilidades ¿Qué es lo que el cliente potencial te puede o no decir? Examina cuáles son los posibles obstáculos que se le pueden presentar para no adquirir tus productos o servicios. Y cuáles pueden ser sus pretextos.
- Concibe cualquier pretexto de tu posible interlocutor y manéjalo como una consideración con solución en tu discurso Si la persona no tiene flujo de efectivo, manéjalo a plazos. Si la persona dice no tener tiempo en ese momento, hazlo que se comprometa a una fecha posterior. Si la persona te dice que es muy caro, ayúdale a definir qué estaría dispuesto a pagar y lo que tú le podrías ofrecer por ello (es mejor generar más ingreso que no tenerlo como cliente. Recuerda: todo suma), Si la persona dice necesitar otra forma de servicio ayúdale a definir cómo podría ser, etc. El manejo de pretextos y objeciones se resuelve mediante estructuras y rutas claras. Prevenlas.
- Establece rutas críticas para cada consideración con la o las soluciones que puedas darle Recuerda que las tres consideraciones por las que un cliente potencial puede o no adquirir un servicio son: tiempo, dinero y prioridad. Define caminos a partir de ello y traza rutas críticas en estos 3 grandes rubros, y recuerda: a cada posible pretexto, tú tienes una solución.
- Define tus preguntas claramente Determina tus preguntas de tal manera que el pretexto sea manejado como una consideración en que tú tienes la solución, en que tu producto o servicio son de gran valor, y en que además existe la flexibilidad necesaria para dirimir lo necesario.
a) Un plan de pagos que comienza en X mes. b) Un descuento acercándote al dinero que sí tiene tu cliente. c) Meses sin intereses. d) Un producto que sí pueda solventar la problemática (variaciones). e) Otros.
Entre más soluciones le des a sus objeciones conseguirás mayores resultados. Comienza por motivar con preguntas como:― ¿Qué tal que en lugar de que pagaras 10,000, sólo pagaras 1,000 pesos? ― ¿Cómo verías que recibieras primero el beneficio y luego comenzaras a pagar? ― Si hubiera otro producto similar, que puede resolverte el problema y a mitad de precio del actual, ¿lo comprarías?
Motiva, conduce y detona las emociones necesarias. Recuerda también hacerle ver en el corto, mediano y largo plazo las consecuencias si no usa tu producto o servicio, y si no le saldría más caro “el caldo que las albóndigas”. Ayúdate siempre de preguntas que conduzcan al individuo a soluciones concretas en que consuma tu producto o servicio, y recuerda siempre no hacer preguntas que tengan como respuesta soluciones que no manejas en tu ruta. Sé claro contigo y con los demás, y define tus discursos de forma contundente. Esto te llevará a otro nivel. Y si requieres de apoyo, acércate a los especialistas. Contacto: Correo: [email protected] / [email protected] Twitter: @coachalexmeza Facebook: ImpulsoHumanoMexico Página web: Impulso Humano México Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.