En contraste, como siempre, en la punta de la pirámide continúa el boom de los bienes raíces. Siguen las construcciones de los grandes desarrollos cotizados en dólares, los grandes hoteles cotizados en dólares, usos mixtos, centros comerciales, y vivienda turística y residencial. Allí siguen el auge y las compras, y este mercado aparentemente no se ve afectado por la crisis económica mundial.
Si observamos, continúan las edificaciones para los baby boomers, para quienes México sigue siendo una buena opción; con dólares tan caros, a ellos les rinde muy bien su dinero.
Así, sólo por citar un ejemplo, invierten un millón de pesos para adquirir en San Miguel de Allende una casa que requiere remodelación, y en las obras de restauración otros 4 millones, y tienen una casa con valor de 10 millones en el mercado.
Es una buena inversión que reditúa en plusvalía de manera inmediata, pero además viven a gusto, porque éste es un pueblito hecho a su medida. Su único pecado es que está creciendo y debe controlar el acceso a automóviles, pero hasta el INBA está hecho para ellos, y creo yo, hasta administrado por ellos (los estadounidenses que residen allí).
Y como estos paraísos hay más en el país, con precios cotizados en dólares, pero a ellos, principalmente a los estadounidenses, esto no les afecta; ¡al contrario, les rinde más plusvalía!
Y tampoco afecta a la clase alta de nuestro país, que siempre puede invertir en una propiedad para descanso y vacaciones, o bien, hace de éste un negocio de viudas “para vivir de rentas”. Esto ya no se llama así, pero sí existe y sigue siendo muy redituable.
Así, hoy es tiempo de negocios para exportadores y funciona bien para los que tienen algo que ofrecer y se cotiza en dólares.
En general, la vivienda y los bienes raíces siguen siendo hoy en día un negocio con gran plusvalía, pero debe dejar fuera la política.
El próximo año se ve difícil por el ciclo sexenal que ya involucra la selección de los candidatos en México.
Y no se diga si desde este año vemos efectos de las elecciones en EU y si llega alguien con una política tan adversa como la de Donald Trump.
El cambio de políticos y políticas no sólo afectaría a la industria como la vivienda y los real estates en México y EU, ¡sino en general al mercado inmobiliario internacional!
En México, las elecciones pueden distraer mucho, y el cambio de reglas y políticas de los nuevos administradores (funcionarios a cargo de organismos estratégicos) impactan desde luego no sólo en el movimiento natural de la industria, sino que afectan económicamente a las empresas y alteran los beneficios en tiempo y calidad que recibe la población. ¡Ojo: esto no siempre se compone sino que deja una actitud de encono social!
Así, como ejemplo, el mensaje que dio ya hace unas semanas Víctor Borrás Setién, ex director general del Infonavit, refiriéndose a la política en particular aplicada a este Instituto, símbolo de la eficiencia hipotecaria de México y respecto a que éste no se politice para que siga siendo una institución fuerte y con los objetivos claros.
“Pienso que el Infonavit debe ser una institución más administrativa, una institución más técnica; debe haber política siempre, no niego que está presente en todos los aspectos de la vida, pero sí debe hacer que juegue el papel que le corresponde y que no permee en la administración del Instituto, que no contamine esa posibilidad de hacer cosas”, afirmó.
AGENDA
Aterrizaje del crédito Infonavit-Fovissste
Pendientes de las reglas para el 2º crédito del Fovissste
31 de agosto en la UNAM próximo: Encuentro Nacional de Vivienda En Concreto-UNAM en CU
PREGUNTA DEL DÍA: ¿Sabes qué otros créditos hacen falta para impulsar la compra de vivienda o bienes raíces?
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