María, mois, mota, Juana… mexicanismos hay muchos cuando se trata de referirse a la cannabis. Pero, no importa el nombre ya no se habla lo suficiente sobre ella. Rodeada de mitos, violencia y estigmas, en México la mariguana es el elefante verde en la habitación de la guerra contra el narco. Esta guerra es responsable de la sobre población en las cárceles en México: para 2013 más de la mitad de los presos federales (60%) fueron detenidos por delitos contra la salud, de acuerdo al CIDE. Simplemente en 2017 este conflicto provocó más muertos que los conflictos armados que Irak y Afganistán, según un reporte del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos. Aunque se ha debatido mucho sobre la viabilidad de legalizar las drogas, o algunas de ellas, hay quien propone que México realmente necesita hablar de la mota. Una voz es la de Nacho Lozano, periodista de medios impresos y televisión, quien da una nueva bocanada a la escena editorial con Mariguana a la mexicana, un acercamiento al mundo del mois en el país. Con más de 60 entrevistas a científicos, abogados, consumidores y hasta prohibicionistas, el periodista pone todos los temas sobre la mesa para derribar la desinformación alrededor de la sustancia y cuestionar el verdadero costo de la no legalización. Con historias de pachecos que no son delincuentes, reos que fueron encarcelados por un crimen que no cometieron o de cultivadores que han sido reclutados en contra de su voluntad, Lozano se adentra en lo divertido, lo incómodo, lo malo y lo triste de la mariguana en el país. Este libro es para todos, asegura el periodista en entrevista con Forbes México. “Para los que consumen mota y para los que no tienen pensado hacerlo pero quieren saber de qué se trata, para la mamá que la encuentra en el cajón de su hijo, para los funcionarios que quieren informarse para alimentar una política pública; es para todos los que queremos entender por qué México está como está”, explica. Los prejuicios que han perseguido a la sustancia por años y una absurda guerra que, en opinión de Lozano, solo ha conseguido sangre, motivaron al autor a escribir su segundo libro. “Los prejuicios nos tienen con políticas públicas que nos han encaminado a la violencia y nos han hundido en un clima donde la paz no tiene lugar”,comparte. En opinión de Lozano, los políticos en México tampoco hablan lo suficiente sobre mariguana, pues no es un tema “electoral”. ”Hablar de mariguana no vende. No les genera votos, al contrario, les resta. Y por cuestiones religiosas o de juicios morales no deciden a favor de la libertad de los ciudadanos”. Hablar de mariguana va más allá de vicios. “En el fondo esto tiene que ver con las libertades, con la ciencia, con la paz, y tiene que ver con un Estado que garantice el estado de derecho a todos”, concluye Nacho.

 

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