Si como empresa o individuo estás aportando ayuda a los afectados por cualquier desastre natural o evento adverso y estas tentado a promocionarlo para capitalizar en tu imagen y fomentar un posicionamiento favorable. Te tengo malas noticias, si lo haces estarás justo provocando el efecto contrario. Hemos visto en estos días como innumerables compañías e individuos llenaban las redes sociales con fotos de los víveres y “selfies” de lo que compraban para damnificados, “posteando” de la ayuda que prestaron, instalando centros de acopio en sus domicilios particulares e incluso pidiendo dinero como donativo con la promesa de duplicar o quintuplicar los montos si lo hacían a través de ellos. Bueno incluso un conocido me mandó vía WhatsApp el artículo que le hicieron en un medio acerca del trabajo que estaba haciendo “desinteresadamente”. Esto, en marketing social, es inaceptable. Ya que lo único que estamos evidenciando es nuestro ego gigantesco producto de una inseguridad de las mismas dimensiones. La única publicidad que podremos hacer es a través de los medios ganados para en realidad tener la indulgencia del favor de la imagen y fortalecimiento de nuestra marca y me explico a continuación. Existen tres tipos de medios que de forma personal. Los denomino “PRO-PA-GAN” y a través de los cuales nos comunicamos y enviamos nuestros mensajes y son: 1. Propios: Son aquellos medios como nuestra página web, cuentas de redes sociales, cuentas de YouTube o podcast e incluso medios electrónicos y tradicionales impresos que nosotros mismos como persona o marca los generamos y desarrollamos con el objetivo de dar a conocer y controlar los mensajes de forma directa. 2. Pagados: Los medios pagados son cuando como marca contratamos, a través de un tercero, la publicidad en los medios de ese ente externo a la persona o compañía, son los típicos como la radio, espectaculares, prensa o tv. 3. Ganados: Son aquellos medios que ni contratamos, ni controlamos, pero que hablan de nosotros (bien o mal), son aquellos que generan mayor credibilidad, ya que como no son controlados por el protagonista del contenido, pueden llegar incluso a la viralidad. Como el caso de la tienda de herramientas que dono todo su inventario para los rescates del sismo y ahora la misma gente está aportando para reponerle el inventario donado, eso sí, sin que el dueño de la tienda haya hecho campaña alguna, ni de la donación ni de la recuperación. Como vemos la única “publicidad” aceptable en caso de una tragedia, es la que realicen de forma genuina un tercero sin influencia de los protagonistas de la noticia para que sea válido el contenido del mismo. Por lo que, si van a donar, ayudar o apoyar a alguna otra causa, absténganse de promoverlo ustedes mismos, ya que como decía mi abuela: “Alabanza en boca propia es vituperio”.   Contacto: Twitter: @CesarEnriquez Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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