Los protocolos sanitarios que tendrán que implementar las empresas para reactivar actividades este lunes con el comienzo de la nueva normalidad contemplan medidas para cuidar la salud, entre las que aparecen la eliminación de dispensadores de agua y el uso de utensilios desechables en los comedores para reducir los riesgos de contagio.

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A la adquisición de equipo de protección como caretas, cubrebocas y termómetros, insumos de limpieza y sanitización adicionales y hasta modificaciones en las instalaciones, habrán de sumarse también el reparto de botellas de agua y en algunos casos, nuevos microondas en el comedor y hasta los trastes desechables.

“Antes contábamos con dispensadores de agua por toda la planta, ya todos se eliminaron porque eran fuente de contaminación. Ahora lo que hacemos es repartir botellas de agua desechables, utilizamos cubiertos desechables, ya no utilizamos nada metálico o vajilla de vidrio porque el proceso para quitar la contaminación es especial, a altas temperaturas. Por seguridad se hace todo con desechable”, contó Mel Wilhelm, presidente de Pont-Aurell, empresa con sede en Aguascalientes proveedora de alfombra para la industria automotriz.

“Más adelante se puede encontrar un punto intermedio pero ahorita prevalece la salud sobre estas prácticas”.

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La inversión en el caso de esta empresa, de unas 50 personas donde cerca de 10 son administrativas, ronda 150 mil pesos para equipo de protección, toldos, muebles, la adecuación para tener una entrada y salida independientes, aunque aún se analizan otras adaptaciones.

“Seguimos haciendo inversiones en las puertas para que se puedan abrir con los codos que hoy día las tenemos abiertas, otros dispositivos para dispensar el alcohol con el pie, ya las estamos cotizando y vienen más por delante, sensores de movimiento en los baños para la luz”, comentó.

Sobre las dificultades que tuvieron para definir estos protocolos, Wilhelm destacó que la comunicación a destiempo de parte de las autoridades, principalmente federales, fue el mayor reto, mismo que solventaron gracias a la participación del clúster automotriz GIRAA de Aguascalientes.

“La dificultad más grande pero no fue interna fue la recepción de información a tiempo de los organismos principalmente federales, todos los días tenían una propuesta diferente. El no tener un canal único de guía que nos hiciera saber qué era lo necesario es tal vez lo que más nos complicó”, sostuvo.

Inventar máquinas por videollamada

En el mismo sentido, Sergio Luna, director de Ciateq, centro de investigación público también en el clúster automotriz de Aguascalientes, comentó que se retomará el uso de bolsas plásticas y se incrementarán las videollamadas, además de que entre el 80 y 90% del personal trabajará a distancia.

No obstante, destacó que uno de los principales desafíos para su actividad, que es la de ayudar a las empresas a diseñar e inventar máquinas de propósito especial para sus procesos productivos, será que la comunicación entre ellos y sus clientes sea efectiva y suficiente a través de reuniones virtuales.

Por ejemplo, los fabricantes de amortiguadores acuden a Ciateq para solicitar una máquina que fabrique las piezas para un nuevo producto. Para ello, los colaboradores del centro acuden a la planta de la empresa y en esa visita conocen las condiciones del espacio, las fuentes de energía, la disponibilidad de recursos para la instalación de una nueva máquina. Con las medidas de distanciamiento, todos esos factores sumados a los detalles del producto nuevo tendrán que conocerse por reuniones virtuales.

“Tenemos que hacer una búsqueda para atender a nuestros clientes de una forma virtual y en algunos casos no estar exponiéndonos a un contacto. Necesitamos empezar a trabajar de una manera más eficiente sin tener ese contacto”, comentó.

“Al tener el contacto con el cliente percibes cosas diferentes, estando ahí percibes cuando no le gusta una cosa, estabas viendo lo que quiere el cliente detrás de él. Hacías rondas en la planta, veías el lugar donde iba a poner la máquina, ahora te lo tienes que imaginar. (…) Con esta situación voy a tener que estarle mostrando virtualmente al cliente si esto es lo que quiere, que vea un proceso actual”.

Con esto, las reuniones se multiplicarán de una vez al mes a una vez por semana.

 

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