Los temas fiscales han estado presentes en la mente de los inversionistas a lo largo de este 2021, principalmente en Estados Unidos. Las expectativas de recuperación económica para este año son mucho más optimistas, en gran medida por la combinación de estímulos fiscales y un eficiente programa de vacunación (más detalles en mi artículo “Expectativas de fuerte recuperación en los primeros 100 días del Presidente Biden” publicado el 15 de abril). Esto ha generado un impulso importante en los mercados financieros, especialmente en aquellos activos con mayor sensibilidad al ciclo económico. 

Sin embargo, actualmente los inversionistas intentan identificar las posibles consecuencias de una propuesta de incremento en impuestos sobre ganancias de capital de largo plazo por parte del Presidente Joseph R. Biden Jr., en medio de un complejo panorama para las finanzas públicas. Este artículo trata de identificar los puntos más relevantes de la situación fiscal actual en Estados Unidos.

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Una ambiciosa estrategia de estímulo fiscal sin precedentes…

La pandemia del Coronavirus orilló al gobierno de Estados Unidos a llevar a cabo una respuesta de política fiscal como no se había observado antes. En el 2020 se implementaron 5 programas por casi 4 billones de dólares o el equivalente a 18.1 puntos porcentuales del PIB norteamericano. Adicionalmente, al inicio de 2021 –ya durante la administración del Presidente Biden– se aprobó otro paquete por 1.9 billones de dólares u 8.4% del PIB. 

En adición a esto, vale la pena recordar que a finales de marzo del presente año se dio a conocer un importante plan de infraestructura por 2 billones de dólares. Inclusive, se espera que este plan pudiera duplicarse en las próximas semanas antes del 4 de julio, fecha límite para que sea aprobado por las cámaras. Esto podría resultar en una nueva oleada de revisiones al alza en los estimados de crecimiento de la economía norteamericana para este año –al igual que el importante avance en el programa de vacunación–. 

… pero con dudas sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas en el mediano plazo

No obstante lo anterior, la otra cara de la moneda viene del incremento en los niveles de endeudamiento y la sostenibilidad de las finanzas públicas en Estados Unidos para los próximos años. Con base en el monitor fiscal del FMI de este mes, el nivel de endeudamiento bruto como porcentaje del PIB pasó de 108.2% en 2019 a 127.1% en 2020, y podría alcanzar 132.8% en 2021, para mantenerse alrededor de esta cifra en los próximos 5 años.

Lo más alarmante viene de las proyecciones de más largo plazo realizadas por la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO por sus siglas en inglés), estimando que de no llevarse a cabo ajustes importantes, en los próximos 30 años se podrían observar niveles de endeudamiento de 195% del PIB. Por ello se ha vuelto tan relevante la discusión actual sobre el techo de endeudamiento en el Senado.

Esta compleja situación de endeudamiento y la necesidad de mayor financiamiento en los mercados –además de los temores sobre posibles presiones inflacionarias– explica en gran medida las presiones observadas en las tasas de interés de largo plazo de los bonos soberanos norteamericanos (i.e. Treasuries) a lo largo de este año. En tanto, las previsiones del mercado son menos alentadoras hacia finales de 2021 cuando probablemente el Banco de la Reserva Federal comience a normalizar su programa de compra de activos.

Adicionalmente, el Presidente Biden incrementará los impuestos a las ganancias de capital

Dentro del espectro fiscal en Estados Unidos se le ha unido una nueva complejidad, la propuesta del Presidente Biden para incrementar los impuestos sobre las ganancias de capital de largo plazo en aquellas personas que generen más de 1 millón de dólares de utilidades en el año. La tasa impositiva pasará de 23.8% a 39.6%, además de que mantendrá el 3.8% adicional que se paga actualmente para fondear Medicare. Esto significa que este segmento de la población –que de acuerdo con las estimaciones de la Casa Blanca se aplicará a únicamente el 0.3% de los contribuyentes–, pagará una tasa impositiva sobre ganancias de capital de largo plazo que en su totalidad alcanzará 43.4%, la más elevada desde 1920. La estrategia fiscal de Biden es progresiva, ya que esta modificación fondeará el American Families Plan, cuyo objetivo es implementar subvenciones a ciertos gastos de las familias menos favorecidas por un total de 1.8 billones. Por el momento, todavía existen dudas sobre algunos detalles de los programas, pero los mercados financieros ya han comenzado a digerirlo dentro de un escenario fiscal en Estados Unidos altamente retador.

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Contacto:

Alejandro Padilla es Director Ejecutivo de Análisis Económico y Estrategia Financiera de Mercados de Grupo Financiero Banorte. *

Twitter: @alexpadillasan

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