Los líderes sudamericanos en la cumbre Mercosur expresaron su malestar acerca del programa de vigilancia de Washington al tiempo que defendieron su derecho de ofrecer asilo político al ex contratista de la NSA.   Reuters   MONTEVIDEO – Líderes de la unión aduanera sudamericana Mercosur enviaron el viernes un duro mensaje a Washington sobre las denuncias de espionaje de Estados Unidos en la región y defendieron su derecho de ofrecer asilo al ex contratista de inteligencia Edward Snowden. En una cumbre en Montevideo, los mandatarios también condenaron a España, Francia, Italia y Portugal por haber cerrado la semana pasada su espacio aéreo al avión que trasladaba al presidente boliviano Evo Morales desde Moscú a La Paz por sospechas de que transportaba al fugitivo Snowden. Estados Unidos demanda el arresto del ex contratista de inteligencia bajo cargos de espionaje tras revelar detalles de sus programas de vigilancia secreta. En un abierto desafío a Washington, los gobiernos izquierdistas de Venezuela, Bolivia y Nicaragua han ofrecido asilo a Snowden, varado en la zona de tránsito del aeropuerto internacional de Moscú desde fines de junio y con su pasaporte estadounidense revocado. “Se ha ratificado el derecho de asilo como un derecho fundamental, del derecho humanitario de estos tiempos sobre todo de países democráticos”, dijo en un discurso el presidente venezolano, Nicolás Maduro, en referencia a las conclusiones de la cumbre. El presidente estadounidense, Barack Obama, advirtió que el país que refugie a Snowden pagará un costo serio por su decisión, mientras que Washington desplegó su artillería diplomática para evitar que algún Gobierno reciba al ex agente de inteligencia. Snowden buscará asilo temporal en Rusia antes de viajar posiblemente a América Latina. Maduro también dijo que los mandatarios emitirán un comunicado rechazando las labores de espionaje realizadas por Estados Unidos en la región. Tras el incidente con Morales, la tensión entre América Latina y Washington se agudizó esta semana luego de que el periódico brasileño O Globo informó que la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos realizó actividades de espionaje, que consideraron a Colombia, Brasil y México como prioridades. Además de Maduro y el mandatario uruguayo, José Mujica, en la cumbre también participaron la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y su par argentina, Cristina Fernández. Morales también estuvo presente en el encuentro dado que Bolivia es un país asociado al Mercosur. El presidente de Paraguay, el quinto miembro del bloque, no participó del encuentro debido a que su país fue separado temporalmente de los órganos políticos del bloque luego del cuestionado juicio político que sacó del cargo al ex mandatario Fernando Lugo a finales de junio del año pasado. No obstante, Maduro dijo que el Mercosur aprobó la reincorporación de Paraguay. La nave de la presidencia boliviana que trasladaba a Morales se vio forzada a aterrizar en Viena, donde estuvo varias horas hasta que se le permitió el despegue. El tratamiento a Morales llevó a líderes latinoamericanos a calificar el episodio como una afrenta a toda Sudamérica y a acusar a la Casa Blanca de estar detrás del incidente.   Repudio regional Países latinoamericanos está exigiendo a Washington que brinde explicaciones sobre las acusaciones de que espió en la región con programas secretos de vigilancia. Las actividades de vigilancia también alcanzaron a Argentina, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Paraguay, Chile, Perú y El Salvador, según el diario brasileño. Citando documentos filtrados por Snowden, O Globo dijo que los programas de la agencia fueron más allá de temas militares en la región, al involucrar lo que calificó como “secretos comerciales”, incluyendo asuntos de petróleo y energía. Pese a las manifestaciones de unidad, el Mercosur ha visto declinar en los últimos años su proyecto de construir una unión aduanera sudamericana para convertirse en un foro político. El comercio entre sus principales miembros, Brasil y Argentina, ha sufrido por las restricciones aplicadas por Buenos Aires al ingreso de productos brasileños para proteger el superávit comercial con el que financia a su aislada economía. Diplomáticos sudamericanos esperaban que las presidentas de Argentina y Brasil, Cristina Fernández y Dilma Rousseff, mantuvieran una reunión bilateral una vez concluida la cumbre del Mercosur para abordar las conflictivas relaciones comerciales entre ambas naciones. Patriota confirmó el encuentro y dijo que las presidentas tratarán asuntos bilaterales pendientes, sin dar más detalles.

 

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