La empresa Chinoin compró 7 millones de pesos (mdp) en bonos de carbono como parte de su estrategia de combate al cambio climático, dijo su director de operaciones,  Jorge Trejo en entrevista con Forbes México. Los bonos de carbono son instrumentos que las empresas adquieren voluntariamente para equilibrar sus emisiones de dióxido de carbono (CO2). En el caso de la farmacéutica mexicana, los recursos se entregan a comunidades indígenas en Oaxaca y Guerrero, detalló el directivo,  para reforestar el equivalente en oxígeno a sus emisiones de carbono. Hasta 2014, Chinoin generaba 9,990 toneladas de CO2, pero logró reducirlas en 37.9% en 2015, de acuerdo con Pronatura, organismo  que se encarga de evaluar la huella ambiental de la farmacéutica. La compañía disminuyó sus emisiones de CO2 tras invertir 5.7 millones de dólares (mdd) en una planta de trigeneración energética para abastecer a su central de producción con energía limpia, ubicada en Aguascalientes, donde laboran más de 300 personas en la creación de productos farmacéuticos. ¿Y qué es la trigeneración? Trejo explica el proceso de la planta de la siguiente manera: “Usamos gas natural (energía limpia). Lo introducimos a un motor de combustión interna, que genera energía eléctrica, aprovechada para la producción. El gas caliente, que produce CO2, lo conducimos a una caldera de recuperación, que toma ese calor y  lo convierte en vapor de agua, y ese vapor es utilizado para procesos industriales. Una parte del vapor caliente lo metemos a un chiller o ‘refrigerador’ de grandes proporciones. Así conseguimos agua helada y la procesamos para generar el aire acondicionado”. La planta, construida entre enero y septiembre de 2015 y operada por 11 personas, sustituye el diésel empleado en procesos convencionales por gas natural, que contamina 10% en comparación con el combustible líquido. También reduce el consumo de energía eléctrica en cerca de 30%, según la empresa. “Reducimos nuestra huella de carbono en más de 30% en 2015. Esperamos  este año reducir entre 65 y 80% de CO2 que lanzamos al ambiente”, comentó el directivo en entrevista. Trejo reconoce que México no es uno de los principales países contaminantes en comparación con otros países con industrias y quema de combustibles, pero “China, Estados Unidos, esas economías industrializadas no se comprometen”, sin embargo, reconoció el esfuerzo de bloques económicos como la Unión Europea. “Hace falta más compromiso de las empresas. Como es voluntario, no está regulado ni es obligatorio todavía. Es demasiada inversión que no se va a ver reflejado a nivel nacional. Necesitamos que las autoridades promuevan más este tipo de iniciativas”. La empresa que opera los bonos de carbono es Integradora de Comunidades Indígenas y Campesinas de Oaxaca (ICICO), de acuerdo con Pronatura. En 2015, Chinoin, que ocupa el tercer lugar en participación del mercado mexicano, reportó ventas por 2,500 mdp y estimó duplicarlas en la siguiente década, con una inversión de entre 30 y 40 mdd en cinco años.

 

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