¿Qué tan sólido es el escenario de mejora económica y competitiva que se vislumbra? ¿Cuánto durará? ¿Estamos preparados para potenciar esta oportunidad o la dejaremos ir?   Por Jorge Schaar, socio de Asesoría Financiera de Deloitte México   En los últimos meses ha sido una constante escuchar comentarios respecto a las excelentes oportunidades que ofrece México para hacer negocios; muchos analistas, sobre todo extranjeros, ubican al país como uno de los más competitivos en los tiempos recientes. Hoy, es una realidad que, a los ojos de otros, México es un lugar atractivo para invertir: indicadores favorables como mayor actividad en el comercio y la recuperación del empleo, así como un entorno económico positivo respecto a otras regiones que no se encuentran en una posición sólida. Como muestra de lo anterior, podemos mencionar que los participantes de la edición más reciente del Barómetro de Empresas, desarrollado por Deloitte México, consideran que en el 2013 existirá un mejor entorno de negocios en el País, en relación con el año anterior. En este sentido, el clima de inversiones, la situación económica y la seguridad son factores que han influenciado en la mejora de ciertos indicadores (base=100) del ambiente de negocios. Los indicadores relacionados con los factores mencionados anteriormente, se incrementaron en 22, 19 y 19 puntos, respectivamente al compararlos con los obtenidos en el 2012. De ellos, la seguridad registró un crecimiento de 76% en  el índice de medición. Por otra parte, la disponibilidad de crédito y el empleo también presentaron incrementos contra el 2012,  aunque en menor escala, de 10 y 9 puntos, correspondientemente. En adición, de acuerdo con los resultados del Barómetro de Empresas, las expectativas empresariales vislumbran un escenario favorable sobre la situación futura del entorno de negocios, particularmente para el cuarto trimestre de 2013, siendo la situación económica y el clima de inversiones, los elementos mejor evaluados. Al realizar un comparativo de la situación futura respecto a la actual del entorno de negocios, la percepción de los altos directivos es favorable en todos los aspectos encuestados, siendo la seguridad y el empleo los elementos con mejores expectativas (23 y 17 puntos más, respectivamente) para el 2013. Con respecto a la situación futura de las empresas, los participantes del Barómetro de Empresas, visualizan un mejor entorno de negocios, derivado de mejores expectativas  en el empleo y en la producción, al incrementarse su medición en 11 y 9 puntos respectivamente, comparado contra el  cuarto trimestre de 2011. Por el contrario el indicador del nivel de precios solamente se incrementó en 1 punto. Frente a este contexto, vale la pena realizar dos cuestionamientos clave: ¿Qué tan sólido es dicho escenario y cuánto durará? ¿Estamos preparados para potenciar esta oportunidad o la dejaremos ir?  Muchos podrían decir que es difícil saberlo, sin embargo, la respuesta y los resultados que se obtengan después de este buen momento para el País, dependen en buena medida de la manera en que se logre potenciar el abanico de oportunidades que se presenten, en pocas palabras, la capacidad que las empresas tengan para capitalizar el ambiente favorable. Por lo anterior, es importante preguntarse cómo pueden las empresas aprovechar las oportunidades que se les presenten. De inicio, consideramos  que es importante no perder de vista el término “competitividad”, el cual se trata de un concepto amplio que,  en este momento, tiene mayor visibilidad debido a la influencia que genera la actual etapa del ciclo económico; los resultados que se obtengan dependerán, entre otros aspectos, del enfoque con que se aborde. Por ejemplo, si hablamos de la parte baja del ciclo económico, un concepto como la competitividad tomará un papel diferente porque se visualiza desde un enfoque más de corto plazo, de saneamiento, de mayor cautela o de conservar un posicionamiento en el mercado. Cuando nos referimos a la parte normalizada del ciclo económico, el concepto de competitividad está más relacionado con el brindar a la empresa una ventaja frente a las demás, ¿qué influye en que mi organización tenga una posición destacada en el sector y en comparación con mis competidores? En función de lo anterior, ¿Cuáles son los temas que deben atender las empresas a fin de potenciar sus posibilidades de crecimiento y consolidación en un México más atractivo y competitivo como el que actualmente se percibe? , ¿Qué preguntas deben hacerse? A continuación los cinco puntos clave que deben analizar las organizaciones con base en el momento económico que vive el país:   1) Modelo de negocios El entorno actual está cambiando y se vuelve fundamental preguntarnos si se tiene el enfoque adecuado de acuerdo a estas nuevas condiciones. Preguntas clave: ¿Se sabe cuáles son los productos o servicios que el mercado demandará con más fuerza? ¿Se tiene la capacidad para reaccionar frente a esto? ¿Es factible anticiparnos a nuestros competidores? ¿Siguen siendo los mismos?   2) Rentabilidad Ante un ambiente de mayor liquidez, quizá sea momento de considerar un crecimiento inorgánico, capturar sinergias y lograr un uso más eficiente de la base de activos de la empresa. Preguntas clave: ¿Es momento de considerar una fusión o adquisición como parte del plan estratégico de la empresa?  ¿Qué oportunidades existen en el mercado?  ¿Es momento de desinvertir una parte del negocio?   3) Fortaleza financiera La capacidad de reacción ante los cambios (positivos y negativos) del ciclo económico depende, en gran de medida, de la estructura y fortaleza financiera de la empresa y de la solidez de sus relaciones con clientes y proveedores. Preguntas clave: ¿Cuál es la filosofía de la empresa en cuanto a nivel de riesgo y estructura de capital óptima?  ¿Es momento de mejorar las condiciones financieras de la deuda? ¿La estructura financiera es consistente con el plan estratégico de mediano y largo plazo?   4) Estructura corporativa Algunas empresas restan importancia a aquellos factores relacionados con su estructura y organización corporativa. El reto va más allá de contar con una estructura legal adecuada e involucra conceptos como gobierno corporativo, sistemas de reporte financiero, políticas de control, entre otros. Preguntas clave: ¿El nivel de institucionalización de la empresa es acorde con su tamaño y expectativas? ¿Ha limitado las posibilidades de financiamiento o crecimiento? ¿La empresa es capaz de generar reportes e información confiable? ¿A qué áreas se le debe dar prioridad?   5) Estrategia El plan de negocios representa un “plan de vuelo” para la empresa. Además de identificar los objetivos a corto, mediano y largo plazo, debe considerar los riesgos y amenazas y cuál es la mejor manera de enfrentarlos. Preguntas clave: ¿Cuáles son los objetivos de creación de valor de la empresa?  ¿Cómo se visualiza al negocio dentro de 10 o 15 años? Estos aspectos contribuyen a que las empresas requieran hacer  reflexión más completa sobre  cómo está posicionada en el entorno de competitividad que se vislumbra para México hacia adelante.  Sin duda, es un momento clave para identificar los retos, medir los riesgos y capitalizar oportunidades. La pregunta es: ¿estamos preparados?   Contacto: Twitter: @DeloitteMX

 

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