El titular de la Secretaría de Hacienda aseguró que con la reforma financiera  el panorama crediticio en México será más ameno para  las pequeñas y medianas empresas.   Reuters   La amplia reforma a las leyes financieras de México derriba el mayor obstáculo para que las pequeñas y medianas empresas obtengan créditos, al hacer más fácil a los bancos confiscar los activos que se utilizan como colateral, dijo el secretario de Hacienda, Luis Videgaray. La iniciativa, presentada el miércoles por el presidente Enrique Peña Nieto, busca acelerar el flujo crediticio hacia las pequeñas y medianas empresas privadas, que aportan un 74% del total de la fuerza laboral pero que sólo reciben un 15% de los créditos. Videgaray dijo que un negocio podría hipotecar un pedazo de su terreno como garantía para obtener un crédito. “La primera cosa que el banco argumenta es lo difícil que va a ser obtener ese pedazo de tierra (…) en caso de que la empresa no pague el crédito: ir a la corte y obtener el activo”, dijo en una entrevista reciente con Reuters, aprobada para su difusión el miércoles. “Los bancos no les están prestando porque no pueden reclamar sus garantías. Si hablas con los bancos y les preguntas cuál es la razón principal para no ofrecer los créditos suficientes es el alto riesgo asociado con su incapacidad de ejecutar las garantías”, agregó. La encuesta del Banco Mundial sobre las facilidades para hacer negocios pone a México como particularmente débil en cuanto al cumplimiento del contrato, con un promedio de 415 días entre que se inicia el reclamo y el pago, más del doble de tiempo necesario en Singapur, el país mejor ubicado. Un sondeo del banco central mostró que el 40% de las firmas que no adquirieron un nuevo crédito durante el cuarto trimestre del año pasado nombraron el monto del colateral solicitado como una limitante. Videgaray dijo que otro cambio importante en la iniciativa, que aún requiere la aprobación del Congreso, es un nuevo procedimiento para lidiar con la bancarrota y más flexibilidad para la banca de desarrollo, que tiene un portafolio de créditos de casi la mitad del tamaño de la banca comercial. “Ahora su mandato es preservar su capital, que los hace más conservadores que los bancos comerciales, lo cual es contradictorio con el propósito de tener una banca de desarrollo”, indicó. “El nuevo mandato es: fomentar el crédito, por ellos mismos y trabajando con los mercados financieros”, agregó. Videgaray mencionó que el nuevo régimen bancario está en línea con los principios acordados en el seno del Grupo de los 20. La propuesta, parte de un pacto entre el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y los principales partidos de oposición, estuvo detenida por semanas debido a diferencias políticas, que amenazaron con descarrilar los acuerdos. Los líderes del  Partido Acción Nacional (PAN) y del Partido de la Revolución Democrática (PRD) acordaron el martes revivir el pacto gracias a un añadido que garantiza la limpieza de las elecciones y protege los programas sociales .

 

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