Desde que la Reforma Energética permitió abrir el mercado de los combustibles a otros jugadores, ninguno ha crecido como BP. El gigante británico anunció recientemente que llegó a las 400 estaciones en territorio mexicano. Con un plan de expansión que deja entrever la proyección a mediano y largo plazo en el país, BP se anticipa como una empresa que dará mucho más de qué hablar en los próximos meses debido a su crecimiento acelerado. Por ahora ya son 25 estados en los que BP tiene presencia, en los que, de acuerdo con la firma, se atienden a más de 650 mil consumidores. Sin embargo, la presencia de BP en México encuentra sus primeros registros hacia la década de los 60 del siglo pasado. Las primeras inversiones de la trasnacional en el país se dieron con la comercialización y distribución de lubricantes Castrol. “Hoy en día, las actividades de BP en el país incluyen una posición líder en el mercado de lubricantes sintéticos, comercio de gas natural, gas natural licuado, líquido de gas natural y petróleo crudo, así como petroquímicos”, se lee en la presentación de la marca en su página web. Así, los alcances de BP en México no son coincidencia, de acuerdo con los directivos de la marca, sino el reflejo de un trabajo conjunto y del reconocimiento de las necesidades del consumidor mexicano. “El dinámico avance de nuestro plan de crecimiento refleja nuestro compromiso y el arduo trabajo de todo un equipo de profesionales comprometidos con la empresa y, principalmente, con nuestros clientes en el mercado mexicano”, subrayó Álvaro Granada, director general de BP Combustibles México. Otro diferencial que ha marcado este despunte es el uso de la tecnología ACTIVE, propio de la marca, la cual ha sido desarrollada en los laboratorios de BP con la finalidad de conservar el desempeño del vehículo, lo cual logra a través de elementos limpiadores avanzados, que ayudan a conservar los componentes críticos del motor.
Asimismo, la firma se ha hecho de un rápido reconocimiento entre los automovilistas que recorren el territorio nacional, bajo una promesa no sólo de calidad y atención, sino también de garantía en el despacho completo de combustible. “Cada día estamos más cerca de llegar a nuestra meta de crear una red de mil 500 estaciones de servicio para el año 2021”, apuntó Granada. En tan sólo una semana, la empresa logró abrir simultáneamente 10 estaciones en seis entidades distintas (Michoacán, Colima, Durango, Coahuila, Aguascalientes y San Luis Potosí), develando el potencial logístico y las intenciones de crecimiento de la compañía. Otro ejemplo es Chiapas, en donde se ha trazado un plan de expansión para cerrar 2018 con nueve estaciones de servicio, distribuidas en la capital y zonas turísticas. Para reforzar este crecimiento, BP anunció hace un par de meses la construcción de infraestructura para importar gasolina a México y garantizar la distribución en estados del Norte, como Baja California y Sonora, a través del Centro Energético La Jovita, en Ensenada, en donde contará con una capacidad de almacenamiento de medio millón de barriles energéticos. Alrededor del mundo, BP cuenta con 18 mil estaciones de servicio y México se ha convertido en punto estratégico para hacer olvidar pronto esa cifra, pues plantea crecer de 8 millones a 11 millones de consumidores globales para 2021, gracias a la expansión que alcanzará en el país.

 

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