La homologación de los salarios entre México, Estados Unidos y Canadá es inviable, y se trata de un asunto que se decidirá sólo en el país, a pesar de que las autoridades estadounidenses planean que se incluya en la actual renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), señalaron los negociadores nacionales. En el marco del primer día de la ronda inicial de la renegociación del TLCAN, Idelfonso Guajardo, secretario de Economía, advirtió que el aumento salarial será una decisión que se establezca con el consenso de gobierno, sectores empresariales y sociedad civil del país. “México establece de una manera integral y con un diálogo en sus propios instituciones laborales y empresariales el debate sobre su política de salarios mínimos, esto claramente es independiente y sin duda el fortalecimiento de derechos laborales que tendrá un reflejo en el aumento de salarios”, afirmó en conferencia de prensa organizada en la embajada mexicana en Washington. En ese sentido, Guajardo dejó claro que el aumento salarial no forma parte de las negociaciones del pacto trilateral que se llevan a cabo en estos momentos. Durante el mensaje de los representantes de los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá, para marcar el inicio de las conversaciones, el estadounidense Robert Lighthizer insistió en incluir las disposiciones laborares en la negociación, y hacerlas “lo más fuertes posibles”. Por otra parte, Gustavo de Hoyos Walther, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), coincidió en que el debate salarial debe ocurrir en México; aunque admitió que sería inviable generar las mismas condiciones de remuneración que Estados Unidos y Canadá. “Aspirar a que de un día para otro pudieran equipararse las condiciones de remuneración de los tres países sería francamente utópico. Lo que sí es un hecho es que tenemos que avanzar en el caso de México, primero por una exigencia interna, pero también porque son los temas que están ahí en la argumentación para que paulatinamente el ingreso vaya creciendo de una forma más acelerada”, apuntó el líder patronal. Recordó que la organización que encabeza ha solicitado al gobierno federal aumentar el salario mínimo a 92.72 pesos, 12 pesos más, para el segundo semestre del año, y gradualmente situarlo en un rango de 162.35 y 194.68 pesos diarios hacia 2030, con el objetivo de cubrir el ingreso necesario para satisfacer las necesidades del trabajador y su familia. “Un acuerdo de estas características por mucho que sea interés de los tres países de converger hacia niveles similares de comercial, es difícil que en un acuerdo comercial se puedan plasmar estas características. No sería técnicamente viable. México no tendría la capacidad de equipararse de un año para otro a las economías de Estados Unidos y Canadá”, aseguró De Hoyos Walther en Washington.

 

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