México tiene la segunda ciudad en el mundo con más helicópteros privados

Por Javier Quesada El dilema del tráfico es una ruleta rusa. El trayecto en automóvil desde los fracciona­mientos de Cuajimalpa, en el poniente, hasta el centro de la Ciudad de México puede durar de una hora y media a dos, siempre que no haya imprevistos. En helicóptero sólo son siete minutos. Para muchos altos ejecutivos, el uso de estas aerona­ves se ha convertido en una necesidad. Eso ha llevado a que el mercado mexicano haya crecido a una tasa anual de dos dígitos en los últimos años. Hoy, la capital del país es la segunda metrópoli con más helicópteros privados del mundo por encima de Nueva York o Tokio, donde este tipo de naves pertene­cen a las corporaciones; Sao Paulo es la número uno. En total, el parque de aeronaves, ya sean monotores o bimotores, es de alrededor de 600 máquinas; en su mayor parte, se trata de aparatos bastante obsoletos. Sólo en la capital, el número de helicópteros supera el centenar, sin contar con los vuelos que operan desde Toluca o Puebla. El precio medio de una de estas má­quinas oscila en torno de los 3 y 4 millones de dólares (hay modelos Robinson Helicopter desde 500,000 dó­lares, pero no son operativos en la Ciudad de México) y su mantenimiento, con un uso promedio de 200 horas, es de unos 300,000 dólares al año. El número de helipuertos también ha crecido de manera exponencial; en la actualidad, sólo en la Ciudad de México podemos hablar de 180, pero no todos ellos —de hecho, una mínima parte— están certificados. Da clic en la imagen para ampliar.