El gobierno de México ya tiene asegurado el presupuesto de este año y los analistas ven poco probable un recorte adicional, pero sí podrá ocurrir en 2017, si el precio del petróleo se mantiene en los niveles actuales de 23 dólares por barril.     Pese a la turbulencia económica por los bajos precios del petróleo, no habrá un recorte a las finanzas públicas de México… por ahora. El gobierno tiene coberturas contratadas para proteger los ingresos petroleros este año, así como una mayor recaudación de impuestos, incorporada desde 2015, que disminuye la dependencia del petróleo. Sin embargo, en 2017 podría verse un recorte presupuestal considerable. El factor clave para determinar esta medida es el precio del barril de petróleo. Luego de que el 18 de enero registrara su peor nivel (18.90 dólares por barril) desde marzo de 2002, durante la semana del 25 al 29 de enero la mezcla mexicana de crudo ganó terreno y cerró en 25.53 dólares por barril. El “2017 se ve complicadísimo desde la perspectiva de finanzas públicas por muchas razones: probablemente lleguemos con muy bajos precios del petróleo,  poco acceso a coberturas y varios rubros del gasto con presiones importantes al alza”, advierte en entrevista Héctor Villarreal, director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP). Hasta 2014, los ingresos petroleros del gobierno federal representaban 5.3% del Producto Interno  Bruto (PIB); hoy sólo abarcan 2.5%. Aunque México aseguró en 49 dólares el precio por barril para 2016, sólo cubre una cuarta parte (212 millones de barriles) de la producción, pero el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a gasolinas, cuyo precio se ha mantenido y que registrará cambios menores, ha compensado el faltante por ingresos petroleros. “A mediados de septiembre se tendrá que negociar las coberturas del siguiente año. Si los precios del petróleo siguen en los niveles que están, se ve complicado que podamos tener una cobertura”, comentó Pablo López, coordinador de Estudios Económicos de Banamex. Uno de los focos de alarma para pensar en otro recorte, de acuerdo con el analista, era el piso técnico de 20 dólares por barril en aguas someras. No obstante, cuando cruzó esta barrera, Hacienda dijo que México podía resistir hasta 10 dólares por barril.   ¿Dónde más cortar? Ante el escenario del recorte por la caída del petróleo, el recorte sería más efectivo en el gasto corriente, que representa 80% del presupuesto, pues el margen para disminuir el gasto de inversión actual es muy reducido: 20%. El grueso del gasto, cuando se piensa en educación y salud, se lleva mucho del gasto corriente con pensiones, subsidios y gastos de operación gubernamental, y no deja muchas posibilidades de recorte, pero hay organismos gubernamentales completos, incluso secretarías, donde hay mayor margen para recortar. “A mí me parece que la Secretaría del Trabajo, sin mayor problema, podría estar dentro de la Secretaría de Economía y no pasaría nada. Algo muy similar ocurre con la de Turismo. Es una actividad importantísima, pero ¿se justifica tener una secretaría completa? Probablemente no. Además, entrados en gastos, algunas de las funciones de la Secretaría de Desarrollo Social podrían estar en Hacienda, otras en Salud, Educación y no necesariamente tener un ministerio completo. Pero depende del modelo de gobierno al que le estemos apostando”, opinó Villarreal. En total, los tres organismos señalados por el especialista cuentan con un presupuesto de casi 119,000 millones de pesos asignado para 2016. Más que pensar en una cifra para el recorte, Villarreal enfatiza que los ciudadanos deben pensar en qué funciones quieren que desarrolle el gobierno, y a partir de eso proyectar una reingeniería del presupuesto y cómo puede financiarse la población. “El resto del sexenio vamos a estar haciendo malabares, pero eventualmente vamos a tener que ir a una reforma fiscal de verdad.” En ese proceso, dice, será necesario que se revisen los tres grandes componentes del presupuesto: ingresos, gasto público y deuda. “No habrá de otra, porque para estar parchando presupuestos con aspirinas, el límite se siente ya muy cerca”, apunta el directivo del CIEP.   ¿Recorte en 2016? Sólo si la volatilidad se prolonga Si la volatilidad petrolera termina antes de finales de marzo, Villarreal estima un faltante de entre 15-20,000 millones de pesos, que “no es nada en términos proporcionales”. El directivo de CIEP se refiere a los 4.2 billones de pesos que componen el presupuesto anual. Pero si se prolonga hasta el primer semestre causará precios más bajos, y México vería un recorte en la segunda mitad del año de hasta 70,000 mdp. “Dependería del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a gasolinas y lo que pase con el precio del petróleo”, puntualiza Villarreal. El director del CIEP también matiza que el gobierno importa gasolinas más baratas y las reducciones en sus precios han sido mínimas. ¿Puede compensar por completo? La respuesta de Villarreal es no, pero sí es un paliativo “importante”.

 

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