Por Alma Solís Joseph Pulitzer decía que había que prestarles atención a las situaciones inesperadas porque en ellas se encierran a veces las grandes oportunidades, y uno de estos casos puede ser el surgimiento de una alianza comercial entre Panamá y México para conquistar Centro y Sudamérica. Con las nuevas políticas proteccionistas del gobierno de Estados Unidos, una de las recomendaciones de los expertos a México —ya sea que se ponga en práctica o no— es que resulta conveniente mirar hacia sus vecinos del sur y así diversificar sus mercados. Durante los últimos 25 años, desde que entró en vigencia el tratado comercial entre Canadá, México y Estados Unidos, conocido como NAFTA, el comercio mexicano estuvo enfocado en esa área. De esa situación nació una política para reabrir nuevos cauces: el sur es Centroamérica y el resto de Latinoamérica, asegura Andrés Rozental, presidente de la consultora Rozental & Asociados. Puedes leer: La situación en México es como un claroscuro: Cepal Las relaciones comerciales entre México y Panamá favorecen la balanza comercial del país azteca. Panamá exportó un poco más de 6 mdd, mientras que importó más 618 mdd. Algunos de los productos que tienen oportunidades en esta alianza pertenecen a industrias como calzado, textil y confección, alimentos y bebidas, entre otras, dice Ignacio Elías Caparrós, representante de ProMéxico en Panamá. Existe una base de datos que contiene más de 250 productos identificados que tienen estos países, igual que existen oportunidades específicas como transporte e infraestructura. Además de los sectores antes mencionados, existe un punto de atención en el sector automotriz. “Recordemos que México fabrica una gran cantidad de autos, y también hay posibilidades de que podamos ser un gran hub de vehículos de autos”, afirma Carlos Urriola, gerente general de Manzanillo International Terminal, uno de los puertos establecidos en tierras canaleras. Pero para convertir esto en una realidad y para que Panamá siga siendo un hub para todo tipo de productos, ya se trabaja en los certificados de origen. Urriola piensa que es muy importante resolverlo, pues de no ser así las mercancías que pasen por Panamá podrían carecer del reconocimiento de origen. Esta situación sería un problema para los planes de convertir a Panamá en un hub de cualquier país. Lo que está haciendo el gobierno, en este caso lo explicó la viceministra de negociaciones comerciales de Panamá, Diana Salazar, es que Panamá y México tienen el certificado de reexportación habilitado, el cual contempla diferentes tipos de comercializaciones sin perder el origen. Además, Salazar reconoce que el certificado es el mayor problema que tiene Panamá para que sea aceptado, por lo que están trabajando en un compromiso con Perú, al igual que con Chile se encuentran en proceso de establecerlo y revisan nuevas dimensiones. En el caso de Centroamérica no tienen ese problema.

 

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