La elección de un jugador debería de ser por su trabajo en equipo, seguido por su disciplina, su talento individual, y su adaptación tanto al equipo como al lugar.   Directivos de 1,400 empresas en el país piensan que México se quedará otra vez en la ronda de octavos de final del Mundial de Brasil, como ha ocurrido en las últimas cinco ediciones del campeonato. De acuerdo con la Encuesta Mundial de Futbol Brasil 2014 de KPMG en México, realizada entre más de 1,400 directivos de las empresas, la Selección Mexicana alcanzará únicamente los octavos de final (46%), mientras que el 35% indica que ni siquiera superará la fase de grupos. El 16% confía en que se llegará al quinto partido, y una minoría optimista, sostiene que el equipo mexicano arribará a las semifinales (2%) o a la final (1%). De los miembros de Alta Dirección, el 82% señala que Brasil llegará a la final del mundial, y 55% opina que lo hará Alemania. Roberto Cabrera, Socio a Cargo de Industrias y Mercado de KPMG en México señaló que: “las respuestas de los encuestados resultan un poco paradójicas, dado que solo 3% considera que jugar en territorio propio o cerca de él es un factor importante para que una selección salga campeona del mundo, y por otro lado la mayoría considera que en este Mundial, Brasil será el ganador”. El trabajo en equipo es el factor principal para que una selección de futbol se corone campeona de la copa Mundial, la estrategia y la preparación son los otros dos determinantes. En la encuesta, ocho de cada diez afirman que si fueran el director técnico de la Selección Mexicana, elegirían a sus jugadores por su trabajo en equipo, seguido por su disciplina (60%), su talento individual (54%), y su adaptación tanto al equipo, como al juego, al director técnico y al lugar (52%). “Los directivos encuestados confirman que el talento de los integrantes de un equipo en una selección de fútbol como en una empresa, es crucial para conseguir un único objetivo: meter gol en el arco contrario o, desde la perspectiva del negocio, cumplir con la misión y la visión de una organización”, señaló Roberto Cabrera, Socio a Cargo de Industrias y Mercado de KPMG en México. Los directivos señalan que la calificación de una selección depende de: los jugadores; director técnico; estrategias financieras  (convocatorias, patrocinios, juegos de preparación en el extranjero, presupuesto) y los rivales que enfrenten en las eliminatorias, en ese orden. La estrategia que la mayoría de los directivos utilizarían (44%) para su alineación en el primer partido sería ofensiva; el 33% declara que su táctica dependería de las circunstancias y 17% se inclina por conservar la alineación utilizada en los partidos de preparación. Al preguntarles si la Selección Mexicana necesita jugadores naturalizados, 68% de los directivos opina que sí, debido a que lo importante es el valor que aporten los elementos seleccionados, no su lugar de origen “En los negocios, el capital humano es la base de cualquier organización. En el fútbol los jugadores son la base del juego; por ello, comparto la opinión de la mayoría de los directivos encuestados de que la clasificación a un mundial depende de los jugadores, principalmente. Asimismo, las estrategias de un equipo o de una compañía deben estar alineadas con su capital humano, para aprovechar la experiencia del personal, y que esto aporte valor en cada jugada y en cada decisión que se tome”, señaló Roberto Cabrera.   El Mundial como negocio Casi la totalidad de los encuestados (98%), considera que el balompié ha trascendido más allá de ser un deporte para convertirse en un negocio Sólo 23% de los encuestados comprará la camiseta oficial de la Selección Mexicana, pero casi la mitad (43%) adquirirá algún artículo promocional (balón, termo, cartera, llavero, playeras, etc.). “La trascendencia del fútbol como negocio es innegable. Un reflejo de esto es el número de personas y directivos que seguirán los partidos durante las cuatro semanas que dura el torneo, así como las compras que se harán de productos conmemorativos. La copa del mundo se ha convertido en un acontecimiento con un impacto económico muy relevante, no solo para el país sede, sino para la mayoría de las economías del mundo”, comentó Roberto Cabrera. “Uno de los objetivos de la FIFA es utilizar el poder de este deporte como instrumento para construir un futuro mejor, en el cual, los negocios juegan un papel relevante, dado el volumen de operaciones económicas que el fútbol moviliza en los cinco continentes”, concluyó Roberto Cabrera.

 

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