Las empresas deberán pagar un impuesto del 5% de sus ingresos acumulables, que se destinarán a estados y municipios en los que operan; aseguran que este pago es innecesario pues deben pagar para ‘protegerse’ de la delincuencia organizada.    Reuters   Empresas mineras que operan en México, afectadas por la caída en los precios de los metales, están preocupadas por un plan del Gobierno de imponerles inéditas regalías, y argumentan que ya pagan un impuesto de “seguridad” encubierto para protegerse de la delincuencia relacionada con el narcotráfico. Bajo los términos del proyecto de ley, que se espera que entre al Congreso para su votación el miércoles, buena parte de los fondos que se recaudarían por la regalía, de 5% sobre las ganancias antes de impuestos, irían a los estados y municipios en los que operan las mineras en México, el productor de plata más importante del mundo. El cobro de estas regalías forma parte de un plan más amplio del Gobierno para elevar la débil recaudación fiscal de la segunda economía de América Latina y equipararla con competidores regionales como Perú, Brasil y Chile. Pero empresas mineras extranjeras y nacionales dicen que el plan está mal programado y no toma en cuenta los altos costos de seguridad asociados a la inversión en México. Cerca de 70,000 personas han muerto a causa de la violencia vinculada al narcotráfico desde inicios del 2007, cuando el Gobierno de entonces presidente Felipe Calderón lanzó un operativo contra los cárteles. “La industria minera está bajo ataque”, dijo Keith Neumeyer, director general de First Majestic, una minera canadiense de plata que asegura gastar alrededor del 10% de su presupuesto anual en seguridad. “Tenemos guardias armados alrededor de todas nuestras minas, hace 10 años que no tienen ningún tipo de seguridad”, agregó. “Es el costo de hacer negocios en México (…) No tenemos otra opción”. Ahora, con los precios de los metales disminuyendo y la expectativa de que se apruebe la regalía, First Majestic ha tenido que adaptar su estrategia. Las empresas mineras que operan en México están sujetas al 30% de impuesto sobre la renta. En el último par de semanas, First Majestic recortó su presupuesto de inversión 2013 para México en más de un 15% a 160 millones de dólares (mdd), citando la caída de los precios de los metales, la nueva regalía y el costo de proteger sus activos y mano de obra. Neumeyer dijo que el año pasado, First Majestic perdió un valor de cuatro mdd de concentrado de plata en camiones que fueron secuestrados. Las pesadas barras de plata las sacan del país por vía aérea y ahora están buscando mover más de su negocio al extranjero.   La era del oro Las inversiones mineras en México treparon a 25,000 mdd entre el 2007 y el 2012, de las cuales un 40% fueron extranjeras, atraídas por los crecientes precios de los metales. Eso ayudó al sector minero -cuarta industria más grande de México detrás de la electrónica, los automóviles y del petróleo- a aumentar en un 134% sus ingresos entre 2009-2011. Las empresas canadienses representan aproximadamente el 70% de toda la inversión extranjera en minería, y los expertos dicen que “esas firmas, muchas de las cuales están en la costosa fase de exploración, serían las más afectadas por las regalías”. A diferencia de Grupo México, la mayor minera nacional, que se ha diversificado en el extranjero y en la infraestructura y los ferrocarriles, las cinco minas de First Majestic están en México y deberían pagar regalías. Sin embargo, las experiencias de los mineros con el crimen organizado varían. Armando Ortega, vicepresidente de New Gold Inc. para América Latina, dijo que “a pesar de los problemas de seguridad en la mina de oro de 100 mdd, ubicada en el estado norteño de San Luis Potosí, la presionante situación de seguridad había mejorado levemente en los últimos años. “La situación de seguridad no va a sacar a la gente de México”, dijo, y agregó que sus clientes -principalmente los bancos canadienses- asumen todos los costos del transporte y los riesgos. “Las empresas mineras han aprendido a vivir con eso”. Aún así, hace un año, un grupo de desconocidos intentó secuestrar al jefe de seguridad de la mina, en un intento frustrado por el ejército mexicano, dijo Ortega. Pero este tipo de eventos ya fue demasiado para algunos. “¿La gente se da cuenta de los problemas de seguridad en México?” dijo John-Mark Staude, presidente ejecutivo de Riverside Resources Inc, que ha trasladado el 30% de su negocio fuera de México debido a los costos de seguridad. “(Hay) muchos retos para operar”.

 

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