Para muchos es un hecho que después de un periodo de intensa globalización económica que reconfiguró las cadenas de producción internacionales, fragmentándolas y dispersándolas, el nearshoring o relocalización de empresas trasnacionales emergió como una tendencia vertiginosa impulsada por enfoques proteccionistas. Este fenómeno cobró especial relevancia después del comienzo de la crisis sanitaria y económica desatada por la pandemia. 

Bajo esta coyuntura, el nearshoring representa una oportunidad sin precedentes para la región de América del Norte, y en especial para México, ya que conlleva la posibilidad de fortalecer los vínculos económicos con países aledaños, así como crear relaciones fructíferas con empresas globales que cuentan con el potencial de desempeñar un papel sustancial en el crecimiento económico de compañías locales y, por ende, proyectar el avance de la sociedad en su conjunto.

En el Consejo de Empresas Globales consideramos que México dispone de un plazo de hasta seis años para maximizar el potencial del nearshoring. Los beneficios se deben concretar mediante estrategias ágiles y efectivas, especialmente si se involucra a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) en las cadenas de valor y en el marco de un crecimiento equitativo. 

En la región de América del Norte, las mipymes desempeñan un papel fundamental como impulsoras del desarrollo económico y social, particularmente en México donde representan más del 95% del tejido empresarial y generan más del 70% de empleos locales. Por ende, promover el crecimiento económico de las mipymes adquiere un carácter estratégico de cara al fenómeno del nearshoring con miras a fortalecer su posición competitiva en el ámbito global.  

Uno de los aspectos primordiales para los inversores interesados en México es la identificación de proveedores confiables y preparados adecuadamente para hacer frente a las demandas de un mercado que tiende a ser cada vez más dinámico y exigente. Es justo en esta área donde las mipymes tienen una mayor oportunidad estratégica para integrarse a la cadena de suministro.

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Sin embargo, fomentar su integración requiere una colaboración tripartita entre gobiernos, la iniciativa privada y las mipymes. Esto puede lograrse a través de políticas y programas que incentiven la cooperación, capacitación y acceso a financiamiento, para propiciar un crecimiento integrado, especialmente en los sectores estratégicos mexicanos, como el automotriz, aeroespacial y de dispositivos médicos.

Desde una perspectiva global, las estrategias viables para lograr este fin son: 

Grupos de trabajo y asesorías: la promoción y facilitación de un diálogo constante y respetuoso entre las empresas privadas interesadas y los empresarios locales se torna esencial a la hora de explorar y resaltar oportunidades viables de crecimiento. De igual manera, la difusión de casos de éxito protagonizados por proveedores locales que han ganado reconocimiento por parte de compañías a nivel global también constituye un enfoque óptimo para que los aspirantes locales puedan aprender y desarrollarse conjuntamente, y fomentar un entorno propicio para el crecimiento.

La transmisión de tecnologías y conocimientos es una de las bondades del nearshoring, y las mipymes se vuelven terreno fértil para la innovación y la captación y desarrollo de talento. Así que crear espacios de capacitación y asesoría posibilita el crecimiento de quienes serán los proveedores de los grandes inversores. 

Programas y políticas de apoyo: La elaboración de más programas y políticas resulta fundamental para atender áreas de oportunidad particulares y otorgar cursos o facilidades para mejorar la gestión empresarial, optimizar la calidad, así como el financiamiento para obtener certificaciones internacionales, las cuales son un estándar de confianza y calidad para grandes corporativos.

Centro de atención para IED: La creación de un Centro de Atención para Inversión Extranjera Directa (IED) se destaca como una iniciativa estratégica que busca simplificar el proceso de inversión para empresas interesadas en establecerse en México. Este centro operaría como un vehículo para respuestas ágiles, conectando con los tres niveles de gobierno y ofreciendo información precisa y asesoramiento exhaustivo sobre los requerimientos legales y administrativos de la inversión extranjera directa.

La coyuntura del nearshoring abre un amplio abanico de oportunidades. Sin embargo, resulta imperativo adoptar un enfoque rápido y estratégico para no dejar escapar este momento propicio. En este sentido, vale la pena impulsar el desarrollo local sin perder de vista el contexto global en el que estamos inmersos. Encauzar a las mipymes hacia el papel de proveedores en la cadena de suministro a nivel global constituye el primer paso en la creación de proveedores competitivos a nivel mundial y favorece el crecimiento igualitario. 

Descuidar esta iniciativa podría traducirse en la pérdida de una valiosa oportunidad. Desde las empresas globales, con la finalidad de fomentar un ambiente de negocios más favorable y potenciar la capacidad y el potencial de la región y el país, estamos listos y comprometidos para colaborar de manera conjunta por el bien de nuestra economía y el futuro del país. 

La oportunidad es ahora y hay mucho en juego. ¿Estamos dispuestos a aprovecharla al máximo? 

Contacto:

Manuel Macedo, vicepresidente del Comité Ejecutivo del Consejo de Empresas Globales en México.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

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