Por Luis Hernández Alburquerque* La irrupción de diversas tecnologías emergentes y modelos de negocios en el mundo empresarial han provocado que muchas organizaciones establecidas sean adquiridas, disminuyan su capacidad de competencia, pierdan valor de mercado o simplemente desaparezcan. Empresas como Motorola, Nokia o Kodak son algunos ejemplos de empresas que fueron iconos y acapararon sus industrias, pero debido a la falta de adaptación a las necesidades del consumidor o a no tener procesos de innovación transversales en su organización perdieron valor de mercado y fueron absorbidas por otras o simplemente redujeron sus operaciones a una mínima expresión. De acuerdo con un estudio reciente realizado con el índice de las 500 compañías de Standard & Poors (S&P), se encontró que el tiempo de vida promedio de las compañías era de 33 años en 1964 y que para 2027 se estima que este solo sea de 12 años. El problema es que muchas empresas continúan operando con los mismos modelos de negocios y principios económicos de hace 20 o más. Para que las organizaciones continúen creciendo, estas deben renovar su espíritu emprendedor y transformar una cultura corporativa que busca únicamente eficiencias operativas hacia otra que incluya una mentalidad enfocada en el cliente y en el crecimiento. Para lograr el primer objetivo, el emprendimiento corporativo basado en la innovación permite identificar oportunidades de negocios emergentes y renovar negocios y productos existentes, para ello debe considerar:
  • Identificar las tecnologías y modelos de negocios emergentes que están transformando la industria,
  • Analizar la capacidad de competencia de la organización,
  • Mapear oportunidades de negocios emergentes que representen un crecimiento para la compañía,
  • Seleccionar aquellas oportunidades más apropiadas para la organización,
  • Crear un portafolio de negocios emergentes,
  • Utilizar herramientas agiles para implementar los nuevos negocios y
  • Apalancar recursos existentes de la compañía como pueden ser canales de venta, logística, posicionamiento de marca y todo aquello que sirva para acelerar el crecimiento.
Para conseguir el segundo objetivo, la organización debe comprometerse con implementar cambios en su estructura organizacional y en su estilo de liderazgo a través de:
  • Diseñar organizaciones ambidiestras que permitan operar los negocios actuales y a la vez experimentar con nuevos modelos de negocios y tecnologías emergentes,
  • Atraer talento que desafíe el statu quo de la organización y
  • Establecer un liderazgo que permita la coexistencia de los dos puntos anteriores.
Un ejemplo claro de cómo construir una organización ambidiestra es el Puerto de Cartagena – el puerto ha sido galardonado 9 veces como el mejor puerto del Gran Caribe –, el cual se dio cuenta a tiempo de las transformaciones en la industria logística e identificó nuevas oportunidades de negocio a través de la industria 4.0 y ha construido alianzas con diversas startups para ofrecer a sus clientes, soluciones de transformación digital en la industria logística. Con ello, el Puerto de Cartagena no solo busca consolidar su posición actual, sino que también genera nuevas fuentes de ingresos para la compañía que fortalecen su crecimiento. Provocar una transformación en su organización no es tarea fácil, pero quién perciba los beneficios de los cambios de hoy en día, se dará cuenta que las disrupciones actuales ofrecen beneficios no sólo para quién desee permanecer en el mercado, sino también lograr crecimientos de 5X, 10X o más. *CEO Alsis. Autor del libro: “La Dinámica de las 4 Aes”.   Contacto: Correo: [email protected] Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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