La agencia de calificaciones analiza una reducción a la perspectiva crediticia del país, si para la primera mitad de 2014 su economía decepciona  y su carga de deuda no cede.     Reuters   SAO PAULO – Moody’s Investors Service podría rebajar este año el panorama de calificación de Brasil si la economía decepciona en la primera mitad de 2014, dijo Mauro Leos, analista de crédito senior de la firma para Brasil. No obstante, si la economía se comporta como se espera, Moody’s aguardará hasta evaluar las políticas del Gobierno que surja de las elecciones de fines de este año para decidir el futuro de la calificación del país. La calificación “Baa2” de Brasil está a sólo dos escalones dentro del grado de inversión. “Tan pronto tengamos las cifras oficiales del PIB y del desempeño fiscal de los primeros seis meses deberíamos tener una idea bastante buena de cómo será el 2014”, dijo Leos en una entrevista con Reuters. “Si (el resultado resulta) como esperamos, aguardaremos a las elecciones y el mensaje (económico) del nuevo Gobierno. Si es más débil, analizaremos los posibles cambios y, de ser más fuerte, no haremos nada”, agregó el analista. El escenario base de Moody’s para Brasil en el 2014 prevé un crecimiento del Producto Interno Bruto de un 2% y un superávit del presupuesto primario de un 2% del PIB. Un sondeo semanal realizado por el Banco Central de Brasil y publicado el lunes mostró que los economistas pronostican que el crecimiento será de un 1.95% en 2014, por debajo una expansión de 2% de la encuesta previa. En septiembre de 2013, Moody’s cambió su perspectiva de Brasil a “estable” desde “positiva” ante un bajo crecimiento que frenó el repunte en varios indicadores económicos y fiscales. En un reporte publicado, la calificadora dijo que una señal importante de deterioro era la relación deuda/PIB. El coeficiente había estado declinando lentamente durante los últimos años, cuando Brasil estuvo comprometido con metas altos para su superávit de presupuesto primario, o exceso de ingresos sobre gastos antes del pago de deudas. Pero en 2013 el Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff redujo su objetivo de presupuesto primario y ofreció exenciones fiscales para tratar de impulsar el crecimiento. El Gobierno inició el año con una meta de un 3.1% del PIB y la bajó a un 2.3%, aunque lo más probable es que el superávit sea de apenas un 2%. Como resultado, el coeficiente deuda/PIB de Brasil ahora trepa hacia un 60 por ciento y, según Moody’s, podría alcanzar el 62% en 2014. “La trayectoria que tome (la relación) deuda/PIB influenciará fuertemente la perspectiva del crédito soberano de Brasil”, dijo la agencia en su informe. “Una pregunta importante para la calidad del crédito soberano es si las autoridades pueden restablecer las condiciones que eventualmente conducirán a una tendencia declinante en el coeficiente de la deuda”, añadió. Standard & Poor’s y Fitch Ratings también tienen a Brasil en la segunda más baja calificación de grado de inversión. S&P le asignó un panorama de calificación negativo a Brasil en junio pasado, lo que implica que este año o en 2015 podría aplicar una rebaja en su calificación.

 

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