Moody’s redujo el martes la calificación de la estatal Comisión Federal de Electricidad de México (CFE) a “Baa2” desde “Baa1” y cambió su perspectiva a “estable” desde “negativa”, luego de su decisión de rebajar la nota soberana de México.
El viernes, la agencia recortó la calificación de México a “Baa2” desde “Baa1”, argumentado tendencias económicas y fiscales que prevé seguirán mermando el perfil crediticio de la nación, y el lunes bajó a “B1” desde “Ba3” la de la petrolera estatal Pemex.
“Estas acciones de calificación fueron provocadas por el anuncio de Moody’s el 8 de julio de 2022 de que había rebajado sus calificaciones del Gobierno de México a Baa2 desde Baa1”, indicó la agencia calificadora.
Explicó que lo anterior es por la importancia crítica de la fortaleza financiera y el apoyo del gobierno en la evaluación del perfil crediticio de Pemex debido a su alto riesgo de liquidez.
La acción también consideró los altos vencimientos de deuda de Pemex en 2022-2024 y las expectativas de Moody’s de que el flujo de caja libre siga siendo negativo y la necesidad de grandes cantidades de financiación externa dadas las persistentes pérdidas en el negocio de refinación de la empresa.
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De igual forma, valoró la necesidad de mantener el Capex al menos en los niveles actuales para sostener la producción y las reservas estables, y los altos gastos por intereses.
“También tuvo en cuenta que el acceso de Pemex a los mercados de capitales es actualmente limitado dado su alto riesgo crediticio intrínseco”, añadió Moody’s.
Destacó que si bien, los elevados precios del petróleo en 2022-2023 en comparación con los niveles de 2020-2021 apoyarán una mayor generación de efectivo en el negocio de exploración y producción, simultáneamente aumentarán las regalías y los costos operativos en el negocio de refinación.
Con información de Reuters.
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