La nota pasó a “estable” desde “positivo” debido al débil crecimiento que ha mostrado el país; la agencia aseguró que aunque la economía brasileña diera señalas positivas no sería suficiente para restaurar las métricas de crédito.   Reuters SAO PAULO – La agencia calificadora Moody’s Investors Service rebajó su panorama para nota de la deuda soberana de Brasil a “estable” desde “positivo”, debido a que la mayor economía de América Latina lucha con el impacto de tres años de bajo crecimiento, débil inversión y creciente deuda. Moody’s ratificó la calificación crediticia soberana del país en “Baa2”, el penúltimo nivel de grado de inversión. La compañía mejoró su panorama a “positivo” en el 2011 y, a fines del año pasado, tomó la inusual medida de postergar en un año más su decisión sobre una posible alza de la nota. La decisión señala las crecientes preocupaciones del mercado de que la economía de Brasil, que al final de la década pasada se creía que estaba ingresando a un período de vibrante expansión, se esté quedando atrás de otros mercados emergentes. “Aun cuando hay señales de que la economía brasileña podría estar comenzando a recuperarse, la opinión de Moody’s es que, si se materializa la remontada y cuando lo haga, es poco probable que sea lo suficientemente fuerte como para restaurar la tendencia positiva en las métricas de crédito de Brasil”, dijo Mauro Leos, agente de Moody’s que supervisa al país, en un comunicado. Las agencias Moody’s, Standard & Poor’s y Fitch Ratings tienen actualmente a Brasil con la penúltima nota del grado de inversión, pero hasta el miércoles Moody’s era la única de las tres con un panorama positivo para la nota. S&P recortó el panorama de su calificación equivalente “BBB” a negativo desde estable en junio. Leos dijo que, si bien Brasil enfrenta una situación claramente menos favorable que en los últimos meses, hay elementos que dan respaldo a la calificación del país “cuando se compara con sus pares de calificación inferior Baa3”. Algunos de ellos incluyen el déficit de cuenta corriente relativamente manejable del país, su resistencia a las turbulencias externas y vigentes programas de inversión en infraestructura. Leos dijo esta semana en un evento de Moody’s en Sao Paulo que la economía de 2.3 billones de dólares sigue estancada en baja velocidad, con una estimación de crecimiento de apenas un 2.5% para este y el próximo año. Eso se debe a “problemas estructurales” como baja inversión y mala infraestructura, lo que significa que cualquier acción para mejorar la calificación del país necesitará un “enfoque de largo plazo” del Gobierno, agregó. Un aspecto que ha preocupado durante meses a las compañías de calificación crediticia es el empeoramiento de la tendencia de la deuda del Gobierno. La deuda pública de Brasil equivale a casi un 60% del producto interno bruto, comparada con una tasa promedio de un 45% para los países con nota Baa2.

 

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