Cuando parecía que nadie podría vencer al gigante de la informática Google, la aplicación de transporte público Moovit lo logró. Resulta que en términos concretos, la app ha podido mapear más rutas de transporte que Google Maps.   De acuerdo con datos proporcionados por Moovit, en los 2.5 años que tiene de operación ha creado mapas de transporte público de casi 40,000 ciudades, mientras que la aplicación de Google lo ha conseguido en 18,000; esto es poco más del doble. Además, mientras que GMaps ha censado 2.5 millones de estaciones de transporte público, Moovit tiene en su inventario cerca de 4 millones. La diferencia entre ambas es bastante notable. La aplicación ofrece un mapa del transporte público de las ciudades, lo que permite al usuario conocer la mejor manera de transportarse de forma rápida y eficiente. También es una herramienta muy útil cuando se está de visita en una ciudad que no conocemos. Para conseguirlo, Moovit ha empleado dos métodos:
  1. Se ha acercado a los gobiernos de las ciudades y ha pedido los GTFS (General Transit Feed Specification), que no son otra cosa sino la descripción de las rutas de transporte público de una ciudad, las líneas y las paradas existentes, y la frecuencia con la que se mueven las unidades. De ésta manera se crea un mapa de transporte público con datos oficiales.
  2. Los comentarios y revisiones que los usuarios hacen de las rutas y paradas, que mejoran los algoritmos y experiencia de uso de la aplicación.
Pero no todas las ciudades cuentan con dicho documento, como Buenos Aires, o son ciudades tan dinámicas que los datos de los gobiernos son rebasados porque aparecen rutas o concesiones debido a la demanda de movilidad de la población. De ahí que buscaron otra forma de conseguir los datos exactos de las rutas de transporte en una ciudad, a través de un equipo operativo que hace un primer mapeo; después, los usuarios –de forma colaborativa– empiezan a construir o a recomendar rutas o variaciones del transporte público que los demás pueden consultar. Si una persona empieza a hacer recomendaciones o acotaciones a través de las 14 variables que ofrece la aplicación, los demás usuarios pueden aprobarlas o recomendarlas; entonces dicha persona sube de nivel y se convierte en editor o superusuario, lo que le permite modificar los datos que aparecen en los mapas y las hojas de ruta. Así, la aplicación adquiere un carácter mucho más colaborativo y confiable con datos en tiempo real. En términos concretos, los usuarios han mapeado casi 40% del total de las ciudades. “Utilizando el autorritmo y el saber hacer de tantas personas que conocen bien su ciudad, la aplicación entra en un proceso de actualización constante que permite una experiencia de uso del transporte público más efectiva”, señaló Alex Torres, chief marketing officer de Moovit. “Si bien es imposible ofrecer datos precisos sobre horarios y frecuencia del transporte público debido a la cantidad de variables que pueden incidir sobre su eficiencia, queremos ofrecer una experiencia lo más cercana a la realidad basados en los datos que los usuarios proporcionan a la comunidad”, comentó. Moovit crece a pasos acelerados con más de un millón de usuarios mensuales. Tiene presencia en más de 700 ciudades en 56 países, y de sus más de 28 millones de usuarios, poco más de 8 millones son latinoamericanos. Todos ellos generan más de 10 millones de informes de tráfico que diariamente alimentan los algoritmos de la aplicación para mejorar su desempeño. En México, la aplicación funciona en el DF, Guadalajara, Monterrey, Querétaro y León. Y próximamente contará con servicio en Chihuahua, Mérida, Cancún y San Luis Potosí, haciendo un total de 9 ciudades. El transporte público es un dolor de cabeza, sin importar la ciudad donde te encuentres. No sólo hay que lidiar con apretones o que no haya unidades disponibles; hay que considerar el tráfico, los horarios pico, las opciones más viables o que rutas aparezcan y desaparezcan como por arte de magia, y que las dimensiones de cualquier ciudad rebasan la memoria de cualquier ser humano como para aprendérselas de memoria. La inteligencia colectiva puede ayudar a mejorar no sólo el transporte público, volviéndolo eficiente y mucho más dinámico, sino también a que las personas planeen mejor su día a día y mejoren su calidad de vida, invirtiendo menos tiempo en trasladarse a sus destinos. El conocimiento de la comunidad puede beneficiar a todos.   Contacto: Correo: [email protected] Twitter: @sincreatividad   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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