Más de 24 horas después de concluida la jornada electoral del 6 de junio tardó la dirigencia del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en la Ciudad de México, encabezada por Héctor Ulises García Nieto, en salir a fijar una postura sobre los resultados de las elecciones.
Y lo hicieron a través de un comunicado de prensa y no de una comparecencia pública, en el que apenas reconocen la derrota y se empeñan en acusar una campaña sucia en su contra, así como supuestos actos ilegales de la oposición.
“El resultado electoral en la capital del país es, sin duda, una llamada de atención al trabajo de los dirigentes del partido y a su organización. Este nos obliga a realizar una revisión interna de su funcionamiento y vinculación lo más objetivo y autocrítico posible para recuperar la confianza de la ciudadanía”, reconoce Morena, pero enseguida desvía la atención en otra dirección: “sin embargo, es necesario remarcar el regreso de prácticas ilegales de la coalición en este proceso electoral”.
Resultados en alcaldías
Entre las supuestas irregularidades, dice Morena en su comunicado, “destacamos la compra masiva del voto, rebase de topes de (gastos de) campaña y presupuesto del extranjero para potencializar la imagen de candidatos y partidos de la oposición en las calles de nuestra ciudad”.
El silencio de más de 24 horas tras los resultados electorales adversos solo fue roto por Morena para acusar supuestas prácticas ilegales por parte de la alianza PAN, PRI y PRD, y de una presunta campaña de desprestigio en su contra, que fue el mismo guión que siguieron este lunes el presidente Andrés Manuel López Obrador y la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, para referirse a la pérdida de seis alcaldías y 13 diputaciones.
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Como lo hiciera antes el presidente y la jefa de gobierno, la dirigencia morenista mencionó que no pudo “combatir el discurso de odio, de descalificación y la campaña negra en contra de Morena y sus representantes, que inclusive en plena veda electoral y el día de la elección, debilitó nuestra lucha por una sociedad más equitativa”.
“La campaña fincada en panfletos, videos, grabaciones, llamadas telefónicas, mensajes vía WhatsApp, la descalificación en medios masivos de comunicación en radio, prensa y televisión, encabezada por periodistas, columnistas, líderes de opinión, articulistas, logró deformar la imagen de nuestro partido y sus objetivos”, remarca.
Y hacia el final de su posicionamiento intenta recomponer y minimizar los resultados electorales: “Morena se mantiene como el partido más grande en la Ciudad y en el Congreso local, siendo no solo el más representativo, organizado y con un proyecto en marcha con políticas realizables y principios éticos y democráticos. En los lugares en los que Morena venció, agradecemos la confianza otorgada a nuestro partido, candidatas y candidatos postulados. ¡No les fallaremos!”.
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De los candidatos y candidatas de las seis alcaldías todavía gobernadas por Morena, pero que fueron arrebatadas por la alianza PAN, PRI y PRD en la elección de este domingo, hasta las 19:00 horas de este lunes solamente Víctor Hugo Romo, de Miguel Hidalgo, había reconocido de manera pública su derrota. El resto ha optado por guardar silencio.
Ni Vidal Llerenas, quien perdió Azcapotzalco; Eduardo Santillán, que perdió Álvaro Obregón; Patricia Ortiz Couturier, que perdió Magdalena Contreras; Gabriela Osorio, que dejó ir Tlalpan; Dolores Padierna que perdió el bastión de Cuauhtémoc, han emitido alguna postura pública sobre su derrota ante los candidatos y candidatas aliancistas.
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