Por: Edmar Ariel Lezama*

 

A mitad del inicio de una contingencia sanitaria provocada por COVID-19 y que tiene a todo el mundo trabajando en medidas de atención hospitalaria, de reorganización de vuelos internacionales, de campañas de sensibilización sobre cómo evitar o enfrentar la pandemia, la Cámara de Diputados en México consideró que la mejor opción en este momento era aprobar las leyes generales de Instituciones y Procedimientos Electorales, y de Partidos Políticos, con lo cual ya no es necesario abandonar el cargo para buscar la reelección legislativa, facilitando así el procedimiento.

Cabe mencionar que la medida tenía tiempo ya en la Constitución mexicana y que lo aprobado por Diputados en algún momento debía ser discutido y puesto en marcha, por lo que el problema no radica en el hecho de facilitar la reelección, sino en el momento y las formas en cómo se hizo.

Mientras en Estados Unidos el Congreso está aprobando gasto que haga frente a la pandemia (8,300 millones de dólares), y en Alemania, su Parlamento discute temas sobre cierre de fronteras, migración y temas sanitarios, en México se cree que es más importante facilitar reelecciones.

La crítica no sólo se hace por el momento que México y el mundo vive, sino también por la forma, ya que, al momento de aprobarse, la modificación no estaba en la orden del día de temas a discutir, no se encontraban los partidos de oposición, lo cual significaba discutir y quizá mejorar lo aprobado, así como estar en un país el cual se encuentra desinformado sobre lo que se viene ante el COVID-19 y cómo resolver la parte de ingresos para todos los trabajadores informales.

A mitad de ese escenario, en el cual existía completa facilidad para aprobar lo propuesto, los Diputados aprovecharon la oportunidad para no tener que dar explicaciones a nadie, discutir en tribuna y ser expuesto ante la sociedad, ya que ella en este momento se encuentra preocupada por todo lo relacionado a la enfermedad.

El único argumento que los Diputados ofrecieron ante lo hecho fue que el próximo periodo electoral inicia en septiembre y no se puede modificar la ley tres meses antes del evento, es decir, mirando a las elecciones intermedias del verano de 2021, por lo que, de no hacerlo en este momento, significaría que ellos tendrían que separarse del cargo y volver a competir, cosa que no desean hacer.

No se critica la reelección, ni el hecho de que puedan competir sin separarse del cargo, ya que ese par de factores facilita la vida legislativa de un país, obliga a que estemos más atentos de su desempeño para que el repetir sea una posibilidad real.

Todo lo aprobado es correcto, el error radica en el momento y las formas, ya que los asistentes a esa sesión legislativa pusieron sus intereses particulares por encima de los del país, ya que su reunión no fue para buscar soluciones al problema que vivimos, sino a facilitar un escenario que ellos enfrentarán en un año.

La prioridad en la agenda de los legisladores de MORENA quedó clara ese día.

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*El autor es Coordinador del Programa Único de Especializaciones en Economía, tiene un Posgrado de la Facultad de Economía, UNAM.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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