El líder de los mineros, Napoleón Gómez Urrutia, amenaza con luchar contra Grupo México por lo que considera una campaña sucia en su contra que lo obligó a vivir fuera del país más de ocho años. En entrevista con Forbes México habla sobre el derrame en Sonora y el actual gobierno.   Por Pierre-Marc René   Napoleón Gómez Urrutia está desarrollando una estrategia para reforzar el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana, y dice que pronto regresará a México, luego que los jueces de la Suprema Corte de Justicia de la Nación lo declararon inocente de las 11 acusaciones de desvío de 55 millones de dólares del fideicomiso de los mineros. Agustín Acosta, abogado de Grupo México, empresa que demandó al líder sindical, aseguró que las acusaciones siguen vigentes en el código civil, pero confirmó que ya no pueden ser tratadas por el código penal. Marco del Toro, abogado de Gómez Urrutia, afirmó que el líder sindical que se exilió en Vancouver, Canadá, desde 2006, ya quedó libre de todas las acusaciones, por lo que ya no existen órdenes de aprehensión en su contra. Napoleón Gómez Urrutia platicó con Forbes México vía telefónica desde Canadá. Ahí estaban su abogado y sus compañeros del comité ejecutivo del sindicato, elaborando su plan de regreso a México. Ésta es parte de la charla:   ─¿Ya está planeando su regreso a México en las próximas semanas? ─Vamos a hacer esta revisión completa en estos días, planear una estrategia. Hay muchas cuestiones que todavía requieren revisarse, pero yo creo que en las próximas dos o tres semanas ya tendré un panorama más claro de cuándo será el momento adecuado para regresar. Quiero consultarlo con mis asesores legales, con mis compañeros del sindicato nacional y con los líderes sindicales que han estado conmigo y que me han ofrecido venir conmigo a México cuando yo vaya a regresar, por lo menos los más importantes. “Creo que esto va a ser una buena muestra de que la solidaridad sí funciona en general en todos los terrenos, pero en este caso, desde un principio recibimos el apoyo. Ya veremos en las próximas dos o tres semanas las condiciones e iniciar una nueva etapa hacia la reconstrucción de muchas cosas que fueron dañadas de la organización, pero también de la economía, de las relaciones productivas y eficientes con las empresas.”   ─¿Fueron ocho años? ─Fueron más de ocho años de esta terrible agresión sin precedente en México que afectó desde luego a mi familia, al sindicato nacional, a miles de familias de trabajadores, pero sí puedo decir con mucho orgullo que pude sostener siempre todo el apoyo de mi esposa, de mis hijos, la integridad y la unidad familiar prevalecieron, la lealtad y la solidaridad de la gran mayoría de todos los trabajadores mineros, metalúrgicos y siderúrgicos de México y de muchas otras organizaciones sindicales democráticas de México y desde luego una gran solidaridad internacional.   ─¿Qué planes tiene para el futuro del sindicato minero? ─Cuando fui electo por primera vez en el sindicato, yo diseñé, junto con mis compañeros del comité ejecutivo, varios programas sociales, como programas de educación, de vivienda, de salud, de seguro de vida. Queremos retomar estos programas pero, sobre todo, creo que después de esta profunda experiencia, me siento más humano, me siento más cerca de México, de los trabajadores y del pueblo de México. “Tenemos una mentalidad para reiniciar planes de crear las bases para un crecimiento de nuevo de la actividad minera y siderúrgica en México, con una mayor responsabilidad social de las empresas. Eso queremos que haya. El mundo no tiene que estar basado en la obtención de utilidades a cualquier costo. Incluso como lo hemos visto en caso de Grupo México, Grupo Peñoles, Grupo Acerero del Norte o Grupo Villacero, lo han hecho esos cuatro solamente con base en la salud y la vida de los trabajadores. Nosotros queremos ir mucho más allá de eso y compartir una responsabilidad social y trabajar en armonía. “México, la actividad económica de México y el pueblo mexicano nos merecemos estos y vamos a contribuir, a colaborar. Ojalá el gobierno también tenga una buena disposición para escucharnos y realmente ver que sí actuamos con buena fe, con responsabilidad, con madurez. La relación con muchísimas empresas es totalmente positiva. Sólo son unos cuantos que no han entendido su función social y empresarial de responsabilidad con la sociedad y que tienen una ambición desmedida. Esto tiene que cambiar y trabajaremos muy intensamente en esta dirección.”   ─¿Existe en México una democracia sindical? ─Creo que ha sido limitada y condicionada a muchas cosas. A nivel de declaraciones, de posiciones políticas, sí existe, pero la realidad es que al final los sindicatos están muy restringidos en su actividad y libertad sindical. Fijan topes salariales que no tiene ningún fundamento. Soy economista y puedo perfectamente argumentar que los topes salariales son simplemente para mantener los salarios bajos de México y aumentar la explotación. “Creo que los sindicatos a veces son restringidos en términos de su participación política activa para analizar y denunciar muchas de las cuestiones y de los problemas que no se corrigen. Creo que es una democracia sindical relativa la que existe en México. Es más de los discursos que de los hechos. Hay que trabajar muchísimo en el respeto hacia las organizaciones sociales, hacia la libertad sindical porque México tiene un convenio con la Organización Internacional del Trabajo desde hace más de 60 años.”   ─¿Observa un cambio en el trato de los sindicatos por parte del gobierno actual? ─Sí hay un cambio importante en este gobierno de Enrique Peña Nieto. Hay un mayor diálogo, una mayor apertura para escuchar opiniones, pero las cuestiones de fondo que mencionaba antes son las que tenemos que cambiar.   ─¿Siente miedo de regresar a México? ─La verdad nunca he sentido miedo ni desde el principio de esto. Sí reconozco que ha habido intentos y amenazas, y hasta amenazas de muerte. Hasta estando en Canadá he tenido amenazas de muerte. Lo narro en mi libro El colapso de la dignidad (La Jornada-Colofón, 2014), que por cierto es uno de los libros más vendidos en la lista de The New York Times y del USA Today. Hubo amenazas hace cinco o seis años, pero nunca he sentido temor. Yo confío siempre en que, primero, estoy en un país que se respeta la justicia, de una gran seguridad. Segundo, he tenido todo el apoyo incondicional de muchos sindicatos de Canadá, de Estados Unidos, de América Latina y de todo el mundo. “Aquí nos han dado toda la protección y cuidado los United Steel Workers y otras organizaciones: el Congreso del Trabajo de Canadá y la Federación Americana del Trabajo y de muchos sindicatos, porque saben que esto es una injusticia, que fue una persecución política y que siempre tuvieron confianza en nuestra transparencia y honestidad con la que siempre he dirigido el sindicato nacional de los mineros a los largo de estos años. Hay temor, sí, hay cuestiones que revisar y cuidar. “Hay gente muy desesperada, muy ignorante y muy inmadura que lo único que está buscando es cómo atacar al sindicato, cómo desprestigiar, cómo ensuciar los logros y triunfos que hemos tenido a lo largo de estos años. Son pagados para eso con esa corrupción de las mismas cuatro empresas que mencionaba. Villacero, Peñoles, Grupo Acero del Norte y Grupo México se encargan de promover, patrocinar y financiar a traidores, a la organización, a grupos de choque, a porros. Se han vuelto unos terroristas empresariales. “Es algo terrible que no puede continuar. Le han hecho mucho daño al resto de la industria y al resto de la imagen del sector empresarial de México. Creo que alguien tiene que poner un alto a esto. Habrá que cuidar muchos aspectos para el regreso, pero en el momento en que decida en que voy a estar allá, iré confiado, seguro y por supuesto con las precauciones necesarias para no exponerse demás y exigir un respeto completo a mi integridad y a la de mi familia y a la de todos mis compañeros y sus familias.” urrutia_mina1 Demanda contra Larrea El abogado de Napoleón Gómez Urrutia, Marco del Toro, afirma que la decisión de los magistrados del Cuarto Tribunal Colegiado de declarar Napoleón Gómez Urrutia inocente de todas acusaciones que existían en su contra, pone fin al proceso judicial. Esto, asegura, representa un importante revés para Grupo México porque: “Ya resultaron infructuosas sus acusaciones y por haber orquestado todo esto”. Por esta razón ya se inició un juicio en Canadá en contra de la minera mexicana. Dicha demanda está a cargo del abogado canadiense David Martin.   ─Los jueces ya lo declararon inocente, pero existe una demanda que presentó en Canadá contra Grupo México. ¿Qué sigue en este caso? ─Sí, es una demanda que existe y que se presentó el año pasado contra Germán Feliciano Larrea y Grupo México, precisamente por todos estos abusos, toda esta violación a los derechos humanos y de los trabajadores y por toda esta campaña sucia. Se le va a dar continuidad a esta demanda. Creo que es evidente que han cometido graves faltas y una negligencia criminal no sólo en Pasta de Conchos, donde todavía tenemos [dentro de la mina a] 63 muertos de los 74 compañeros mineros que murieron en esa terrible tragedia producto de la irresponsabilidad y la negligencia de Grupo México y de Germán Larrea, su cuerpo directivo y accionistas, sino también ahora con el derrame en Sonora. Son cosas que no deben quedar en la impunidad. “Manchan la imagen empresarial de México, manchan la imagen del país en el extranjero. Tienen que corregirse de fondo. Tienen que castigarse los responsables. No más impunidad. Todo este daño que hicieron, ¿cómo lo van a corregir en Sonora, en Pasta de Conchos?”   ─Con esta demanda que presentó en Canadá, ¿busca limpiar su reputación e imagen? ─No es para limpiar mi imagen, es para que se haga justicia. Aquí se cometieron abusos, ataques, campañas sucias de medios de comunicación financiados por Grupo México. Tenemos muchos elementos para probar estos actos que Grupo México, entre otros, patrocinó esta campaña. No es para limpiar mi imagen, es para que se haga justicia y para que paguen las faltas que cometieron ante la ley, porque no es posible que queden en impunidades después de todo este linchamiento público, ríos de tinta que corrieron pagados y financiados por Grupo México. “Tenemos listas de las compañías de publicidad utilizadas, de periodistas comprados. Es absurdo, es irracional que hayan tirado el dinero para atacar a nuestro sindicato. No es sólo para limpiar la imagen que, por supuesto, tenemos que recuperar. Con esta decisión, creo que la integridad, la imagen personal, prestigio, lo habrán cuestionado unos cuantos, empresarios de los más corruptos del país, pero no lograron ni convencer a jueces ni a nadie más que los medios que utilizaron. Esta demanda es para revisar todo esto y que los culpables de toda esta agresión se vean ante la ley y que la ley sea la que responda. Esta demanda la vamos a continuar en Canadá.”   ─Justamente Grupo México es noticia por la contaminación de un río en Sonora. ¿Las medidas son suficientes? ¿Qué opina al respecto? ─Es una catástrofe sin precedente en la historia de Sonora y de la minería. Creo que la multa que les quieren imponer verdaderamente es una burla, es ridícula. Te pongo un ejemplo. En 2009, Grupo México tuvo un derrame de su mina en Arizona y en Texas y el gobierno de Estados Unidos que tiene una política ambiental muy estricta los obligó a pagar más de 1,200 millones de dólares y sólo derramaron un millón de litros. “Los obligó a limpiar todo. En México, se derramaron en Sonora 400 millones de litros de muchos contaminantes. Les quieren imponer una multa de 20,000 salarios mínimos, 1.32 millones pesos, es decir, 100,000 dólares. Es un contraste. Grupo México en este año tuvo más 1,200 millones de dólares de utilidades. Por eso se mantienen estas cosas y estos abusos, por eso esa impunidad de no cuidar la salud, ni la vida de los trabajadores, ni de las regiones donde operan, ni de las comunidades donde trabajan. Son actos criminales, son diligencia criminal. Creo que deben detenerse.”   ─Con la reforma energética, también se aprobó la ley minera. ¿Cómo ve el futuro de la industria minera del país? ─Como se ve, varias de las grandes empresas, entre otras, Grupo México, Grupo Peñoles, Grupo Acerero del Norte, ahora están tratando de desviar parte de sus inversiones en el sector minero hacia la energía por toda esta apertura y oportunidad que se van a dar. Creo que esto va a fortalecer los monopolios en México en ese sentido. Les da más facilidades y más concesiones. “Cuando ya se flexibiliza a través de esta reforma, la posibilidad de que una empresa minera invierta en la extracción de gas o de petróleo, en la generación eléctrica, va integrando más hacia grandes monopolios que no necesariamente va a ayudar a la sociedad. Creo que es la parte que tenemos que vigilar con mucho cuidado y controlar. El Estado tiene que tener una intervención directa e importante en el control y en el seguimiento de todas estas actividades y de todas estas concesiones que se van a otorgar. “Creo que hay una obligación moral, política, social de fondo que este gobierno tiene que atacar, enfrentar y conducir porque si no cada quien va a hacer lo que se le pegue su gana y esto va a ser un desastre y un caos que puede provocar grandes riesgos de problemas y de inestabilidad social.”   ─Comentó que vienen cambios importantes, pero que se tienen que cambiar cosas en el país también. ¿De qué se trata? ¿Qué cambios está pidiendo? ─Necesitamos primero una política de generación de empleos, pero verdaderamente basada en empleos dignos, responsables, con salarios justos y prestaciones. Si el Estado puede abrir y puede poner las reglas y tiene los estímulos para hacerlo, tiene que tener también esa responsabilidad social para obligarse a generar esto. Ahí es un cambio importante. A México le urge abrir nuevas oportunidades de empleo, le urge mejorar los salarios. “Hace diez años, los salarios en México estaban dos o tres veces por encima de los salarios en China. Hoy México está por debajo de los salarios de China, quizá en un 50%, o sea se ha deteriorado el poder adquisitivo real. Si el poder adquisitivo real de los trabajadores y de la población en su conjunto disminuye, disminuye también la demanda, el consumo y a su vez la inversión, entonces nos estancamos. Tiene que haber una política de explotación de la mano de obra, pero también una política de explotación de los recursos naturales. “Tiene que haber una racionalidad en la explotación de los recursos naturales para fines productivos y para beneficio de la mayoría de la nación en su conjunto, no nada más de unos cuantos. Esto es lo que necesitamos hacer. Toda esta apertura a través de las reformas, debe de estar condicionada a que realmente reinviertan en México. “Las reformas energética, de educación, laboral, todas, tienen que conducir a una estrategia y a una visión de futuro de Estado que a México le urge. Hay mucha inconformidad de personas, de sectores e incluso empresas que todavía no se manifiestan. Hay que anticiparse y diseñar una buena política económica nacional que realmente responda a las necesidades de la mayoría de la población.”   ─En cuanto al reposicionamiento del sindicato, ¿qué está haciendo actualmente? ─El reposicionamiento que estamos diseñando va en el sentido de que necesitamos reconstruir mucho de lo que fue dañado en estos ocho años al interior del sindicato, porque obviamente hubo muchos conflictos derivados de esta agresión y de esta persecución política ilegal. Necesitamos trabajar y proponer. Ya presentamos este plan de productividad y eficiencia y de generación de empleo a las empresas. Creemos realmente que el gobierno está abierto a la negociación y al diálogo, no a la grilla política, no a trabajar por debajo. Ya basta de usar el poder judicial para poder agredir sindicatos democráticos. Creo que México debe de pasar a otra etapa. El sindicato está proponiendo que vamos a reorganizar todos al sector laboral, a definir una política de Estado, pero que tenga y tome en cuenta y respeten los derechos de los trabajadores, los derechos humanos para que todos podamos avanzar. “Hay que obligar a las empresas a que cumplan esta estrategia. La explotación de los recursos naturales debe ser racional. Queremos contribuir a esto. Ofrecemos nuestras ideas, nuestra experiencia, nuestra estrategia en este sentido.”   ─El gobierno de Canadá lo apoyó mucho con el asilo, luego con la residencia y ahora con la nacionalidad. ¿Le ha beneficiado en este proceso de justicia aquí en México? ─No. Creo que Canadá es un gran país que desde un principio me abrió las puertas para que yo pueda estar aquí con tranquilidad y seguridad para mí y mi familia sobre bases humanitarias y en contra de esta persecución política absurda, irracional, enfermiza. Canadá estudió y analizó todo. Cuando me entregaron la residencia permanente, ellos analizaron todo, hicieron un estudio a fondo de lo que estaba pasando en México y concluyeron que esto era una persecución política y que no había ninguna falta que yo hubiera cometido en México y mucho menos en Canadá. “Ahora con la ciudadanía, es algo que verdaderamente nos da una seguridad, una protección de un gran país que no se ha dejado arrastrar por esta campaña sucia de mentiras y de manipulación que hicieron estas empresas y algunos funcionarios menores de este gobierno y de los anteriores también. Canadá es un país que respeta y tiene un alto nivel de aplicación de la justicia. La verdad es un privilegio estar en un país como éste, es una gran nación. “Me siento muy orgulloso también de estar cada vez más cerca de México, porque mi nacionalidad mexicana y mis derechos políticos continúan.” mina1 Foto: Eduardo Verdugo.

 

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