El nearshoring presenta una oportunidad única para que México amplíe su rol económico, ya que la regionalización de las cadenas de suministro puede aumentar su potencial para convertirse en el principal proveedor de América del Norte, lo cual sumaría al Producto Interno Bruto (PIB) hasta 2.6 puntos porcentuales, estimó JP Morgan.
De acuerdo con la institución financiera, gran parte de esta oportunidad provendría de aumentar su participación promedio del 23% en la industria automotriz (excluyendo camiones y autobuses), computadoras y otros productos electrónicos, equipos médicos, así como maquinaria industrial, lo que aportaría 620 mil millones de dólares.
Sin embargo, también observa algunas oportunidades interesantes provenientes de semiconductores, muebles, juguetes y la industria textil, donde el país tiene una participación promedio del 5% con un valor de 230 mil millones de dólares.
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“Si México aumentará su participación en las importaciones manufactureras de Estados Unidos en un 3 a 7 puntos porcentuales desde el nearshoring, a 17 a 21%, frente al 14% del año pasado, significaría entre 80 y 170 mil millones de dólares adicionales en exportaciones incrementales durante los próximos cinco años o entre 1.2 y 2.6 puntos porcentuales al PIB por año”, precisa.
De acuerdo con JP Morgan, México tiene una oportunidad bastante grande de capitalizar completamente la tendencia de nearshoring, ya que algunas de las mayores ventajas son su ubicación geográfica estratégica, así como de su mano de obra altamente calificada y de bajo costo.
Y es que, precisa, los salarios manufactureros de México son 45% más bajos que los de China y el país tiene una de las proporciones más altas de graduados en ingeniería dentro de la OCDE.
Sin embargo, también se podría presentar un caso sólido para su sector manufacturero grande y experimentado que, junto con su vasta red de 13 acuerdos de libre comercio con más de 50 países (siendo el T-MEC el más importante) y el programa IMMEX, sirve como un puerta de entrada a una variedad de mercados y a través de una amplia gama de productos de alta calidad.
Por último, a pesar de que aún enfrenta grandes desafíos en infraestructura, el país cuenta con una amplia red logística y más de 500 parques industriales, la mayoría de los cuales son Clase A, y con todos desarrollados clústeres que ofrecen los servicios básicos necesarios para atraer inversiones.
No obstante, aún quedan algunas interrogantes en torno a la confianza de la inversión, la política pública de apoyo y el desarrollo de infraestructura que garantice la seguridad de las operaciones logísticas, agregó JP Morgan.
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