El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que las relaciones bilaterales con Austria se han enfriado y ha puesto “sana distancia” con aquel país, luego de que las autoridades del país europeo se negaron a prestar el penacho de Moctezuma para las celebraciones independentistas del año pasado.
En conferencia de prensa desde Palacio Nacional, el mandatario mexicano expuso que tras la visita de su esposa, la escritora Beatriz Gutiérrez Müller, a Austria para negociar el préstamo, y luego de que dicha solicitud no prosperó, no sintió la necesidad de estrechar los nexos con dicha nación.
“Lo que pasa es que se sienten dueños, se apropiaron de algo que es nuestro. Ya, a partir de ahí, hubo sana distancia. Ya se me pasó el coraje, imagínense lo que significó que nos invadieran, ya pasó mucho tiempo de eso.
“A partir de que no hubo respuesta pues no sentimos que ellos estuviesen en condiciones de estrechar más nuestras relaciones; entonces se enfriaron un poco, pero este es el motivo”, explicó el jefe del Ejecutivo federal.
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En ese tenor, el presidente de la República desestimó que la fragilidad del penacho sea una excusa factible para la negativa al préstamo, ya que México garantizó que resguardaría el traslado con los mejores especialistas en la materia.
“No, porque se cuida, ya hay medios hay tecnológicos para cuidarlo y trasladarlo sin ningún problema. Hay especialistas para este caso, lo que ellos han argumentado es que se deshace, que ya no se puede mover y consideramos que no es válido”, sostuvo.
López Obrador dijo que el retorno de esta pieza arqueológica será una demanda permanente de los mexicanos por lo que no descartó que en el futuro pueda exhibirse en el país.
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