A principios de marzo, apenas unos días antes de que comenzara el despliegue del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 en América Latina, región del mundo que hoy aglutina un 55% del total de la pandemia en el mundo, una noticia llegó hasta los oídos del grueso de empleados de Grow Mobility, holding que aglutina a las empresas de micromovilidad de patines y bicicletas Grin y Yellow.

Luego de una serie de discusiones, su consejo de administración había decidido vender una participación mayoritaria de la compañía a Felipe Henríquez Meyer, un inversionista de origen chileno relacionado a la plataforma de comercio electrónico Peixe, conocida anteriormente como Groupon Latinoamérica.

La noticia lucía muy bien en el papel, explicaron a Forbes México al menos una decena de empleados de la compañía que en su momento recibieron el anuncio y que pidieron no ser citados; sin embargo, a poco más de tres meses de distancia de que se diera este suceso, las cosas para ellos al interior de la empresa no han salido bien.

Y es que desde hace más de un mes, los trabajadores de la oficina mexicana de Grow Mobility, integrada principalmente por colaboradores que forman parte de la compañía de renta de scooters Grin, no han recibido el pago por los servicios que brindan a la compañía.

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De acuerdo con los empleados, el último pago que recibieron por parte de la empresa se dio el 29 de abril, quedando en el limbo los pagos de sus siguientes dos quincenas, la del 15 y la del 30 de mayo.

“El 14 de mayo la gente de recursos humanos de la compañía nos notificó que no nos pagarían la siguiente quincena, que no había dinero para hacerlo”, explican los trabajadores, quienes advierten que desde esa fecha, hace 27 días, la compañía no se ha comunicado con ellos para comentarles sobre la situación que mantienen.

La circunstancia en la que se encuentran, agregan los empleados, ha llevado a muchos de los trabajadores de la empresa a salir de la compañía para buscar otras fuentes de empleo que les permitan obtener los recursos necesarios para su subsistencia.

“Ha habido una salida grande de trabajadores ya de la compañía por la incertidumbre que nos ha generado la falta de comunicación, nosotros lo hemos visto paulatinamente por el número de colaboradores de la empresa que están conectados a la plataforma de comunicación Slack, el día en que se nos avisó en la compañía éramos 335 personas, hoy ya somos 220”, detallan.

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Los empleados de Grin expresaron en conjunto su preocupación por la posibilidad de que la compañía no liquide las deudas que tiene pendientes con ellos y, si es que se genera el caso, tampoco los liquide conforme a la ley.

“El nivel de incertidumbre que tenemos es cada vez más grande, llevamos muchos días sin saber nada sobre la compañía ni sobre nuestros salarios e, inclusive, han existido presiones internas fuertes para que no se conozca lo que está pasando”, afirman los empleados.

La empresa no ha emitido una postura oficial sobre la situación que mantiene en relación a sus trabajadores, ni tampoco ha señalado qué acciones realizará regionalmente a mediano plazo.

Todos menos Brasil

Pero la situación de falta de pago no es exclusiva de México, revelaron trabajadores de otras filiales regionales de la compañía. En Colombia, por ejemplo, la situación también ha avanzado de la misma manera que en suelo mexicano, ya que en ese país también se paga quincenalmente.

Por otro lado, en otros tres países donde Grin tiene presencia que son Perú, Argentina y Chile, el problema apenas estaría empezando a escalar porque en ellos el pago a los colaboradores en las empresas se realiza al mes.

La excepción sería Brasil, donde los trabajadores de Grow Mobility siguen recibiendo los pagos por la prestación de sus servicios sin las dificultades que ha experimentado la región.

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El problema no se quedaría ahí. Una fuente con conocimiento del tema señal que la administración general de la compañía, hoy en manos del CFO de Grow Mobility, Eurico Cruvinel -quien tomó las riendas de la empresa tras la abrupta salida de Roberto Álvarez Cadavieco tras dos meses como CEO del holding-, no estaría considerando apoyar a cada una de sus oficinas en los países donde tienen presencia para liquidar sus deudas.

Esta situación abre la puerta a que la firma esté considerando la posibilidad de mantener sus operaciones únicamente en Brasil.

“Es entendible el tema de la pandemia y lo que ha significado para las finanzas de la compañía, pasaron de un momento a otro a facturar cero, pero es un hecho que las decisiones que se han tomado en la empresa hoy no están priorizando a los empleados que están fuera de allá y eso hace pensar que están pensando replegarse únicamente a Brasil”, comenta la fuente.

Mountain Nazca no está involucrado

Cuando se dio a conocer la noticia de la llegada de Felipe Henríquez Meyer a la compañía de micromovilidad, uno de los señalamientos que más se hicieron fue el hecho de que la startup había sido realmente adquirida por el fondo Mountain Nazca, del cual el inversionista se aseguraba formaba parte, pero la empresa de capital de riesgo niega tajantemente estar involucrada en el hecho.

En entrevista con Forbes México, Jaime Zunzunegui, managing partner de Mountain Nazca, advirtió que cualquier señalamiento que involucre una relación entre el fondo de inversiones y las compañías Grow Mobility/Grin o Groupon/ Peixe es completamente falso.

“Este es un tema que nos ha venido dando mucha lata y vale la pena hacer una nota aclaratoria porque nosotros como fondo no tenemos nada que ver con esa operación, la persona que la hizo y que la concretó a título personal fue hace tres años nuestro socio en una minoría y hoy ya no tenemos directamente nada que ver con él”, explicó.

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Una montaña rusa

La historia de Grow Mobility ha estado desde siempre enmarcada por subidas y bajadas, esto a pesar de que el holding que nació de la unión de la startup mexicana de renta de patines Grin y la compañía brasileña de renta de bicicletas Yellow se consolidó apenas en junio de 2019.

Y es que al grupo le tocó lidiar durante este tiempo con todo tipo de dificultades, como fueron las reglamentaciones locales que cada país estableció para el funcionamiento de sus vehículos (sólo en México pagaron 24.5 millones de pesos para poder operar), además del robo de sus patines sin anclaje en las distintas ciudades latinas donde tenían presencia.

A pesar de esta situación, hasta principios de este año la compañía señalaba que se habían registrado en toda Latinoamérica más de 20 millones de viajes ya abordo de sus vehículos. Además de esto, se encontraban en proceso de construir en la ciudad de Manaos, Brasil, una planta propia de producción de patines de la cual hoy no se tiene conocimiento.

A lo largo de su trayectoria, tanto Grin como Yellow realizaron levantamientos importantes de capital para poder potenciar su crecimiento. Por un lado, la startup mexicana de patines habría levantado alrededor de 47.8 millones de dólares (mdd), mientras que por el otro la compañía brasileña consiguió 63 mdd en este mismo rubro.

 

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