El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) analizó las implicaciones que tendrá la reforma energética de esta administración en el aprovechamiento del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) y detectó que hay tres barreras que impedirían esto.
“La iniciativa de reforma energética tiene implicaciones nocivas en materia de Estado de Derecho en el país, el manejo sustentable de la economía y el cuidado del medio ambiente, así como la ejecución de negocios y actividades productivas”, señala el IMCO.
Estos son los 4 obstáculos que puede generar la aprobación de la reforma de AMLO para el T-MEC:
- La violación de disposiciones del T-MEC en materia energética, derechos de los inversionistas, comportamiento de las empresas propiedad del Estado, medio ambiente, hasta competencia económica y comercio transfronterizo de servicios.
“Capítulos como los de Inversión, Empresas Propiedad del Estado y Monopolios Designados, Medio Ambiente o Solución de Controversias entrarían en conflicto con la política energética de México en caso de que la iniciativa sea aprobada en el Congreso de la Unión”, apunta el análisis.
En ese sentido, México corre el riesgo de tener que defender su política energética en paneles internacionales.
- La afectación a industrias estratégicas para el crecimiento económico como siderurgia, química, cemento y automotriz, esto por su alto consumo en electricidad. Destaca que, por ejemplo, en 2019 el sector industrial registró un consumo de casi 1,600 petajules.
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- Con la reforma energética México también perdería la oportunidad de ser una alternativa de inversión respecto a China. “En el contexto de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y el país asiático, pierde la oportunidad de colocarse como aliado de la región.
- Se reduce la competitividad regional de América del Norte al limitar las posibilidades de aprovechar la complementariedad en materia energética de los tres países, esto para la expansión de las redes de ductos y líneas de transmisión que permitan el transporte de gas y electricidad entre las naciones.
“México sería el principal beneficiario de un mercado energético integrado que le permitiría desarrollar la infraestructura que le permita aprovechar los precios competitivos del otro lado de la frontera y fortalecer su seguridad energética a partir de más interconexiones de las redes (transmisión y ductos) con Estados Unidos”, destaca el IMCO.
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Ante este escenario, el centro de investigación propone incluir a México en carta paralela a Estados Unidos-Canadá de cooperación en energía, especialmente para medidas regulatorias y transparencia de esta, así como para el acceso a infraestructura de transmisión y ductos.
También refiere que se debe invertir en infraestructura energética transfronteriza y facilitar el desarrollo de nueva capacidad instalada a partir de energías limpias.
“El estudio concluye que la iniciativa generaría obstáculos para el aprovechamiento del T-MEC, ya que genera conflictos con sus disposiciones, afecta el mercado energético regional y a los exportadores de México y, al final del día, resta atractivo al país como alternativa de inversión frente a China”, puntualizó.
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