Con una economía en constante crecimiento y el abatimiento de la inseguridad, el país se perfila para ser uno de los grandes protagonistas de la siguiente década. La construcción de infraestructura logística se convierte en su gran aliado.   Por Pierre-Marc René    Durante siglos, Estelí ha sido una zona campesina impulsada especialmente por la producción de tabaco. Pero la ciudad cercana a la frontera con Honduras y El Salvador vive actualmente un boom de inversiones. La construcción de nuevos hoteles, centro de convenciones, viviendas, restaurantes, zonas deportivas y la presencia de tiendas de electrodomésticos y franquicias nacionales e internacionales son factores que crearon el fuerte dinamismo económico que Nicaragua conoce desde hace cinco años. Las políticas impulsadas por el gobierno de Daniel Ortega continúan atrayendo aún más inversiones e interés por parte de empresas internacionales, especialmente chinas, rusas y estadounidenses. Los sector de materias primas, energético, turístico, de la construcción y de infraestructura están en un momento de crecimiento, y los proyectos actualmente en curso en todas estas áreas siguen impulsando la economía nicaragüense. Geovani Rodríguez, profesor de finanzas de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), es de los que consideran que la situación actual de esa nación es favorable. “El boom económico se debe a que la economía ha sido beneficiada por el mercado de materias primas, pero también por sectores como el turismo.” Walmart es una de las multinacionales que han apostado en Nicaragua para expandir sus operaciones en Centroamérica. Desde que la empresa se instaló en esa nación en 2005, abrió más de 80 tiendas y ha invertido más de 70 millones de dólares (mdd) entre 2011 y 2013. La industria del servicio de venta al detalle está en pleno desarrollo todavía en Nicaragua, por lo que existe mucho espacio y muchas oportunidades para crecer, explica Arquileo Sánchez, director de Asuntos Corporativos de Walmart Centroamérica. Para la compañía canadiense de confección de ropa Gildan, la proximidad de sus operaciones en Honduras fue parte importante de la decisión de instalarse en Nicaragua en 2004, ya que sus actividades de fabricación son esencialmente realizadas en su centro más importante de confección en Centroamérica, es decir, en Honduras y Nicaragua. “Es un sitio estratégico que nos permite responder eficazmente a las necesidades de abastecimiento rápido de sus mercados”, explica Anik Trudel, vicepresidenta de Comunicación Corporativa de Gildan. Además, Gildan puede aprovecharse de la integración de Nicaragua al Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana, que ofrece a los productos hechos en América Central y en la isla caribeña un acceso libre de derechos en el mercado estadounidense. “El incremento de la demanda interna será resultado del inicio de algunos proyectos importantes de infraestructura, como una nueva refinería, la carretera costanera del Pacífico, el proyecto de energía fotovoltaica en Masaya y un ambiente positivo para la atracción de inversión extranjera directa, favorecido por el consenso logrado entre el gobierno y el sector privado”, explica la Cepal en su más reciente Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe. Para Rong Qian, economista del banco de Nicaragua, este desempeño fue posible por los importantes cambios estructurales realizados por el gobierno del país. Esto permitió que se lograra la estabilidad macroeconómica y la disciplina fiscal, que favorecieron la economía de mercado y la reactivación del sector exportador, y como consecuencia, el crecimiento económico y el progreso social. “La pobreza del país cayó desde 50% a principios de 2000 a 42.5% en 2009. La reducción fue mayormente en el área rural. A su vez, la desigualdad, medida por el coeficiente de Gini, también cayó de 50 a 39.1% en 2009”, apunta el economista. La situación mejoró de manera sustancial durante la última década, llevando a Nicaragua a crecer cerca del promedio latinoamericano. Otro factor que contribuyó al mejoramiento económico nicaragüense fue la recuperación del sector exportador, agrega el economista, pues el comercio internacional, no solamente de Nicaragua, sino de toda Centroamérica, aumentó significativamente desde la implementación del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana en 2006. Por otra parte, el Acuerdo de Asociación entre Centroamérica y la Unión Europea también ha beneficiado a Nicaragua. De hecho, fue el primer país de la región en firmar este acuerdo comercial, en conjunto con Honduras y Panamá, que entró en vigencia el 1 de agosto de 2013 y en febrero de 2013 esa nación inició operaciones como miembro del Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos (Sucre). Existen varios proyectos que le están dando ventaja a Nicaragua, porque a diferencia de todos los demás países centroamericanos, la matriz energética nicaragüense inició un proceso de transformación que atrae importante inversión extranjera. inverción_nicaragua_grafico El gran proyecto Otro tema que está llamando la atención a nivel internacional es el proyecto de construcción del “Gran Canal de Nicaragua”, que pretende unir el océano Pacífico con el mar Caribe a través de una ruta húmeda, con una vía seca, un ferrocarril, un oleoducto, dos puertos de aguas profundas, dos aeropuertos y zonas francas. Una iniciativa que el gobierno de Daniel Ortega busca para desarrollar a fin de competir con Panamá y ofrecer una alternativa al transporte de mercancías. La inversión del canal podría costar 40,000 mdd, según cálculos del gobierno de Nicaragua. “Están los marcos legales establecidos para la parte de la concesión. Aquí en Nicaragua se está poniendo mucha esperanza en este proyecto porque daría cambios estructurales para la economía. Pasaría de una economía de materias primas a una economía basada en toda una parte del sector servicios”, expone Rodríguez. Ya se iniciaron estudios de impacto ambiental y los estudios técnicos, y el gobierno ya dio una concesión de 50 años, prorrogables, a la empresa china HKND Group, que pretende comenzar la construcción en diciembre próximo y concluirla en 2019. “Se ve como un proyecto que puede tener una de las grandes líneas estratégicas para el desarrollo económico del país en los próximos años, y obviamente tendría un efecto para toda la región”, señala un representante del gobierno nicaragüense. Los proyectos de infraestructura del gobierno de Daniel Ortega y la economía creciente del país también han favorecido al sector de la construcción, porque al salir de la pobreza, la población necesita adaptarse a su nuevo estatus de vida. Esto ha generado necesidades en viviendas y ahora Nicaragua tiene un déficit importante en este sector. Un aspecto que no se puede dejar de lado es la relación comercial de Nicaragua con Venezuela, que ha sido uno de los factores que ha impulsado el crecimiento de la economía del país en los últimos gracias al Acuerdo de Complementación Económica del ALBA, conformado por ambas naciones, Bolivia y Cuba. De acuerdo con el Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (Mific) de Nicaragua, el intercambio comercial alcanzó casi los 500 mdd en 2013. Sin embargo, esto fue la mitad menos de las cifras comerciales registradas entre ambas naciones desde 2010, mientras que en 2012 el comercio había alcanzado su nivel más alto, con 1,250 mdd. Con Venezuela hay un intercambio comercial en el caso del petróleo. En Nicaragua hay una parte de las facturas petroleras que se han estado pagando con materias primas. Básicamente eso ha ayudado a que las exportaciones de Nicaragua con Venezuela se hayan incrementado. Es un mercado que antes no existía. Obviamente es un intercambio que ha sido favorable para la economía nacional”, dice Geovani Rodríguez.   Los desafíos que vienen Si bien muchos analistas ven a Nicaragua como un milagro, para la población local y los economistas del país no se puede hablar así, pues consideran que todavía hay mucho por hacer y que aún existe un alto nivel de pobreza extrema, además de que el sistema de educación debe transformarse para capacitar mejor la mano de obra. “La relación de la economía de Nicaragua con las otras de Centroamérica es pequeña. Para hablar de milagro necesitaríamos hablar de tasas de crecimiento de más del 7% anual, pero no es el caso. Quizá lo que se ha presentado en Nicaragua es un contexto favorable. Primero porque está habiendo bastante inversión, segundo por las facturas que antes implicaba y ahora no, y un tema que también es importante para Nicaragua es el de la seguridad con relación a otros países de Centroamérica”, explica el economista. No obstante, el Banco Mundial y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) consideran a Nicaragua como el país más pobre de la región después de Haití, pues sigue siendo una de las naciones menos desarrolladas de América Latina. La pobreza, a pesar de haber disminuido de manera importante en los últimos años, sigue siendo alta. Más del 80% de los pobres en Nicaragua residen en áreas rurales, gran parte en comunidades remotas donde el acceso a los servicios básicos es un reto diario, dice el Banco Mundial. A pesar del logro económico en los últimos 10 años, Rong Qian, economista del banco para América Latina y el Caribe, dijo a Forbes Centroamérica que Nicaragua aún tiene varios retos que superar. El país debe “aumentar las actividades comerciales productivas e innovadoras, promover más empleos con base en mano de obra calificada para el sector formal, disminuir la tasa alta de informalidad laboral, hacer más competitivos los costos de transporte y logística en la región, y aumentar el nivel educativo”, expone. Pero esto se ha venido complicando, aunque ahora haya estabilidad política en el país, porque según la FAO, Nicaragua es una nación extremadamente vulnerable a las catástrofes naturales, como los huracanes, los deslaves, los sismos y las erupciones volcánicas, que repercuten en la calidad de vida y en la producción agrícola. Por eso Nicaragua sigue necesitando apoyos internacionales como los de la FAO y del Banco Mundial a través del Programa de Cooperación Técnica y la Asociación Internacional de Fomento (AIF) para ayudar a las familias de agricultores más vulnerables, la construcción de infraestructura y caminos rurales. Por otra parte, el gobierno de Daniel Ortega ha actualizado hasta 2016 el Plan Nacional para el Desarrollo Humano (PNDH), elaborado para el periodo 2007-2012, con el objetivo de reducir la desigualdad mediante el aumento del combate a la pobreza, la disminución del gasto público y el incremento de la inversión en los sectores sociales y la infraestructura rural. “El principal reto de Nicaragua sigue siendo la parte de la creación de la institucionalidad. Académicamente miramos siempre como riesgos toda la parte institucional del país, por el proceso que nosotros hemos vivido en los últimos 30 años. “Puede generar temor a algunos, pero creo que siempre van a haber retos con la creación de la institucionalidad y la consolidación de la institucionalidad democrática. Estamos desarrollando la parte del proceso democrático. Eso sería el principal reto, crear la paz de una democratización”, señala Geovani Rodríguez. En Nicaragua, recuerda, hay un dicho: “Para entender a Nicaragua, hay que entender la historia de los muertos en Nicaragua.” El país ha pasado tres procesos difíciles: primero el terremoto de 1972, la guerra en el 1979 y la caída de Somoza ,y luego el nuevo régimen del primer gobierno de la revolución sandinista, que también provocó una guerra. “Quizá tenemos que ponernos de acuerdo para que haya un consenso en el plan de desarrollo en todos los sectores, tanto político como económico. Eso es lo que ha faltado y eso se puede ver un poco más ahora con la relación estrecha que hay en la actualidad entre la empresa privada y el gobierno”, concluye Rodríguez.

 

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