*Esta nota fue publicada originalmente el 28 de noviembre de 2019 Con una amplia trayectoria diplomática, el embajador Carlos García de Alba, oriundo de Jalisco y economista egresado de la UAM, se prepara para agregar un nuevo reto a su curriculum vitae. Este 17 de octubre aterrizó en la ‘ciudad eterna’ [Roma] para asumir el cargo como el nuevo titular de la embajada de México en Italia. El pasado 26 de septiembre la decisión fue ratificada por el Senado, de forma unánime. Cuenta con 32 años y medio como miembro de carrera del servicio exterior mexicano. Entró a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) por estricto concurso público y fue ascendiendo rápidamente dentro de este Ministerio. Desde 2006 fue nombrado con el título de Embajador -con todo lo que el cargo conlleva- alternando entre México y el extranjero. El primer puesto que ocupó, aunque de forma breve, fue un intercambio académico que realizó en Quebec, Canadá. Luego viajó a Roma, a donde ahora regresa, pero en aquél entonces como agregado comercial, y permaneció en el cargo por dos años y medio. Posteriormente asumió el mando del consulado de Dallas, Estados Unidos. De ahí, brincó el océano con destino a París, Francia, para convertirse en el Encargado de Negocios de México ante la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos​).

“Si volviera a nacer y se me ofreciera la oportunidad de pertenecer al servicio exterior, lo haría de nuevo”.

También se desempeñó como embajador en Irlanda, con sede en Dublín. Finalmente fungió como cónsul general de México en Los Ángeles hasta el pasado 24 de junio. Además, asumió distintas posiciones en el Gobierno Federal, dentro y fuera de la cancillería, y en distintos partes del país. ¿Cuál es su perspectiva, desde un punto de vista diplomático, acerca de la relación comercial entre México e Italia? Tomemos en cuenta que Italia es la octava economía del mundo, con un PIB cercano a 1,800 millones de dólares (mdd), y que México es la décimoquinta del mundo (con un PIB de 1.3 billones de dólares). Si sumas las cifras de ambos países y [las] comparas con el intercambio comercial en ambos sentidos, que es cercano a 5,000 mdd, te das cuenta de que es una cifra importante, aunque insuficiente; no corresponde con el peso de nuestras economías.

“La gran mayoría de lo que nos exportan de Italia es maquinaria y tecnología. No son corbatas ni zapatos, sí las hay, pero no es lo principal.”

Italia es nuestro tercer socio comercial en Europa, undécimo a nivel mundial, y nuestro decimoctavo inversionista extranjero. Es bastante relevante, lo cual no cuadra: hay volúmenes respetables de intercambio, pero se quedan cortos.  Mi reto será doble. Por una parte, que crezcan las inversiones italianas en nuestro país. Hay espacios de oportunidad: los empresarios italianos, de todos los niveles, tienen en México una plataforma de inversión para reexportar, por lo pronto, a todo el Continente Americano, aprovechando que aquí tenemos una red de tratados de libre comercio en toda la región, como nadie más. Quiero ser claro, tenemos un déficit comercial fuerte con Italia, estamos hablando de una proporción de 4 a 1. Por cada cuatro dólares que los italianos exportan, nosotros exportamos uno. La brecha es importante, pero se puede reducir. También veo espacios para que las exportaciones mexicanas crezcan en Italia. Yo veo productos agrícolas y pecuarios, que con el nuevo acuerdo global México-Unión Europea, que se tendrá que concluir el próximo año y entrará en vigor, nos abrirá más cancha en los sectores primario, minero y manufacturero. Veo la posibilidad de promover las coinversiones. De que las industrias mexicanas e italianas se asocien, produzcan juntas y exporten a terceros mercados. Es una buena opción para reducir este déficit. ¿Qué esfuerzos tiene en mente promover durante su cargo en las áreas de turismo e intercambio cultural? El turismo no es histórico, no hablamos de tanta gente de México que viajaba a Italia hace 20 o 30 años. En las últimas dos décadas se han abierto corrientes de viajeros en ambos sentidos, que ahora alcanzan cifras respetables. Cerca de 190,000 italianos visitan nuestros países anualmente y más o menos 80,000 mexicanos vuelan hacia allá cada año. Son cifras interesantes, pero que no destacan, porque Italia es un país de 64 millones de habitantes y el nuestro es de 125 millones. Esto tiene que crecer en ambas partes. Los destinos favoritos de los italianos que viajan a México son: la Ciudad de México, Oaxaca y el Caribe o Riviera Maya. No han descubierto las ciudades coloniales tan espectaculares que tenemos o la ruta del Tequila de Jalisco, o a Los Cabos, por citar algunos ejemplos.

“Lo sé porque vengo llegando de California, y ahí reciben a millones de italianos cada años, mientras que a México solo vienen 200,000”.

Esto se da porque no hemos promovido un turismo de paquete nacional y a los italianos les puede sorprender las bellezas que tiene México para ofrecer. Sí, debemos tener una estrategia de promoción turística más audaz y agresiva, pero el trabajo debe ser paralelo. Cómo es posible que solo tengamos un vuelo directo de la Ciudad de México a Roma, y solo en temporada alta. Este es un nicho que las aerolíneas mexicanas tiene que agarrar, porque veo un potencial claro para estas líneas en diferentes rutas. Así nos ayudarían a conectar más a estos países.

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Yo veo otra área de oportunidad conectando la gastronomía de ambas naciones. La comida mexicana y la italiana son potencias mundiales. ¿A quién no se le antoja una buena pasta o una pizza, o unos ricos tacos al pastor? Tenemos una red de restaurantes mexicanos en todo el mundo, incluida Italia, que no han sido nuestros aliados en la promoción turística. Yo me pregunto si no fuese posible que a cualquier comensal italiano que vaya a un restaurante mexicano en Italia, se le entregara junto con el menú, información básica de los atractivos turísticos del país y las conexiones aéreas disponibles o incluso a través una aplicación que se pueda descargar en el teléfono.

“Tenemos pocos recursos para la promoción turística, entonces debemos ser tremendamente creativos”.

La implementación de la autorización previa para ingresar a Europa (que entra el vigor el próximo año) ¿afectará el tránsito de mexicanos con destino a Italia? No lo creo, y además no es aplicado solo para México. Es una regulación de la Unión Europa (UE) no de Italia, que se va a pedir una especie de ‘permiso previo’, no es una visa y se solicita en línea. Además, ya lo tenemos con otros países como Canadá, por ejemplo. Que cuando se necesitaba visa para visitar ese país, se desplomó el turismo mexicano y se resolvió cambiando el requisito por esta autorización. Los 28 países de la UE, bueno, dentro de poco quien sabe si sean 27 [por el Brexit], son soberanías y están en su derecho de aplicar sus políticas migratorias como lo hacemos nosotros. Confío en que no será un obstáculo mayor para que los intercambios turísticos sigan y se incrementen. ¿Cuál sería el papel de México en el concierto internacional? Es decir, con un Brexit en puerta, con Donald Trump y su nacionalismo, y con una Latinoamérica fragmentada: Creo que lo que está haciendo el gobierno del presidente (Andrés Manuel) López Obrador y del canciller (Marcelo) Ebrard ha sido correcto, en busca del multilateralismo como un recurso de posicionamiento en la política exterior y en la propia región. Lo que estamos haciendo con el triángulo del norte de Centroamérica, con Guatemala, El Salvador y Honduras, es un ejemplo de lo que se debe de hacer. Atacar las causas de la migración, más que los efectos. Entonces, todo este acercamiento se da con un enfoque de cooperación para el desarrollo social de esos países y del sur de México. Yo creo que en el mediano y largo plazo apunta a disminuir los flujos migratorios.

“Yo soy un orgulloso mexicano que representa a México en el exterior”, Embajador de México en Italia, Carlos García de Alba. Foto: Angélica Escobar para Forbes México

En cuanto a la relación con Estados Unidos, sí, se sufrieron y sintieron los embates de la política migratoria del presidente (Donald) Trump, pero bueno, yo ya voy de salida, ahora tenemos colegas muy profesionales en esas posiciones y estoy seguro de que sacarán la casta y defenderán bien a la comunidad mexicana y a la comunidad migrante de nuestro país. ¿Qué opina de las iniciativas para repoblar aldeas abandonadas en Italia, que están ofreciendo a los mexicanos 15 mil pesos al mes (por tres años) para mudarse a esa región? No se hace solo en Italia, en España también se está llevando a cabo este programa de repoblación y recuperación de patrimonio, y también cultural. Se trata de pueblos medievales, y hay diferentes modalidades como: la entrega de un terreno o casa y la persona la remodela o hasta le dan dinero al beneficiario con el fin de que se vaya a vivir al lugar asignado. En el fondo es un tema de repoblación. Italia junto con Dinamarca son las naciones con menor tasa de natalidad en Europa Occidental, entonces Italia tiene un severo problema demográfico que puede volverse mayor. Si tú no aseguras el recambio demográfico de un país, ¿quién va a trabajar y quién va a pagar las pensiones? Es un tema que debemos abordar cada vez que hablemos de migración. Lejos de demonizar y criminalizar a los migrantes, tenemos que agradecerles. ¿Cuántos mexicanos se han ido a vivir a Italia y viceversa? Las cifras oficiales dicen que hay prácticamente 5,000 mexicanos viviendo en Italia, pero debemos tener en cuenta que siempre hay un subregistro. El 63% son mujeres y el 37% son hombres. Hay estudiantes, ejecutivos, empresarios, parejas mixtas, es una variedad de perfiles demográficos. Italianos acá, hay más. Son casi 20,000. El Embajador se va consciente del reto que afrontará para su carrera. Dice que este es un peldaño importante para sumar a su trayectoria y “un sueño hecho realidad”. “Italia es un país que ofrece muchísimo a México, y viceversa. Entonces, yo no voy a descansar. Voy a trabajar. Daré resultados al presidente y al canciller, que depositaron su confianza al enviarme a ese país”. En todos estos años de tan vasta trayectoria, entre viajes, como diplomático, como embajador y cónsul, ¿qué le han dejado a Carlos García de Alba? Mucho aprendizaje. Experiencias. Pero también es una carrera, y esto conlleva obstáculos y requiere resistencia. Ha habido altibajos. Pareciera que todo es bonito o color de rosa, pero no. Hubo momentos duros, difíciles. Caídas de las que hay que saber levantarse. Sin embargo, me ha dejado una gran satisfacción, y el privilegio de representar a México en el exterior es algo que no cambiaría por nada. El balance es a favor. El Embajador se va contento. Muy consciente del reto que afrontará para su carrera. Dice que este es un peldaño importante para sumar a su trayectoria y “un sueño hecho realidad”. Pero más que nada, va comprometido a dar resultados. En palabras de García de Alba: “Italia es un país que ofrece muchísimo a México, y viceversa. Entonces, yo no voy a descansar. Voy a trabajar. Daré resultados al presidente y al canciller, que depositaron su confianza al enviarme a ese país”.

¿Qué está leyendo el Embajador?

Mentes Globales. Adaptación sin fronteras Por Maricarmen Fernández, PhD. Esta obra se convertirá en el libro de cabecera de toda persona que planee dejar su país de origen para emprender la aventura de trabajar fuera de sus fronteras. A lo largo de los años, la autora ha acompañado el proceso de expatriación laboral de personas que buscan consolidar el éxito profesional convirtiéndose en Expats (Ejecutivo contratado fuera de su país), así como la adaptación de sus parejas sentimentales o familias que les acompañan en esta aventura, a través de la aplicación del Programa Mano Amiga Pro-Aculturación. Cortesía: Librería El Sotano

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