En caso de no llegar a un acuerdo positivo para los tres países que integran el Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), el gobierno y sector empresarial mexicanos, han advertido que cuentan con un “Plan B” de expansión comercial con otras regiones del mundo. ¿Pero qué país estaría dispuesto a importar productos manufacturados en México a una proporción similar a la de Estados Unidos, el mayor socio comercial del país?, cuestionan Ramón Lecuona, director de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Anáhuac; y Antonio Morfin, director del Centro de Alta Dirección en Economía y Negocios (CANDEN). El Plan B que se delineó previo al inicio de la renegociación y se presentó ante el Senado de la República por la Secretaría de Economía (SE) señala que en caso de que Estados Unidos se salga del tratado, los acuerdos comerciales continuarían con Canadá y se buscaría expandir el intercambio con la Unión Europea, la región Asia- Pacífico, Brasil y Argentina. Te puede interesar: ¿Qué sigue para México si Estados Unidos abandona el TLCAN?  Sin embargo, los ocho países a los que más exporta México, después de Estados Unidos, apenas integran 9.7% de la participación total de las ventas al exterior del país. De acuerdo con datos de la SE, en 2016, 80.9% de las exportaciones de México tuvieron como destino Estados Unidos, lo que generó una entrada de 302,600 millones de dólares. Le siguen Canadá con 2.8% de la participación de exportaciones con un monto aproximado de 10,400 millones de dólares anuales, China con 1.4% y 5,400 millones de dólares; y Alemania, a donde se exporta 1.1% de las mercancías destinadas al exterior lo que genera una ganancia de 4,000 millones de dólares. Países como Japón, España, Reino Unido, Colombia y Brasil tienen una participación menor a 1%, respectivamente, respecto al total de las mercancías que se exportan en México. “Estamos produciendo para venderle a Estados Unidos, llevamos 25 años generando una economía enfocada en el mercado externo, pero al decir esto, nos referimos a Estados Unidos. China, por ejemplo, es el tercer socio comercial pero apenas tiene una participación de 1.4% en las exportaciones de México y lo que más se les vende son productos agropecuarios y materias primas”, dijo Lecuona. Los países de Latinoamérica, por otra parte, generan productos similares a México, por lo que más que tratarse de un mercado integrado, estos países se ven como competidores. Pero la intensión de diversificar el comercio, con varios países del mundo, no es nueva y ha estado entre los planes de los gobiernos mexicanos por más de 120 años, de acuerdo con Morfin. “Podríamos empapelar al país con tratados de libre comercio, tratos preferenciales con todo el mundo y aun así no reducir la dependencia. Cualquiera de las zonas urbanas de Estados Unidos es más que todo lo que se comercia con cualquier país de América Latina”, dijo el académico. En ese sentido, los académicos señalan que es poco viable el plan B que propone el gobierno federal y el sector empresarial, por lo que consideraron necesario continuar en la integración comercial de los tres países que conforman el TLCAN, incluso si eso significa hacer concesiones al país gobernado por Donald Trump.

 

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