The conversation / Reuters.- El impacto social del Covid-19 es evidente. Ha tocado los aspectos cotidianos de cada una de nuestras vidas, desde tareas simples como ir de compras, conocer a miembros de la familia en Zoom y (no) socializar con amigos. Cada uno de estos se ha transformado durante el último año de formas nunca imaginadas antes de marzo de 2020.

Esto también se puede decir del tipo de lenguaje que usan los políticos y de las expectativas que tiene su público al escucharlos. Esto se debe a que los políticos ya no deben aparecer frente a las multitudes, ya sean grandes o pequeñas. No se reúnen con los votantes ni con sus partidos, e incluso en el parlamento solo hablan frente a un pequeño grupo de compañeros parlamentarios socialmente distanciados.

Todo esto afecta la calidad de nuestro discurso democrático liberal. También cambia el tipo de argumentos que usan los políticos para justificar sus decisiones (y la medida en que dichos cambios están expuestos a un escrutinio democrático genuino). Por ejemplo, desde marzo de 2020, los cambios en las normas, valores y expectativas de una sociedad libre han cambiado rápidamente con poco escrutinio parlamentario o de los medios de comunicación.

 Para imponer bloqueos, se han restringido las libertades. Estos cambios se realizaron por razones de salud pública, pero aún representan un desafío significativo para las convenciones de una sociedad democrática.

Por lo general, las preguntas del primer ministro serían una ocasión desenfrenada en la Cámara de los Comunes. Los líderes de los partidos buscan exponer las deficiencias intelectuales y políticas de su oponente y sus argumentos. El propósito convencional de este ejercicio es que cada líder empuje a sus defensores a un frenético apoyo vocal, demostrando así que pueden llevar a su partido a una posible victoria futura en las urnas.

Te puede interesar: AMLO recibe a un presidente extranjero tras casi un año

El Covid-19 ha reducido considerablemente el volumen. La pandemia ha eliminado a la mayoría de la audiencia física (MP) y ha cambiado el tono de las preguntas y respuestas para que ahora sean más comparables a un comité selecto. Quedaron atrás las fuertes demostraciones de apoyo o la necesidad de que el orador exija regularmente “¡orden!” En las circunstancias actuales, las PMQ se han transformado en un tranquilo intercambio de preguntas y respuestas. Hay poca o ninguna interacción con las audiencias físicas o virtuales de los parlamentarios.

Otro ámbito que retóricamente se ha visto afectado por el Covid-19 son los compromisos con los medios. De vez en cuando, las entrevistas de reunión continúan de una manera socialmente distante en algunos de los programas semanales más importantes, pero en los canales de noticias continuos, los políticos ahora están “enfocados” desde sus oficinas centrales, lo que, en sí mismos, envían mensajes interesantes a la audiencia.

 Los políticos utilizarán estos escenarios para tratar de convencer al público de su carácter retórico utilizando accesorios como libros, cuadros enmarcados u otros elementos como plantas. El objetivo es hacer que la entrevista sea un poco más abierta y potencialmente más compuesta al ubicar a la figura política en un entorno doméstico, sin embargo, esta configuración carece del marco de confrontación convencional proporcionado por una entrevista cara a cara que a menudo se requiere para un escrutinio genuino.

Por último, la conferencia del partido se ha visto inevitablemente afectada sustancialmente por el Covid-19 y con ello la capacidad de los líderes del partido para comprometerse con sus partidarios. Normalmente, el discurso de apertura del líder del partido sería una oportunidad para articular una estrategia de renovación ideológica. Es la oportunidad del líder para demostrar que es capaz de seguir liderando su partido y disfrutar de su apoyo a través de reacciones de la audiencia como aplausos.

La conferencia virtual elimina una medida clave de cuánto apoyo realmente tiene un líder: el sonido de la audiencia. Sin esa retroalimentación, los líderes del partido se quedan hablando frente a una cámara con la esperanza de que la audiencia acepte sus argumentos sin saber realmente si lo hace. Eso afecta el tono vocal de su presentación y el estilo general de hablar. Este ha sido un problema importante para el líder laborista Keir Starmer, especialmente porque aún no ha comparecido ante la conferencia del Partido Laborista en persona como líder.

El impacto del Covid-19 en esta arena retórica afecta la capacidad de funcionamiento de una de nuestras normas democráticas clave: la comunicación. Sin comunicación (o retórica), no hay una sociedad democrática liberal significativa ni un escrutinio de nuestros líderes políticos. 

Esto no sugiere que nuestra democracia liberal haya dejado de funcionar (de hecho, su paso al ámbito virtual es un testimonio de su fuerza). Sin embargo, la forma en que funcionan actualmente los PMQ impide no solo el escrutinio, sino también la capacidad de los líderes de los partidos para dirigir sus partidos parlamentarios.

El uso de entrevistas virtuales afecta la capacidad de las entrevistas para hacer que los líderes políticos rindan cuentas, dado el tono cambiante del entorno. Y la conferencia digital del partido evita que los activistas muestren su apoyo a los líderes del partido mediante aplausos. Es importante que el líder de un partido solicite el aplauso de sus seguidores, ya que muestra al electorado en general que lidera un partido de apoyo. Sin aplausos, no está claro si tienen un partido unido detrás de ellos que apoye su liderazgo o una agenda más amplia.

No hace falta decir que estas situaciones son inevitables durante la pandemia de Covid-19 porque la seguridad es lo primero. Sin embargo, es importante que en un mundo posterior a Covid-19, las normas y expectativas de la comunicación política vuelvan a sus normas democráticas liberales de rendición de cuentas vocal e incómoda para que regrese el compromiso saludable entre los líderes políticos y los votantes. Cuando sea seguro hacerlo, es vital que en estas áreas la “nueva normalidad” se parezca a la “vieja normalidad”.

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

 

Siguientes artículos

Emma Coronel - Chapo - narcotráfico
‘Como una telenovela’, la vida glamorosa de Emma Coronel, la esposa del ‘Chapo’
Por

Acción, violencia, drama, amor y pactos, así ha sido la vida de Emma Coronel, la esposa del 'Chapo' Guzmán, hoy detenida...