La aplicación de pruebas a un número representativo de trabajadores no sería un método eficaz para controlar la pandemia en los centros de trabajo, como lo piden los nuevos lineamientos de la Ciudad de México ante la nueva normalidad, lo efectivo sería reforzar las medidas sanitarias, indicó Horacio Tovalín Ahumada, experto en medicina del trabajo.
Entre la regulaciones que tendrán que cumplir los sectores productivos en la capital del país para reiniciar actividades está el aplicar pruebas de detección de coronavirus en al menos 5% de los empleados, lo cual sería para empresas donde laboren más de 30 personas.
De acuerdo con la gaceta de la CDMX, los reactivos se aplicarán cada semana para los empleados que por la naturaleza de su trabajo no les permita tener sana distancia, así como cada dos semanas para quienes sí puedan establecer el distanciamiento físico.
El documento revela que la prueba grupal se hará a un conjunto de máximo 20 personas, donde se tomarán las muestras individuales para después combinarlas y procesarlas como una sola cadena de la polimerasa de diagnóstico del virus covid-sars-2.
Añadió que los patrones tendrán la responsabilidad de reportar a Locatel sobre la realización de la misma y su resultado, además de asegurarse que los trabajadores realicen el tamizaje correspondiente para descartar síntomas de covid-19.
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“Si la prueba grupal dio positivo de COVID-19, se mandará a resguardo domiciliario al grupo completo y deberá realizarse una prueba individual a los integrantes de ese grupo”.
Ante ello, Tovalin Ahumada aseveró que el uso de las pruebas en los centros de trabajo no es el elemento central para frenar los contagios, sino mantener la sana distancia entre trabajadores, identificar a personas con síntomas, crear barreras físicas y escalonar el tiempo de exposición en áreas comunes.
En entrevista para Forbes México, explique hay dos tipos de pruebas: una para identificar si una persona creó anticuerpos por haber padecido la enfermedad o la de PCR para descubrir si una persona está enferma de coronavirus.
El médico por la Universidad Nacional autónoma de México (UNAM) señaló que el costo de los reactivos para identificar a infectados de covid-19 es muy elevado, además que las pruebas rápidas son poco efectivas, puesto que podrían dar resultados falsos que serían poco útiles.
“Es una medida que sirve para el sistema de información de salud pública, para tener una idea de cómo está el número de personas que están en contacto con el virus y ver si esto va a aumentar o disminuir”, detalló.
Insistió en que las empresas deben poner filtros sanitarios y hacer revisiones a lo largo de la jornada laboral para revisar a sus trabajadores, sobre todo en los puestos donde la gente tiene contacto en interiores y no se puede mantener distancia de 1.5 metros entre cada uno.
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Recomendó rediseñar los sitios de trabajo, como colocar barreras de acrílico para evitar la dispersión de aerosoles que pueden propagar el virus, al igual que sanitizar el sitio de manera recurrente.
El especialista en medicina del trabajo reiteró que se deben establecer horarios escalonados en la entrada y salida del lugar, así como en el acceso a las áreas comunes. Además de aplicar medidas para disminuir la densidad de gente en un sólo lugar.
Acotó que la pandemia no sólo afectó la salud física de las personas, sino también su situación emocional, por lo que las compañías deberían desarrollar políticas de salud mental y programas de primeros auxilios psicológicos para los empleados.
Abundó que la gente tiene temor de regresar a trabajar, por lo que se debería garantizar el derecho a la salud y trabajo remoto para los empleados que pertenecen a los grupos vulnerables, como adultos mayores o enfermos crónicos.
“Este evento tan trágico es una oportunidad para que todas las empresa den la importancia de promover condiciones de trabajo saludable. Si el sitio de trabajo es crítico no habrá producción y no vamos hacer frente a los impactos económicos de la pandemia”, sentenció.
