El 10 de agosto de 2020, Jane Fraser, CEO de Citigroup, aseguró que el compromiso del grupo financiero con México era de largo plazo, ya que el país es el segundo mercado más grande para la empresa, después de Estados Unidos. La declaración fue hecha frente al presidente Andrés Manuel López Obrador y del encuentro sólo queda una foto que selló su encuentro en Palacio Nacional, en la capital del país, ya que el banco ha decidió dar un golpe de timón en sus planes.

Hoy, el banco ha puesto en venta los negocios estrella en el país: el segmento de consumo y empresarial. El anuncio de Citigroup, dado a conocer el pasado 11 de enero, sorprendió a más de uno, ya que tan sólo en 2021, la operación en México representó para el banco estadounidense ingresos por cerca de 4,700 millones de dólares (mdd).

En una llamada con analistas, durante enero pasado, Fraser aseguró que esta operación no sería una transacción simple, por la complejidad que representa la separación de los negocios. Aun así, adelantó que, para la primavera de 2022, empezarían la venta y saldrían al mercado en busca de posibles compradores, sin que precisara el precio con el que ofrecerían Banamex, al que consideró como una gran joya, que “simplemente no es para nosotros”.

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OPORTUNIDADES Y ESCÁNDALOS

“Para Citigroup, México representa un país de oportunidades, que destaca por su estabilidad económica, política y social. Con Citibanamex, tenemos 137 años de historia en el país y mantenemos un compromiso de largo plazo con los mexicanos. Éste es el segundo mercado más grande para el grupo, después de Estados Unidos. Durante la reunión, le reiteré al presidente López Obrador nuestra disposición para seguir contribuyendo junto con su gobierno en la recuperación de la economía de México”, afirmó Jane Fraser, al salir de la última reunión con el primer mandatario del país.

La CEO de Citigroup también dijo que buscaban contribuir a la recuperación de la economía mexicana, y hasta se encontraban en pláticas con clientes de la institución financiera para que consideraran al país como un destino de inversiones, ya que está lleno de oportunidades de negocio. Más allá de ser imágenes y ecos del pasado, lo dicho por la ejecutiva estadounidense podría ser una oportunidad para el comprador de los negocios puestos en venta.

Fue en 2001 cuando Citigroup compró a Banamex por 12,500 mdd, pero no han sido los únicos movimientos en la banca mexicana durante los últimos años. Antes, BBVA capitalizó con 1,400 mdd a Bancomer, lo que dio origen al Grupo Financiero BBVA Bancomer (GFBB); mientras que, en 2010, Banorte anunció la adquisición de Ixe por 1,300 mdd y, en 2018, se fusionó con Interacciones, en una operación valuada en 1,419 mdd; en tanto que, en 2015, Inbursa, propiedad de Carlos Slim, pagó 3,612 mdd para hacerse de Banco Walmart.

En estos 20 años, la joya de la corona de Citigroup no ha estado a salvo de escándalos. El más sonado fue el caso de Oceanografía, luego de que, en febrero de 2014, el banco estadounidense anunciara que Citibanamex había sido defraudada a través de Oceanografía por 500 mdd, por préstamos que solicitaba al banco y la garantía de cuentas por cobrar a Pemex Exploración y Producción por medio de facturas irregulares.

En ese entonces, la Secretaría de la Función Pública (SFP) inhabilitó a Oceanografía, tras una investigación de los contratos; mientras que la Procuraduría General de la República también intervino y, en junio de 2014, fue arrestado el presidente de la empresa, Amado Yáñez. Hasta la fecha, el caso sigue dando de qué hablar y ya influyó en el presente: un juez otorgó medidas cautelares a la empresa Oceanografía para frenar la venta de Banamex y un pago por 5,200 mdd. Al respecto, el banco consideró que no hay bases legales para esta determinación, por lo que apelará y prevé que no impacte en el proceso.

LOS TIRADORES

A pesar de los escándalos, ha surgido más de un nombre para comprar el paquete que ofrece Citigroup en México, el cual incluye sus 1,276 sucursales; la división de tarjetas de crédito, que suman más de 7 millones de plásticos; las de débito, que alcanzan 209,373; su cartera hipotecaria, de crédito familiar y empresarial; la Afore, compañía aseguradora, así como fundaciones, patrimonio cultural e inmuebles.

Estimaciones de Bank of America Securities (BofA) señalan que todos los activos de Banamex tendrían un precio de entre 10,000 y 12,000 mdd. El primero en anotarse en la lista de interesados en adquirirlos fue el empresario y dueño de Banco Azteza, Ricardo Salinas Pliego, ya que, el mismo 11 de enero, escribió en su cuenta de la red social Twitter que estaría interesado en adquirirlo y preguntó por el valor del “changarro”.

“Yo siempre he creído e invertido en México y los mexicanos. Por eso le he pedido a mi equipo analizar la conveniencia de adquirir @Citibanamex y redoblar mi apuesta en México, los mexicanos y su futuro”, aseguró en ese comentario en Twitter.

Pero el dueño de TV Azteca no ha sido el único en levantar la mano. El presidente López Obrador dio a conocer que el empresario regiomontano Javier Garza Calderón también estaba interesado por el banco, dicho que confirmó días después, al anunciar que tenía una estrategia que contemplaba la formación de un fideicomiso para comprar la institución.

“Ante el anuncio de Citigroup de poner en venta al Banco Nacional de México, llamado ahora Citibanamex […] en lo personal percibo una gran oportunidad de rescatar sus activos históricos, culturales y financieros para que regresen a manos de empresarios mexicanos”, afirmó.

Otro de los primeros nombres que aparecieron fue el de Banorte. Ante esto, su director general, Marcos Ramírez Miguel, dijo que iniciarían un análisis sobre las oportunidades de la adquisición de la institución propiedad de Citigroup y si esto les agregaría valor. Calculó que este estudio podría llevarles alrededor de tres meses. “Como parte de nuestra responsabilidad, estaremos iniciando un análisis de esa oportunidad y, si encontramos que una posible transacción agrega valor para nuestros accionistas, en su momento, lo someteríamos a consideración de ellos, de nuestros accionistas y, en su momento, lo daríamos a conocimiento público”, comentó el banquero mexicano.

Entre los analistas, también surgieron otros nombres, como el de Santander, Scotiabank e Inbursa, así como algunas instituciones internacionales; incluso, en el radar apareció Nu; sin embargo, la fintech descartó su interés en comprar Banamex.

Para BofA, de los bancos que operan en el país, Banorte sería el mejor posicionado para adquirirlo, ya que tiene un sólido capital y un historial exitoso de consolidación, así como un límite de mercado de 20,700 mdd (más del doble que Inbursa y Santander), con lo cual podría alcanzar un tamaño similar a BBVA en los segmentos de consumo e hipotecario, además de volverse el líder en materia de tarjetas de crédito.

Sobre Santander y Scotiabank, Actinver considera que ambos son candidatos fuertes en la adquisición por razones similares a la de Banorte, lo cual le ayudaría a competir de forma más fuerte a la institución presidida por Carlos Hank González.

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No obstante, aún sigue pendiente el tema de si Santander México dejará de cotizar en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), ya que, si bien la oferta de recompra de acciones no contempló el desliste, en diciembre de 2021 su director, Héctor Grisi Checa, precisó que esa decisión la tomaría su matriz en España.

Y es que la presidenta del banco español, Ana Botín, detalló que se trata de una estrategia global para reducir la complejidad, con el objetivo de “integrar, tanto regional como globalmente, el One Santander; esto es más sencillo y, por tanto, es la estrategia que hemos venido siguiendo, y demuestra nuestra confianza en el país”.

En el caso de Inbursa, Actinver dice que también luce poco probable, ya que Carlos Slim no es muy propenso a adquisiciones onerosas, y seguramente se pagarán múltiplos elevados en la transacción de Banamex. Además, las estrategias no suenan muy complementarias.

En este sentido, la calificadora Fitch Ratings opinó que, si uno de los bancos con mayor presencia en México adquiere Banamex, se corre el riesgo de aumentar la concentración que existe en la actualidad en el sistema bancario del país, dado que en México los 10 bancos más grandes concentran cerca del 83.2% de los activos totales.

Asimismo, la firma cree que la venta de sus operaciones de banca minorista por parte de Citigroup podría remodelar potencialmente la estructura competitiva del sistema bancario en el sistema financiero mexicano.

Para el director del Programa de Investigación Aplicada de la Fundación de Estudios Financieros (Fundef), Jorge Sánchez Tello, los bancos en México son unas de las empresas con mayor regulación. Pese a esto, existen 50 bancos y, si bien tienen cierta concentración en algunos mercados, también hay bastante competencia.

“Lo ideal sería que [el negocio se] quedara en alguien que está operando ya en el sistema bancario mexicano, ya sea extranjero o, tal vez, de preferencia mexicano. Incluso, si lo adquiriera algún banco internacional, no habría ninguna afectación [a la competencia en el sistema bancario mexicano]”, afirma Sánchez Tello. La venta de la joya de Citigroup seguirá dando mucho de que hablar.

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