Laurence Font nació en Francia, pero lleva ya 10 años viviendo en México. Tiene dos hermanos varones y nunca nadie le dijo que no pudiera hacer lo que ella quisiera. En diversas empresas le han reconocido su capacidad y valentía para asumir riesgos en pro del desarrollo de diversos proyectos y de las mismas empresas. Así es Laurence Font, Chief Operating Officer en BNP Paribas CIB Mexico.

Desde pequeña mostró particular habilidad para las ciencias duras y los conocimientos relacionados con la tecnología. Estudió Matemáticas y Física en el Lycée du Parc y, posteriormente, una maestría en Ciencias de la Computación y Matemáticas Aplicadas, en la National School of Computer Science and Applied Mathematics of Grenole. “Me gustaban las matemáticas […] Fui a una escuela de Ingeniería muy reconocida en Francia, donde estábamos 130 personas. Había 30 mujeres […] Cuando salí, quería viajar […] Hice el programa de intercambio que se llama Erasmus. El último año de la escuela de Ingeniería lo hice en Alemania”, cuenta.

Laurence Font se ha movido con soltura por el mundo. Trabajó en Nueva York en el sector bancario y, aunque en ese momento no le gustó tanto, su posición contribuiría a construir la especialista que es hoy. Posteriormente, decidió enfocarse en el área de Tecnología y comenzó a trabajar en Commerzbank AG, una institución bancaria alemana, como analista programadora.

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Laurence Font, Chief Operating Officer en BNP Paribas CIB Mexico. 08 de abril de 2022 Foto: © Andrea Gama

Esta posición le permitió explotar su lado más creativo, comenta. Además, conoció a fondo el funcionamiento del mercado de valores, debido a que generaba desarrollos para los corredores de bolsa. “Me gustó mucho este reto de Commerzbank, porque trabajé con los traders, que es gente muy exigente, pero súper fuerte. A mí encanta trabajar con gente que piensa rápido. Eso me gustó […] Después, nunca salí de este mundo de la tecnología”, confiesa. Al terminar el proyecto con esta institución, sus colegas le reconocieron su gran valentía para correr algunos riesgos.

Al contraer nupcias, su esposo y Laurence Font tomaron la decisión de mudarse a Milán: “Encontré trabajo inmediatamente […] Tengo amigas que son dentistas, doctoras o abogadas. Y es difícil cambiar de país, pero en TI [Tecnologías de la Información] ya tenía experiencia, en Estados Unidos. Ahí me di cuenta de que en las TI podía trabajar con un chino, un ruso, un indio… y trabajábamos de la misma manera […] Puedes pedirles un programa, y habremos hecho el mismo”, dice.

Y es que los conocimientos relacionados con la tecnología suelen ser los mismos en cualquier país; incluso, se estudia con los mismos libros, recuerda. Esto facilita mucho la relación entre colegas y elimina fronteras dentro de una empresa.

En Milán comenzó a trabajar en Banca Intesa: “Envié mi CV por fax”, dice Laurence, entre risas. Durante este periodo, la enviaron a una misión a Singapur atraídos por su experiencia. Este periodo le permitió conocer con más detalle el funcionamiento del sector bancario y la tecnología que lo respalda.

El que no arriesga…

Laurence Font ingresó a Banorte en 2012. Fue directora del área de TI para Corporate & Investment Banking (CIB). Su experiencia en el uso de una herramienta tecnológica muy compleja le permitió ingresar a esta institución. “Al llegar, me dan un puesto de director, con 10 personas y un súper sueldo. La única cosa que pedí fueron más vacaciones. Trabajo mucho, pero esta vez sí quería más vacaciones. En eso soy muy francesa”, dice entre risas.

En tal puesto, Laurence tuvo como encargo la distribución de un software a más 1,000 sucursales. La distribución tenía una fecha límite. Sin embargo, minutos antes del envío, éste no funcionaba. “Habíamos hecho pruebas como nunca. Había algo mal […] Finalmente encontramos un pedacito de programa que no se había compilado […] Yo estaba súper tranquila, serena. Lo mandamos a todas las sucursales […] El lunes a las 8 am, cuando abrieron las sucursales, sí estaba un poquito estresada”, dice entre risas. Todo salió bien.

La directiva se considera una persona pragmática. El pánico, agrega, le genera tranquilidad, le permite pensar con mayor lucidez. Esta cualidad le resulta muy útil para desempeñar su trabajo, que es evitar las crisis.

Al año de haber ingresado a Banorte, ya tenía 100 personas a su cargo. En esta institución, recuerda, también lideró el programa de transformación para la Banca de Inversión. Asimismo, contribuyó con el cierre de la fusión Banorte-IXE.

La aventura BNP Paribas

A esta institución ingresó por primera vez en 2008, como consultora de TI para CIB y, posteriormente, lideró el área de TI de Pagos Domésticos e Internacionales. “Me gustaban los valores de BNP. Hablaban mucho de sustentabilidad, más que los otros; y no eran sólo discursos”, dice.

Su segunda etapa en esta institución arrancó en el año 2018: “Siempre quise regresar a BNP Paribas”. Sin embargo, explica, los retos no han sido menores como Chief Operating Officer (coo) para CIB. Actualmente, es responsable de Finanzas, Operaciones, TI, Seguridad de la Información, Control Interno y Compras e Instalaciones. Además, tiene a su cargo la apertura de BNP Paribas, pero como banco en México (que arrancó en mayo de 2021). Antes, tenían presencia como oficina de representación. Hoy, ofrecen servicios de banca corporativa y de banca de inversión.

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“Nunca me imaginé que esto fuera a tomar tres años […] Es desafiante crear un banco global […] Tenemos un banco sin un solo servidor aquí [en el país]. Lo desafiante fue convencer [a los que deciden] de que podíamos utilizar plataformas globales para México”, explica.

La directiva se ha enfrentado a muchos y muy distintos retos, como tener que construir un modelo operativo global.

A favor del empoderamiento femenino

Durante su estancia en Banorte, a Laurence le costó un año lograr disminuir la brecha salarial de su equipo: “Mandé 200 mails, uno por día, para ver cómo iba el tema […] Pero lo logré”, recuerda, visiblemente satisfecha.

Ciudadana del mundo

Laurence ha trabajado en varios países, y el idioma no ha sido una barrera. Habla inglés, italiano, español y alemán. Esta última lengua fue la primera que aprendió después de su lengua natal. “Siempre ha existido una historia muy complicada entre Francia y Alemania […] Mi papá me mandó allá cuando yo tenía 15 años […] Decía que teníamos que hacer la paz con ellos. Y afirmaba que, para hacer la paz, hay que conocerse”, agrega la coo.

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