Por fortuna, la expectativa de recuperación económica global (aunque heterogénea) es mucho más promisoria que hace seis o 12 meses. Sin embargo, debemos reconocer que ha surgido, desde hace algunos meses, una preocupación adicional en torno a las presiones inflacionarias observadas en varios países, así como sus implicaciones en la política monetaria global.

Mucho se ha discutido sobre el efecto inflacionario asociado al crecimiento económico (un factor de demanda) o al incremento en los costos de los insumos ante disrupciones en la cadena de suministro global (un factor de oferta). Sin embargo, existe otra cuestión adicional que ha generado un incremento en los precios de diversas materias primas, el cual se asocia a fenómenos climáticos, los cuales, desgraciadamente, son de carácter estructural, no coyuntural.

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El calentamiento global es una terrible realidad que nos ha impactado de distintas maneras. Por ello, al momento de analizar la compleja dinámica de inflación actual se debe incluir esta variable en la ecuación. En los últimos reportes de inflación en México, Estados Unidos (EU) y varios países más, se ha observado un incremento en los precios de bienes agropecuarios (y de otras materias primas), contribuyendo a un difícil escenario de inflación para este 2021.

En México, a pesar de que han comenzado el periodo de lluvias y la temporada de huracanes, prevalece la sequía en varias zonas del centro, norte y noroeste del país, según el monitoreo de la Comisión Nacional del Agua. Asimismo, en EU cerca del 70% del oeste ha enfrentado una de las peores sequías de los últimos 20 años. Esta apremiante condición para las cosechas es un factor fundamental del incremento en los precios de un número de productos agropecuarios.

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También debemos recordar las heladas que se vivieron en Texas a inicios del año, ocasionando una distorsión muy importante en los precios de varios bienes energéticos, tanto en EU como en México.

En lo coyuntural, es muy probable que la inflación que enfrentan tanto productores como consumidores continuará con fuertes desafíos a lo largo de este año, por diversos factores, incluyendo el climático.

Sin embargo, en términos estructurales, el calentamiento global podría generar retos más significativos para los precios de diversos componentes, especialmente las materias primas, por lo que, hacia delante, la inflación podría sufrir con mayor frecuencia de periodos más volátiles asociados a cuestiones medioambientales.

Se debe conscientizar la problemática del cambio climático en el mundo y seguir impulsando una agenda de políticas sustentables, como individuos, empresas y gobiernos.

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