La buena noticia para México es que sigue siendo vecino del mercado más importante del mundo. Así lo afirma Sergio Argüelles, ceo y fundador de la firma de desarrollo de parques industriales Finsa. Sin embargo, el empresario advierte que existen inquietudes de los inversionistas sobre los cambios en materia de regulación en energía.

“A los inversionistas les gusta mucho México; es un mercado probado, tiene calidad y productividad y, afortunadamente, somos vecinos del mercado más importante del mundo. Estados Unidos tiene un nuevo gobierno, amigable, conocedor de la importancia del mercado de América Latina. Joe Biden estuvo presente con el tratado de comercio Las reformas en energía son piezas clave para el atractivo de inversión original y el rescate de México en 1994; conoce bien a México. Nos sentimos seguros y ahora tenemos también la firma del T-MEC”.

Este entorno de confianza fue el que permitió que, a mediados de febrero, Finsa formalizara compromisos de inversión por 395 millones de dólares (mdd) a 10 años para el desarrollo del sector inmobiliario industrial. Se trata de la primera inversión de este tipo desde 2018.

Las inversiones se traducen en un potencial para establecer aproximadamente 1.3 millones de metros cuadrados de espacio industrial rentable y la generación de 90,000 empleos directos.

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Finsa nació en 1977, en Matamoros, Tamaulipas, en la antesala del florecimiento de la industria manufacturera en el norte del país. Actualmente, la compañía cuenta con más de 11 millones de metros cuadrados en superficie de parques industriales y de oficinas.

Para Sergio Argüelles es claro que existe interés por parte del público inversionista hacia el desarrollo de sectores clave en el país, como la logística, que creció 50% en el último año. Sin embargo, comenta, ellos también han manifestado inquietudes.

“Esto nos inquieta. Hemos recibido comentarios de los inversionistas, que tienen dudas sobre decisiones tomadas en México que se pudieran reconsiderar, como el tema energético… la reforma energética. No apoyar a las energías renovables es un error. Hay plazas donde ya hay escasez de energía eléctrica; y es preocupante porque no vemos una solución inmediata. Eso hace que los productos se encarezcan y perdamos competitividad”, advierte.

La iniciativa de reforma a la Ley de la Industria Eléctrica es un proyecto que se discute en el congreso y, en palabras del presidente Andrés Manuel López Obrador, busca fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y “poner orden” en el sistema de generación eléctrica para evitar abusos de empresas particulares.

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Uno de los puntos principales en esta reforma es que la CFE no estaría obligada a comprar electricidad a particulares por medio de subastas. En cambio, la compañía tendría libertad para comprar directamente la opción que prefiera, incluso a empresas que son parte de CFE y generan energía en plantas hidroeléctricas.

Las plantas de energía eólica y solar quedarían, entonces, en tercer lugar de prioridad para abastecer a la red eléctrica. En este terreno, la mayoría de los proveedores son empresas privadas.

“El tema eléctrico es muy importante. La reforma energética es importantísima para nosotros. En todos nuestros parques industriales tenemos una autosuficiencia a través de celdas solares en lo que es el consumo y la iluminación de las vías públicas. La autogeneración para algunas empresas es importantísima, para ellos es crucial tener esa independencia y competitividad. Es fundamental que el gobierno considere estos factores para tomar una decisión. No podemos tener una red vieja, mal operada y con falta de infraestructura, que nos limita el crecimiento de ciertas zonas con enorme potencial. La única solución es la autogeneración”, afirma Argüelles.

 Otro de los factores que requieren certidumbre es el entorno del empleo.

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“El tema laboral esperemos que siga muy estable. México se ha caracterizado por no tener huelgas. Si mantenemos una estabilidad laboral, vamos a seguir recibiendo una muy buena inversión, apoyados con el tema de las decisiones energéticas y darle más confianza a los inversionistas de que sus inversiones se van a respetar, que va a haber un marco jurídico que se va a respetar”.

En Finsa consideran que la pandemia dio espacio para el surgimiento, a futuro, de nuevas oportunidades para los negocios en el país.

El confinamiento, que llevó a la economía nacional a un retroceso de 8.5% en 2020, también generó una ola de consumo en materia de e-commerce. “Existe un [buen] potencial en la industria médica, en la automotriz… La movilidad fue importante; la gente empezó a salir en auto en vez de avión. Familias generaron demanda para el automóvil. En México, la logística ha crecido 50%. Eso es impresionante. Hacia adelante, vemos interés por sectores como la producción de electrodomésticos y de videojuegos”, dice.

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