La amenaza del cambio climático es una realidad en México. El año pasado, el país vivió una de las sequías más severas de su historia y parece que es apenas el principio de la emergencia climática que amenaza la seguridad alimentaria.

En 2020, el Caribe y México vivieron uno de los tres años más cálidos de los que se tiene constancia, con una anomalía de temperatura media de +0.8 °C, con respecto al periodo 1981-2010, mientras que se registraron precipitaciones por debajo de lo normal, principalmente en la región noroeste, de acuerdo con el informe titulado “El estado del clima en América Latina y el Caribe 2020”, elaborado por la Organización Meteorológica Mundial.

Sigue la información de la tecnología en nuestra sección especializada

Por ejemplo, algunas zonas de Sonora y Chihuahua experimentaron totales de precipitación anual que se situaron entre un 25% y un 50% por debajo de los valores normales.

“El cambio climático se considera uno de los principales factores que pueden alterar la agricultura y los sistemas alimentarios en América Latina y el Caribe, debido a las reducciones proyectadas en el rendimiento de la mayoría de los cultivos”, se asegura en este informe.

Entre 2046 y 2055, podría darse una reducción de 6% de un grupo de 11 grandes cultivos mundiales en la región de América Latina y el Caribe, de acuerdo con el informe especial del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) sobre el cambio climático y la Tierra.

En Zacatecas, la sequía del año pasado redujo la cosecha de frijoles, la cual registró el nivel más bajo de producción en 20 años.

Por su parte, en San Luis Potosí, el municipio de Cerritos también se vio afectado y sufrió una caída del 50% en los volúmenes de sus cultivos, incluidos sorgo, girasol y maíz.

Por ejemplo, se prevé que la producción de sorgo en Cerritos se reduzca de 8,000 a 200 toneladas.

Frente a este panorama, las empresas de biotecnología enfocadas al campo alzan la mano para promover sus tecnologías y ponen el foco en México como país consumidor, pero también como un territorio fértil para la innovación en el campo.

Semilla tecnológica vs. cambio climático (P-W pág. 64-67)
Ana Claudia Cerasoli, directora de marketing de Corteva Agriscience para MesoAndina. Foto: © Fabiano Accorsi / COTERVA

“La vida del agricultor es una total incertidumbre climática”, dice Claudia Cerasoli, presidenta de Corteva Agriscience para la Región Región Meso-Andina, quien habla del acceso a semillas híbridas, las cuales no son genéticamente modificadas o transgénicas, con mayor tolerancia natural a plagas o fenómenos del clima.

Las semillas híbridas surgen de la polinización cruzada, ya sea de forma natural o artificial, de dos variedades de plantas con características deseables, aunque sólo la primera generación de semillas conservará las cualidades idóneas.

Y es que la agricultura se encuentra marcada por la constante transformación ante el cambio climático y el interés de la sociedad por estar cercana al proceso de producción de alimentos. “La agricultura tendrá que responder a estas cuestiones, y lo que creemos es que tecnología, innovación y cercanía con el agricultor harán la diferencia”, dice Cerasoli.

La promesa

Claudia Cerasoli asegura que su trabajo con los agricultores es muy cercano, pues es importante escuchar sus necesidades y atenderlas de fondo. La ingeniera química dice que ha vivido un proceso de enamoramiento con el sector agrícola.

La ejecutiva cuenta con casi 30 años de carrera profesional, de los cuales 12 se han enfocado en soluciones para el campo.

Corteva Agriscience es la División de Agricultura de DowDuPont, firma que se originó de la fusión de Dow y DuPont, en 2015. Sus operaciones comenzaron en 2018, ofreciendo soluciones en tres rubros: semillas, protección de cultivos y herbicidas para potreros. La compañía tiene presencia en más de 130 países y cuenta con 140 plantas de producción y manufactura alrededor del mundo. En la región Meso-Andina, atiende directamente a más de 40,000 agricultores todos los años.

En México, la firma se encuentra presente a lo largo de la República Mexicana y su presencia, tomando en cuenta la operación de DuPont, data de hace más de 40 años; está en Jalisco, Sonora, Nayarit, Guanajuato, la Ciudad de México, Chiapas y Culiacán (donde cuenta con una planta de producción de semillas), por mencionar algunas entidades.

Corteva posee una estación en Tlajomulco, la cual recibió una de las últimas inversiones en los años recientes, para desarrollar un proyecto basado en la experimentación con semillas para producir mayores cantidades en una misma hectárea.

La promesa de la ciencia es producir más alimentos mitigando el impacto toxicológico al medioambiente y la salud de las personas. “Ahí está la magia de todo esto y es tan divino como la naturaleza”, dice.

La utilización de tecnología en el campo irá en incremento constante, pues se debe cubrir la demanda de alimentos que requiere la sociedad, de manera sostenible. “Estamos pasando por una transformación drástica y los retos son enormes, y van a requerir mucha inteligencia y mucha tecnología para afrontarse”, asegura la ingeniera química.

“El reto en México es cómo atender a un mercado tan diverso, con un potencial de crecimiento bastante importante y estar cercanos a los agricultores, desde el norte hasta los pequeños agricultores de Chiapas. Es un desafío continuo”, dice la ejecutiva brasileña.

Durante 2020, el mercado tuvo crecimientos en el consumo de soluciones, a pesar de la contingencia sanitaria. En este sentido, la ejecutiva refiere que los insumos de agro tuvieron ascensos de entre 6 y 8%, mientras que las exportaciones de la agroindustria se elevaron hasta un 8%, en comparación con 2019.

La previsión para 2021, de acuerdo con los pedidos iniciales, es que nuevamente se registren crecimientos en México, explica Claudia Cerasoli. “Es increíble ver cómo, a pesar de la dificultad como país y como planeta, el agro se mantiene como un sector bastante fuerte”, comenta la representante de Corteva Agriscience.

El potencial mexicano

Para Corteva, México es un país primario para las operaciones de la firma, por el potencial de transformación que tiene la agricultura.

“México será, cada vez más, una de las grandes opciones del mundo para continuar incrementando la oferta de vegetales, frutas y hortalizas para los mercados de exportación”, asegura la presidenta de la empresa.

Cuando se hacen los programas de inversiones a nivel global, México tiene la prioridad en el plan de mejora de semillas para maíz y sorgo.

Semilla tecnológica vs. cambio climático (P-W pág. 64-67)
Foto: © Pionner

Y es que nuestro país tiene un potencial de crecimiento en materia de productividad local por hectárea enorme, hablando, específicamente, del maíz, asegura la ejecutiva brasileña.

“Cuando pensamos que al maíz de México se le destinan 8 millones de hectáreas y, hoy, prácticamente hay 2 millones de hectáreas de uso de híbridos; y cuando pensamos que el gobierno tiene el programa de maíz para México, realmente [vemos que el país] busca cómo hacer más sin necesitar de importaciones [del grano]”, explica.

La empresa traerá soluciones digitales para el agricultor mexicano, como aplicaciones y analíticos para hacer cálculos de productividad y elegir los híbridos adecuados para sus cultivos. “Es un modelo diferente, porque va a unir producto con herramientas tecnológicas y un técnico experto que te pueda dar la mejor recomendación”, dice Claudia Cerasoli, al hablar de las soluciones que ofrecerá la firma en México.

La presidenta de Corteva sabe que el cambio climático es una realidad. La promesa de su portafolios de productos es utilizar la ciencia para asegurar que el país aprovechará su potencial lo mejor posible.

“La tecnología te da la posibilidad de diseñar productos que estén ligados a grandes beneficios y varias necesidades”, asegura.

Suscríbete a Forbes México

 

Siguientes artículos

Una nueva apuesta en los hospitales privados (P-W pág. 44-48)
Una nueva apuesta en los hospitales privados
Por

Un cambio generacional en la propiedad de los hospitales del país y una mayor demanda de unidades de salud especializada...