A pesar del progreso que se ha logrado en las negociaciones, los republicanos más conservadores podrían rechazar un acuerdo por la iniciativa del mandatario al sector salud, el ‘Obamacare’.   Reuters WASHINGTON  – El presidente Barack Obama y los líderes republicanos parecieron dispuestos a poner fin a la crisis política que ha paralizado parte del Gobierno de Estados Unidos y colocado al país peligrosamente cerca de una omisión de pagos de su deuda, luego de haberse reunido el jueves en la Casa Blanca. Ningún acuerdo surgió de una reunión de 90 minutos, pero las negociaciones continuaban durante la noche en un esfuerzo por reabrir el Gobierno y extender la autoridad de endeudamiento federal más allá de la fecha límite del 17 de octubre. Un importante funcionario republicano dijo que el viernes podría haber un acuerdo, aunque aclaró que seguían existiendo obstáculos. Fue la primera señal de distensión en 10 días de estancamiento que han agitado a los mercados financieros y provocado la suspensión de cientos de miles de empleados federales. “Fue una conversación muy adulta”, dijo el representante republicano Hal Rogers, presente en la reunión. “Ambas partes dijeron que estaban allí de buena fe”. Los republicanos en la reunión ofrecieron extender la autoridad de endeudamiento del Gobierno por varias semanas, postergando temporalmente la cesación de pagos que de otro modo se produciría la semana próxima. Obama presionó para reabrir las operaciones gubernamentales que se encuentran paralizadas desde el 1 de octubre. Una cuestión significativa fue que los republicanos parecieron alejarse de las restricciones a las reformas de salud y gasto impulsadas por el presidente, que fueron las que iniciaron la crisis. En cambio, las negociaciones se centraron en cuánto tiempo podía extenderse el límite de endeudamiento y cuánto financiamiento aportarían al Gobierno cuando se reabra, según los republicanos. Ambos bandos están trabajando en “definir parámetros para ver si podemos realizar progresos”, señaló el representante republicano Pete Sessions, miembro del liderazgo partidario. Por su parte, la Casa Blanca expresó en un comunicado: “El presidente espera lograr progreso continuo con miembros de ambas partes”. La propuesta implica un gran cambio en los republicanos, que esperaban utilizar la amenaza de un cierre financiero y un default para perjudicar la ley de salud de Obama. Sin embargo, sufrieron golpes a través de sondeos de opinión y fueron presionados por aliados de la comunidad comercial preocupados de que la confrontación está afectando empleos y ralentizando la economía. Los republicanos temen que la crisis política pueda poner en peligro a legisladores en distritos competitivos, dando a los demócratas más posibilidades de obtener el control de la Cámara el año próximo. Al ampliar la capacidad del Gobierno para endeudarse hasta posiblemente mediados o fines de noviembre, se elimina la amenaza en el corto plazo de un incumplimiento de pagos que perjudique desde los jubilados hasta los inversores en bonos. El plan republicano prorrogaría el plazo límite en seis semanas, lo que les daría más tiempo para conseguir recortes del gasto público, retirar un impuesto a los dispositivos médicos y otras medidas que sostienen que se necesitan para mantener la deuda en un nivel manejable. Obama ya ha dicho que está dispuesto a considerar un aumento de corto plazo del límite de endeudamiento, en la medida en que no esté atado a otras concesiones. Los legisladores demócratas están pidiendo un aumento del límite de endeudamiento por más de un año. Reportes contradictorios sobre el resultado de la reunión hicieron oscilar los mercados financieros. No obstante, los principales índices bursátiles de Estados Unidos cerraron en alza el jueves, ante la esperanza de un acuerdo. Resolver diferencias La crisis comenzó a fines de septiembre cuando los republicanos ataron el financiamiento del Gobierno a la implementación de medidas que reducirían el alcance de la ley de salud auspiciada por Obama. La apuesta no funcionó y “Obamacare” reveló sus modificaciones online del sector de seguros de salud el 1 de octubre, a pesar de la paralización del Gobierno. De todos modos, los cambios introducidos han estado plagados de serios problemas técnicos no relacionados con el cierre financiero. Pero por primera vez en semanas, legisladores de ambos partidos anticiparon el jueves que podrían resolver sus diferencias. “Ambas partes podrán atribuirse la victoria”, dijo el representante demócrata por Pennsylvania, Chaka Fattah. El Departamento del Tesoro advirtió de que no podrá pagar todas sus cuentas si el Congreso no eleva el límite de endeudamiento sobre los 16,7 billones de dólares para el 17 de octubre. Los Republicanos dicen que el Gobierno de Obama podría mantener los pagos de los bonos a costa de otras obligaciones si se cumple el plazo. El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Jack Lew, dijo que eso no era posible. “Sería un caos”, dijo en una audiencia de la Comisión de Finanzas del Senado. A pesar de las señales de progresos, los republicanos más conservadores que siguen centrados en perjudicar a “Obamacare” podrían rechazar un posible acuerdo. Incluso si se evita la omisión de pagos temporalmente, la disputa mayor podría retornar. El control del presidente de la Cámara, John Boehner, sobre sus colegas republicanos ha sido tenue este año y muchos de los representantes más conservadores de su partido lo han desafiado repetidas veces en otras importantes votaciones.  

 

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