¿Por qué los memes son tan populares? La respuesta es difícil, sin embargo, creo que se debe a dos puntos importantes: la viralidad y la resignificación.   Entonces montamos el texto hecho con una tipografía pesada en color blanco sobre la fotografía en close up de una llama que parece reír y ¡listo! Habemus meme. Y seguro se preguntará ¿cuál es la intención de esas imágenes? La respuesta es ninguna, salvo ser compartidas. Quizá explicar un concepto, quizá sacarnos una sonrisa, pero fuera de eso, lo que buscan es convertirse en un fenómeno viral. Seguramente usted ha sido destinatario de alguno de estas simpáticas (no siempre) imágenes que muestran un concepto cultural ilustrado a través de una fotografía, montaje o dibujo. Sus temas son amplios, su lógica muchas veces es la del lugar común, su producción es nula y su estética es grotesca, pero son tan populares que ya es casi imposible entrar a la red sin ser bombardeado por alguno de estos gráficos. La palabra meme es la síntesis de las palabras memoria y mímesis; y es un neologismo inventado por Richard Dawkins, biólogo de origen inglés, que explicaba que dos seres vivos que vivían en simbiosis (como las rémoras y las ballenas), podrían mimetizar su experiencia y compartirla a su progenie. Es decir, tenemos a una persona sintetizando el sentir popular a través de una imagen o una frase. Y mire usted si no, nuestro Presidente sabe de memes. Quizá una de las características mas notorias de la cultura que vivimos ahora es que predomina la imagen, por cualquier otra forma de comunicación. Más que la palabra escrita, más que cualquier forma de oralidad, la imagen se muestra como la reina de la información en una cultura que ha sido educada por los medios audiovisuales durante casi 60 años. Ahora más que nunca vale más una imagen que mil palabras. ¿Pero por qué los memes son tan populares? La respuesta es difícil, sin embargo, creo que se debe a dos puntos importantes: la viralidad y la resignificación. Los memes nacieron en la red. Y si bien no es fácil conocer el momento exacto, podríamos decir que la mayoría de los que conocemos actualmente salieron de 4chan.com, un sitio en Internet donde los adolescentes de todo el mundo suben imágenes y las comentan. Antes de que vaya a visitar el sitio, déjeme comentarle que tanto las imágenes, como el sentido del humor de dicho sitio no es lo que llamaríamos “elegante” ni políticamente correcto. Su arraigo en el inconsciente colectivo virtual ha sido tal, que han creado personajes que ya son un lugar común como el “Forever Alone”, “Brian Malasuerte”, el “Grumpy Cat” o el “Ay sí, ay sí” (quién es en realidad Neil deGrasse Tyson, astrofísico y divulgador de la ciencia de origen estadounidense) y la sonrisa de Yao Ming. La banalidad de los memes, la ausencia de pretensión y la contundencia del lenguaje audiovisual han hecho que los memes puedan ser entendidos de forma inmediata por los usuarios de la red. Reflejan situaciones de la vida cotidiana con un sentido del humor (o de la tragedia) tan “profundo”, que desaparece apenas se oprime el botón de compartir. Esto es lo que lo hace virales: su transparencia. Por otra parte, los memes se han convertido en una especie de inconsciente colectivo que lo mismo educan y critican sobre política, que sobre amistad, relaciones humanas, liderazgo, tribus urbanas y un largo etcétera que parece no acabar nunca. Un meme es una especie de imagen “incompleta” que se transforma en portadora de un concepto en cuanto un usuario de la red encuentra en ella una buena forma de ejemplificar una idea que, de otra manera, podría ser confuso. Así, únicamente adquieren sentido en cuanto son completados por los usuarios. He ahí que, si bien cada meme está asociado con un sentimiento, constantemente cambien sus acotaciones para explicar la situación del momento. Las redes sociales y nuestros adolescentes lo entienden mejor .   Contacto: Twitter: @sincreatividad

 

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