La ONU denunció que se está intentando “estrangular” su operación de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza con la interrupción total del suministro de combustible y que si Israel no revierte esta decisión será la causa directa de que la gente empiece a morir.
“Si no se resuelve la cuestión del combustible existe el riesgo de que tengamos que suspender toda nuestra operación en Gaza”, declaró hoy el jefe de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, en una rueda de prensa en Ginebra.
La falta de combustible hace imposible el transporte de la ayuda humanitaria, el abastecimiento de agua y de otros servicios absolutamente esenciales.
“El agua se ha vuelto una obsesión para los gazatíes, todo el mundo camina con un bidón en la mano. Los niños mendigan por un poco de agua y un pedazo de pan”, relató, tras recordar que el combustible es indispensable para el funcionamiento de las plantas de desalinización que transforman el agua de mar en agua potable.
Por primera vez desde que empezó la guerra, unos 23,000 litros de combustible (equivalente a medio camión cisterna y considerada una cantidad irrisoria) entraron este miércoles a Gaza, pero Israel no ha autorizado más y puso como condición que su uso fuera exclusivamente para el transporte y no para las desalinizadoras o las panaderías.
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ONU denuncia intentos de obstaculizar la entrada de su ayuda humanitaria a Gaza
Lazzarini confirmó que las comunicaciones se interrumpieron totalmente en Gaza debido a que las compañías que proveen este servicios también agotaron sus últimas reservas de combustible y sus instalaciones no pueden seguir funcionando.
Anticipó que esto podría llevar rápidamente a “una situación de ansiedad y pánico” entre la población, lo que unido a la falta de agua y alimentos “puede terminar con lo que queda del orden civil en Gaza”.
“No ayudará a nadie tener una situación de caos total, si esto ocurre no puedo mantener a los equipos allí y necesitaremos mucho tiempo para revertir la situación… y estamos casi allí”, advirtió.
La UNRWA cuenta con 103 muertes confirmadas entre sus trabajadores en Gaza desde el inicio de la guerra, pero Lazzarini dijo que lo más probable es que sean más y que sus restos todavía estén bajo los escombros.
“Ellos no tenían nada que ver con todo esto, eran servidores públicos que servían a su comunidad”, señaló.
Por otra parte, el jefe de la UNRWA confirmó que un tercio de las muertes desde que empezó la guerra entre Israel y el grupo islamista Hamás en Gaza han ocurrido en el sur del enclave, el mismo sector hacia el cual el ejército israelí ordenó a la población del norte evacuar.
“En Gaza no hay lugar seguro, ni en el norte, ni en el sur ni en la zona central, ni siquiera los locales de la ONU son seguros”, señaló.
Con información de EFE
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