El país austral se encuentra bajo presión porque el fallo obliga al país a llegar a un acuerdo con estos acreedores para poder pagarle en Estados Unidos a los tenedores de bonos que sí entraron en los canjes del 2005 y el 2010.   Reuters BUENOS AIRES – Argentina inició la semana pasada conversaciones para saldar una deuda de 1,330 millones de dólares con tenedores de bonos impagos que la justicia de Estados Unidos ordenó liquidar, y así evitar caer en una nueva cesación de pagos. Para negociar con los “holdouts”, como se conoce a los fondos que no aceptaron canjes de títulos ofrecidos en el pasado por Argentina, el país pidió al juez federal de Nueva York Thomas Griesa que suspenda temporalmente su sentencia. Argentina se encuentra bajo presión porque el fallo obliga al país a llegar a un acuerdo con estos acreedores para poder pagarle en Estados Unidos a los tenedores de bonos que sí entraron en los canjes del 2005 y el 2010. Estos últimos, que representan el 93% de la deuda que había sido incumplida, recibirán alrededor del 50% del valor original de sus papeles y terminarán de cobrar en el 2038. Si Argentina no pudiera pagarle a sus acreedores que reestructuraron, caería en un incumplimiento de pagos técnico. El juez Griesa analiza la petición  de suspender la sentencia para que puedan avanzar las negociaciones sin que el país sea amenazado por posibles embargos. A continuación, algunos de los escenarios que podrían abrirse para Argentina en el proceso de negociaciones:   Primera etapa:
  • Justicia de EU rechaza solicitud de suspensión
Si el juez Griesa rechaza la solicitud de suspensión de sentencia, Argentina entrará en un default técnico con sus acreedores reestructurados un mes después del 30 de junio, cuando debe pagar el próximo vencimiento, porque los bancos con los que trabaja en Estados Unidos estarán impedidos legalmente de procesar los 228 millones de dólares y los fondos serían confiscados. Las negociaciones con los “holdouts” probablemente naufragarán porque el país no tendrá incentivos para negociar bajo ese escenario. Teniendo en cuenta comentarios anteriores de Griesa, que ha asegurado que no busca que el país caiga en un incumplimiento, no es muy probable que el magistrado siga este camino.
  • Justicia de EU concede suspensión, pero pide garantías
El magistrado estadounidense concede la suspensión temporal de su sentencia para que Argentina pueda negociar con sus acreedores “holdouts” sin temor de sufrir embargos. Pero a cambio pide un monto determinado como garantía de pago. Ésta es la alternativa más probable para los analistas, sobre todo después de que Griesa dijo que no tenía confianza en la voluntad de pago del país. Pero dependiendo de la cantidad en cuestión, podrían complicarse las negociaciones.     Segunda etapa:  
  • Negociaciones avanzan y holdouts aceptan oferta
Si el juez Griesa concede la suspensión temporal de su sentencia y Argentina está de acuerdo con sus términos, se abre la puerta para que el país se siente a la mesa con los acreedores “holdouts”. Por una cláusula acordada con los tenedores que aceptaron reestructurar la deuda de 100,000 millones de dólares que cayó en incumplimiento en 2001-2002, Argentina no puede ofrecer a los “holdouts” mejores condiciones de pago que a ellos. Aunque la cláusula vence a fines de este año y el Gobierno sudamericano podría buscar postergar el pago a los “holdouts” hasta 2015, es posible que los tenedores de bonos impagos quieran cerrar cuanto antes un acuerdo tras años de litigio, sobre todo considerando que la presidenta argentina Cristina Fernández termina su mandato el próximo año. No se conocen los detalles de la oferta que presentaría Argentina, pero analistas coinciden en que lo más probable es que el país ofrezca un pago en efectivo a corto plazo y el resto de los 1,330 millones de dólares en bonos con vencimientos escalonados a lo largo de varios años. Hay otras combinaciones que podrían proponerse, pero no tan probables, como un pago total en efectivo en una exhibición o un plan de pagos a lo largo de años también en efectivo.
  • Otros acreedores reclaman tras acuerdo con holdouts
Si los “holdouts” en litigio aceptaran la oferta, Argentina calcula que corre el riesgo de que se disparen reclamos por cerca de 15.000 millones de dólares -el total de deuda en default- por parte del resto de los acreedores que, aunque no están en pleito legal, no aceptaron las ofertas de canje del 2005 y 2010. De ocurrir eso, Argentina no podría hacer frente inmediatamente sus obligaciones porque el monto representa más de la mitad de las reservas internacionales que tiene el país y podría caer en un incumplimiento con esos acreedores.  
  • Se desata un incumplimiento
Si los “holdouts” rechazan la oferta o el país austral decide retirarse de las conversaciones ante la inflexibilidad de los fondos, Argentina difícilmente podría evitar una cesación de pagos. El default, sin embargo, no sería catastrófico como el que el país vivió en 2001-2002, cuando su economía se derrumbó en medio de una grave crisis social y política. El país vería restringido su acceso al crédito y el limitado ingreso de divisas podría derivar en una devaluación forzada de la moneda local, el peso, pero analistas creen que sería percibido como una situación transitoria. Importantes sectores de la economía no sufrirían grandes consecuencias: las firmas agroexportadoras no tendrían mayores problemas en conseguir financiamiento para sus embarques, y los expertos no prevén una paralización en el yacimiento de hidrocarburos no convencionales Vaca Muerta, que necesita fuertes inversiones.

 

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