Al cumplirse un año de la desaparición de los estudiantes, los padres realizarán una marcha el 26 de septiembre en la Ciudad de México y el 27 lo harán en las calles de Iguala, por las que fueron perseguidos y atacados sus hijos, y realizarán una ofrenda en su memoria.   Reuters Familiares de 43 estudiantes desaparecidos en México rechazaron el jueves la respuesta del presidente Enrique Peña a su solicitud de incluir en la investigación una serie de propuestas sobre el caso que le presentaron a un año de la posible masacre de los jóvenes. Padres de los estudiantes solicitaron a Peña aceptar supervisión internacional en la investigación y adoptar la conclusión de un grupo de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que derribó la versión oficial de que habían sido incinerados en un basurero, entre otras cosas. “Condenamos su actitud, la repudiamos totalmente”, dijo Felipe de la Cruz, padre de uno de los estudiantes, en la conferencia de prensa que ofrecieron los familiares tras la segunda reunión que sostuvieron con Peña desde la desaparición de sus hijos. “Sigue insistiendo en que la sociedad crea que el crimen fue en el basurero de Iguala (…) Para nosotros no es creíble porque se basa en la declaración de criminales que fueron torturados”, agregó. El grupo de expertos, que revisó la investigación de la fiscalía general sobre lo sucedido a los 43 jóvenes la noche del 26 de septiembre de 2014, señaló un gran número de fallas en la misma y dijo que hay indicios de que los cinco detenidos que confesaron el crimen fueron torturados. El Gobierno de Peña respondió entonces a las conclusiones de los expertos diciendo que llevaría a cabo un nuevo peritaje del basurero de Iguala, en el sureño y violento estado de Guerrero. La fiscalía federal presentó en enero lo que llamó “la verdad histórica” sobre los estudiantes, señalando que fueron confundidos con sicarios de un grupo de la delincuencia organizada, asesinados y quemados en el basurero. Tras la reunión, Peña dijo que les aseguró a los padres que la investigación sigue abierta y que les manifestó que desea lo mismo que ellos: saber qué fue lo que sucedió con los jóvenes y que “haya justicia”. “Les aseguré que la investigación sigue abierta. No habrá carpetazo”, dijo el mandatario en su cuenta de Twitter. En tanto, el portavoz de la presidencia dijo a periodistas que Peña instruyó a algunos secretarios de Estado a que “analicen la viabilidad” del petitorio de los padres. Los familiares, quienes hablaron en el Zócalo de la ciudad de México en donde iniciaron la noche del miércoles un ayuno de 43 horas, pidieron también que se investigue a los funcionarios mexicanos que pudieron haber obstruido o manipulado la investigación, entre ellos el ex fiscal general Jesús Murillo Karam, quien estaba a cargo de las pesquisas. “No nos vamos a dejar, no nos vamos a cansar (…) porque nosotros no nos podemos ir a casa sin saber en donde están nuestros hijos”, dijo María de Jesús Latempa. “Cada vez que llegamos a casa nos preguntan: ‘Qué sabes de mi nieto, qué te dijo el Gobierno’; esas palabras nos duelen”, añadió. Al cumplirse un año de la desaparición de los estudiantes, los padres realizarán una marcha el 26 de septiembre en Ciudad de México y el 27 lo harán en las calles de Iguala, por las que fueron perseguidos y atacados sus hijos, y realizarán una ofrenda en su memoria.

 

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