El domingo 19 de junio recibí durante todo el día una serie de memes muy divertidos sobre la diferencia enorme que tenemos los mexicanos entre la manera como celebramos el Día del Padre respecto del Día de las Madres, y más allá de lo simpática e irónica que pueda ser la situación, la realidad es que tenemos que hacer una mayor conciencia sobre el rol de los padres en la sociedad y en el seno de las familias en nuestro país. El verdadero origen del Día del Padre surge el 19 de junio de 1909 en Estados Unidos, cuando una mujer llamada Sonora Smart Dodd quiso homenajear a su padre, Henry Jackson Smart, quien fuera un veterano de la guerra civil y se convirtió en viudo cuando su esposa murió en el parto de su sexto hijo. Desde ese día, en una granja rural del estado de Washington, Henry Jackson se hizo cargo de la educación, manutención y cuidado de sus seis niños. Al crecer, Sonora Smart se dio cuenta que su padre era todo un ejemplo a seguir y propuso la fecha del nacimiento de su padre, 19 de junio, para celebrar el Día del Padre. La idea de instituir un Día del Padre fue acogida con entusiasmo por muchas personas en condados y ciudades aledañas, pero fue en 1924 cuando el presidente Calvin Coolidge apoyó la idea de establecer, de manera oficial, un día nacional del padre. En 1966, el presidente Lyndon Johnson firmó la proclamación que declaraba al tercer domingo de junio como Día del Padre en Estados Unidos. Hoy en día, esta festividad se celebra en la mayoría del continente americano el tercer domingo de junio. En España, el Día del Padre se relaciona con la Festividad de San José, padre de Jesús de Nazaret, y se celebra el 19 de marzo. En México, esta celebración inició en la década de 1950. Es fundamental observar la evolución que en los últimos años han tenido los roles que juegan padres y madres por igual. Si bien la sociedad mexicana actual es un caleidoscopio de situaciones económicas, sociales, culturales y antropológicas, la realidad es que existe cada vez más una mezcla en las tareas y los roles tradicionales que desempeñan “mamá” y “papá” al interior de la familia. Es esa mezcla de roles y funciones la que debe recordarnos la importancia de la conformación de equipos en la educación de los hijos y el funcionamiento del hogar. Los que tenemos la suerte de ser padres o madres debemos asumir con una visión más amplia lo que nos corresponde en el día a día y, de igual forma, las responsabilidades que ello conlleva. Y con respecto al tema de la cerveza y los papás, la tradición cervecera ha pasado de generación en generación durante cientos de años. ¿Quién no recuerda qué cerveza tomaba su papá? Yo recuerdo a mi papá con su Carta Blanca. La razón es sencilla: mi familia es de Monterrey, Nuevo León. Carta Blanca fue la primera cerveza del México moderno. Su nombre está ligado a la libertad, a ese antiguo concepto francés: Carte Blanche, relacionado con la libre toma de decisiones de cada individuo para poder trascender fronteras y, sobre todo, ser él mismo. Yo le mando un abrazo a mi papá, quien se encuentra a varios miles de kilómetros de distancia. Espero que haya festejado el ser padre de 6 y abuelo de 7, acompañado, por supuesto, de una buena cerveza. Hasta el próximo martes.   Contacto: Twitter: @maribelquirogaf / @CervecerosdeMex Facebook: Maribel Quiroga / Cerveceros de México Página web: Cerveceros de México   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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